La Caida De La Bolsa De Estados Unidos
faridee15 de Octubre de 2011
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UNIVERSIDAD DE SOTAVENTO
CAMPUS ORIZABA
DERECHO BANCARIO
EL FOBAPROA
PROFESOR: M.I.A. OMAR JUAREZ RIVERA
ALUMNO: ZAIRA ALEJANDRA GARCIA ESTRADA
GRUPO: SEPTIMO SABATINO
FECHA: 09 DE OCTUBRE 2011
INTRODUCCION:
Tanto se ha manejado este término que seguramente pocos mexicanos saben lo que realmente es. La mayoría de los mexicanos lo relacionan con fraude, con corrupción, con rescate de los banqueros, pero pocos lo relacionan con la protección al ahorrador.
Es muchas ocasiones, cabe hacer mención que algunos partidos se aprovechen de la “ignorancia” del pueblo para ganar más puntos ya sea distorsionando información o aprovechándose de esto para sacar ventaja y solo obtener beneficio a intereses propios
¿Realmente esto será por ignorancia, por mala fe, o un error de los conocedores del tema? Refiriéndonos claro es a lo sucedido con el FOBAPROA.
En la presente investigación se trata de aclarar lo relacionado al tema de este “Fondo Bancario de Protección al ahorro” para poder entender de forma clara y concisa, cómo surgió y debido a que sucesos terminó en esa catástrofe financiera.
Antecedentes
Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se mantuvo la política de liberalización que, por la crisis económica que heredaba, necesitaba encaminarse hacia la estabilización de la economía, estancada principalmente por el pago de la deuda externa que obligaba a transferir recursos (divisas) al exterior.
En 1992 se anunció la reprivatización de los bancos y la firma del Tratado de Libre Comercio, promoviendo con esto la entrada de inversiones extranjeras al país y que México fuera visto como un país confiable que se adaptaba al modelo neoliberal, además de que en este sexenio fue cuando se desincorporó la mayor cantidad de empresas paraestatales de una manera estratégica, buscando cuidar los recursos de la nación.
La crisis de 1994-1995
Al comenzar el último año de gobierno de Carlos Salinas de Gortari, aunque había indicadores positivos en la economía como la reducción de la inflación y el crecimiento del PIB, algunos mostraban signos preocupantes, como los siguientes:
Aumentos significativos en el déficit en cuenta corriente
Sobrevaluación del peso con relación al dólar
Aumento en la emisión de los tesobonos "(instrumentos de deuda pública interna denominados en dólares)
Insuficiencia del ahorro interno
Aumento de la cartera vencida de los bancos, debido básicamente al aumento en las tasas de interés de la banca comercial
Rescate financiero internacional
El apoyo financiero internacional otorgado a México fue promovido por el gobierno Estadounidense a través del presidente William Clinton, quién impulsó la conformación de un paquete de rescate por 51,159 millones de dólares, ayuda que se vio truncada temporalmente por el Congreso Estadounidense, pero que finalmente logró formalizarse mediante un paquete llamado Acuerdo Marco entre México y Estados Unidos para la Estabilización Económica de México, firmado el 21 de febrero de 1995, para lo cual fue necesario cumplir una serie de requisitos que fueron duramente criticados porque se ponían en juego puntos clave de la economía y que fueron avalados por el Gobierno Mexicano.
"Para 1996, como resultado de las severas medidas aplicadas en política económica, la situación de emergencia había sido superada; en enero de 1997, el gobierno de Zedillo pudo realizar un pago de 3,500 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos, tres años antes del plazo pactado".
Medidas del gobierno mexicano para frenar la crisis.
El 3 de enero de 1995 el presidente Ernesto Zedillo anunció el Acuerdo de Unidad para Superar la Emergencia Económica (AUSEE) suscrito por los sectores firmantes del PABEC. Consecuentemente el 9 de marzo del mismo año, el gobierno dio a conocer el Programa de Acción para Reforzar el Acuerdo de Unidad para la Emergencia Económica (PARAUSEE).
Rescate bancario: ADE, UDI's y FOBAPROA-IPAB
"Entre los primeros programas instrumentados (entre enero y marzo de 1995), los más destacados fueron: la ventanilla de liquidez en dólares, dirigida a resolver el problema de liquidez proveniente de la necesidad de renovar pasivos de corto plazo denominados en dólares, y el Programa de Capitalización Temporal (PROCAPTE), que inyectó liquidez a los bancos por medio de la adquisición de cartera crediticia por parte del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA)"
Un primer acercamiento al FOBAPROA
EL Fondo Bancario de Protección al Ahorro fue creado en 1990 como parte de las medidas que antecedieron la reprivatización del Sistema Bancario Mexicano.
