La Eficiencia Operacional no es una Estrategia

La Eficiencia Operacional no es una Estrategia

La eficiencia operacional se ocupa de la minimización de las pérdidas y la maximización de la capacidad de los recursos, con el fin de proveer productos y servicios de calidad a los clientes. La eficiencia operacional tiene que ver con la identificación de  los procesos antieconómicos y los recursos que desperdician los beneficios de la organización.

La eficiencia operacional implica superar el desempeño de los competidores en la ejecución de actividades similares. No se limita a la mera eficiencia, abarca cualquier práctica que permita que una compañía utilice mejor sus insumos; por ejemplo, mediante la disminución de las deficiencias de los productos o el más rápido desarrollo de mejores productos.

Por el contrario, la estrategia tiene que ver con ser distinto a los rivales. Cuando las actividades se refuerzan entre sí, los competidores no pueden copiarlas fácilmente. Implica la elección totalmente consciente de un conjunto de actividades cuyo objetivo sea proporcionar una mezcla única de valor. Así entonces la esencia de la estrategia reside en las actividades, optar por ejecutar las actividades de manera diferente o realizar actividades diferentes a los de los rivales.

Por lo tanto, para que la empresa permanezca en el liderazgo por más tiempo, es necesario un posicionamiento  estratégico como herramienta, haciendo muchas cosas e integrándolas entre si y no solamente a la eficiencia exigida por la eficacia operacional, que si bien es cierto  es necesaria pero nunca suficiente.

Uno de los grandes desafíos que tienen las empresas, es poder identificar cualquier indicador de cambio y atenderlos antes de que pierda el control de los mismos. Algunos de los desafíos comunes de operaciones que se pueden presentar son; estudio de aplicaciones de nuevas tecnologías, organizaciones de trabajo, distribución de este, aprovechamiento del personal funcional a todos los niveles, estudio de los ciclos y cargas de trabajo, así como su distribución, relación producción-calidad, estudios de los posibles paros técnicos como de los rechazos, estudio de materiales manejo de las entradas y salidas, estudio de sistemas de medición de tiempos, quejas y sugerencias en el trabajo diario, asesoramiento y participación.

Para lograr la eficiencia operacional, la empresa debe conocer sus operaciones, realizar una auditoría operacional y mecánica para determinar si sus operaciones tienen el rendimiento y el desempeño esperados. Los métricos son herramientas diseñadas para medir las áreas potenciales de mejora. La precisión en las mediciones genera datos útiles y es un excelente instrumento para identificar áreas en las cuales reducir los costos, dar información para mejorar el servicio al cliente, realizar un seguimiento del desempeño en relación con el cumplimiento  de los objetivos organizacionales y, así mismo, mejorar la rentabilidad.

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