La Familia

El hogar es la primera y la más decisiva fuente de educación, que permite desarrollar todas las demás capacidades del ser humano; es ahí donde se forjan y se transmiten los valores para el bienestar y el progreso de las personas.

Honorables miembros del jurado calificador, hermanos de la palabra, distinguida concurrencia, mi nombre es: Melissa Sánchez Pérez, y represento con mucho orgullo a la escuela Manuel Gutiérrez Zamora, el dia de hoy haré uso de esta tribuna para hacer una reflexión con el tema: La unión familiar como base de mi realización futura, el cual pongo a su consideración.

La familia es el espacio donde se forja la vocación de servicio a los demás, la solidaridad, la responsabilidad, la tolerancia, la honestidad, el respeto, el amor al trabajo; valores fundamentales para alcanzar una vida comunitaria en paz y en armonía.

Una familia unida, protectora y generadora de valores, de virtudes humanas que se transmiten de generación en generación, es sin lugar a dudas un entorno favorable para el aprendizaje y especialmente para el ejercicio de la justicia y la práctica de la honestidad tan necesarios en nuestra sociedad contemporánea.

Estoy convencida que los padres son el principal ejemplo para formar ciudadanos con valores fuertemente cimentados, sin embargo vivimos en un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud, más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.

Pero ¿En qué momento la sociedad se volvió tan irracional? ¿Cuándo la familia perdió su importancia?

Tenemos que evitar seguir fingiendo, pretendiendo que todo está bien, no podemos cerrar los ojos a la realidad, sin fijarnos que existen niños sin cariño, que carecen de amor, ese amor que solo papá y mamá nos puede dar. Niños llenos de sufrimiento y rencor, pues no tienen la suerte que tienen ustedes, que tengo yo, de tener una familia calurosa y llena de amor.

Quiero conseguir que este mensaje llegue a todos los hogares, que me ayuden a difundirlo, porque a menudo vemos familias rompiéndose en pedazos, ya sea por dinero, por diversión o irresponsabilidad, dejando desamparada a la parte más débil: los hijos.

Veo también a hombres y mujeres jugando al matrimonio lleno de infidelidades y mentiras, padres y madres que maltratan y explotan a sus hijos. ¡ a sus propios hijos!!! El matrimonio no es un juego que se rompa con el filo del divorcio, los niños somos quienes sentimos el dolor en carne propia.

Me gustaría que el concepto de familia volviera a sus orígenes: una unión basada en el amor, la confianza y el bien común entre dos personas, y como resultado los hijos portadores de un afecto que más tarde transmitirán a sus propios hijos.

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