Es heredero de otro fondo similar, constituido para los bancos nacionalizados: el FENAPRE. Se trataba de un instrumento preventivo, "una combinación razonable de protección al ahorro y al erario público e incentivos a los inversionistas, para supervisar el desempeño de las instituciones financieras". Sin embargo, tras la crisis iniciada en noviembre de 1994, el FOBAPROA se utilizó como instrumento correctivo formando parte de los programas para sanear a los bancos cuya cartera era incobrable.
Los principales programas de apoyo a los bancos por medio del FOBAPROA, fueron los de capitalización y compra de cartera de créditos de bancos, y los de intervención y saneamiento.
El FOBAPROA adquirió derechos sobre una cartera seleccionada por los bancos, aunque éstos mantuvieron la responsabilidad de la cobranza y la administración de los créditos. Los derechos fueron transferidos por los bancos a un fideicomiso administrado por ellos mismos, cuyo beneficiario era el FOBAPROA y, a cambio de estos derechos, los bancos recibieron pagares a diez años respaldados por el gobierno federal, los cuales devengaban intereses (capitalizables trimestralmente) pero solo eran liquidables al vencimiento y no eran negociables.
"Se decidió realizar trece intervenciones y no declarar una sola quiebra. El FOBAPROA tuvo que aceptar las pérdidas de nueve instituciones intervenidas, que ascendieron a 69,833.6 millones de pesos (MDP) y, adicionalmente, aporto 11,348.1 MDP, como capital necesario para que, una vez saneadas las instituciones, pudieran seguir operando y se vendieran como negocio en marcha. Así, "en vez de que las instituciones fueran deudoras de la nación, la nación se convirtió en deudora de las instituciones bancarias"
A mediados del año 2001, los pasivos del FOBAPROA ascendían a 754,761 millones de pesos, que se sumaban a los 734,344.2 MDP de la deuda pública interna, además de los 82,696.9 millones de dólares de la deuda pública externa [5]. Con la deuda suscrita en el curso del rescate bancario, el gobierno realizó erogaciones en efectivo equivalentes a 168,000 millones a junio de 1999.
Los intereses anuales que deberán pagarse por este adeudo heredado del FOBAPROA ascienden aproximadamente a 15,000 millones de pesos, equivalentes a una sexta parte de los ingresos del Gobierno Federal.
La nula disposición para rendir cuentas claras de las operaciones realizadas y los recursos públicos comprometidos provocó que el rescate bancario se convirtiera en un problema político de grandes proporciones.
Por su parte, la opinión pública sigue pensando que la operación de rescate de otros bancos es una especie de "caja negra" que el gobierno se opone a abrir, porque al hacerlo quedarían al descubierto las concesiones otorgadas a los grupos empresariales que durante los últimos años han concentrado los privilegios del régimen.
Conviene precisar que hasta ahora, han resultado infructuosos todos los intentos de algunos legisladores de la oposición, incluidos algunos diputados panistas, para que el gobierno rinda cuentas claras de las acciones realizadas y haga pública la lista de los principales beneficiarios del rescate.
Costo fiscal
Aunque es muy difícil hacer los cálculos con precisión debido a su complejidad, es indudable que el dispendio observado como consecuencia de la intervención gubernamental, fue considerablemente menor al que hubiera representado el colapso del sistema bancario.
"El drástico aumento de las tasas de interés que se registró en los mercados financieros durante esos meses de 1994 hizo que muchos deudores, incluyendo a muchos que hasta ese momento se encontraban al corriente de sus compromisos con los bancos, incurrieran en retrasos. El colapso del sistema bancario pudo evitarse gracias a la intervención del gobierno, que impidió primero una crisis de liquidez y, más tarde, permitió que los bancos eliminaran de sus balances una parte importante de sus carteras vencidas, a cambio de que sus accionistas incrementaran su capital. En algunos casos, no quedó otra alternativa que proceder a la liquidación de las instituciones mediante mecanismos diversos de venta y fusión. En otras, la transferencia se hizo de manera directa entre los viejos y los nuevos dueños, con la modalidad de que los viejos accionistas aportaran una pequeña fracción del nuevo capital y quedaran como parte minorista. Este es el caso sobre todo de los bancos Probursa y Mexicano, que pasaron a control de BBV y Santander".
De rescate bancario a deuda pública
Como se sabe, el escándalo estalló cuando,
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