LA REFORMA EDUCATIVA: EL RIESGO DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN MÉXICO.
lalojasso5 de Enero de 2014
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LA REFORMA EDUCATIVA: EL RIESGO DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN MÉXICO.
Eduardo Jasso Martínez año 2013
Actualmente en nuestro país diversos actores que tienen relación directa con el sistema educativo nacional viven un dilema respecto a qué se debe mejorar en materia de educación, dilema que tratan de resolver casi de manera oculta. Y es que la Reforma Educativa para un gran número de investigadores educativos mexicanos, sólo tiene un fin: el lucrar con los servicios educativos. Esta tesis es sostenida por intelectuales de la talla de Tatiana Coll Lebedeff, Investigadora de la UPN, Hugo Aboites, Investigador de la UAM Xochimilco, César Navarro Gallegos, Investigador del Instituto José María Luis Mora y de la UPN, Luis Hernández Navarro, Periodista de la Jornada, Investigador, y escritor. Además de investigadores extranjeros como: el catedrático Stephen Ball y la Dra. Deborah Youdell, ambos del Instituto de Educación de la Universidad de Londres, en un estudio al que denominaron “La discreta privatización de la educación pública” estudio auspiciado por la Internacional de Educación.
Todo tiene su génesis, y esta reforma no es la excepción. En alguien o en algunos está la idea de que el sistema educativo nacional es un total fracaso. Y esto es un asunto que no está del todo demostrado, y que debe ser motivo de otro análisis, pero lo que hoy es más interesante tratar es si las propuestas de la reforma educativas son las indicadas para mejorar la calidad de la educación, y revertir ese gran fracaso educativo como ellos lo llaman. Ese “alguien” o esos “quiénes” tienen motivos para evidenciar hasta la exageración y el cansancio el fracaso escolar mexicano. ¿Cuáles serán sus verdaderos motivos?
Por otro lado y no tan distante, está también el pulso que se ha inducido a la sociedad sobre la educación pública y la escuela privada. Pensar por otros, y decidir y actuar por el pensamiento de los otros es un común denominador en la sociedad mexicana, y lo peor de todo decidir y actuar por lo que nos dice la televisión. Si los mexicanos tuvieran los recursos suficientes para educar a sus hijos, ¿Cuántos de ellos mandarían sus hijos a escuelas privadas? Seguramente todos, una gran mayoría de mexicanos envían a sus hijos a las escuelas públicas porque no los queda de otra. Hoy las familias de nuestro país que están más interesadas en la educación de sus hijos, sueñan con un título de la UVM o del Tec de Monterrey, por encima de la UNAM, que incluso, es mejor y por mucho, que las dos primeras. Que no quede la menor duda el gobierno o esos “quiénes” sólo están aprovechando lo que ya cree una gran parte de la sociedad mexicana: La Educación Privada es mejor que la Educación Pública. Aunque esto, tal vez, carezca de sustento.
Parece que la polarización de escuela pública y escuela privada, no está en la calidad, sino en otro lado, por ejemplo: Ivan Illich, en su estigmatizado análisis “La desescolarización de la sociedad” escribió: “Debería ser obvio el que incluso con escuelas de igual calidad un niño pobre rara vez se pondrá a la par de uno rico. Incluso si asisten a las mismas escuelas y comienzan a la misma edad, los niños pobres carecen de la mayoría de las oportunidades educativas de que dispone al parecer el niño de clase media. Estas ventajas van desde la conversación y los libros en el hogar hasta el viaje de vacaciones y un sentido diferente de sí mismo, y actúan, para el niño que goza de ellas, tanto dentro de la escuela como fuera de ella. De modo que el estudiante más pobre se quedará atrás en tanto dependa de la escuela para progresar o aprender. Los pobres necesitan fondos que les permitan aprender, y no obtener certificados de tratamiento de sus deficiencias presuntamente desproporcionadas”
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