La Historia De La Marca Comercial

Una marca es un signo distintivo de identidad que indica que ciertos bienes o servicios han sido producidos o proporcionados por una persona o empresa determinada.

Su origen se remonta a la antigüedad, en las primeras civilizaciones egipcias y griegas. Cuando los artesanos reproducían sus firmas o "marcas" en sus productos utilitarios o artísticos, cada taller tenía su símbolo, figura y signos propios, muchos de ellos se asemejaban a los monogramas.

Primeros registros de Marcas

Marcas de Maestros Canteros

Dentro de los registros hallados sobre marcas, se pueden encontrar la de los “maestros” canteros. Cuyas obras se pueden apreciar en diferentes catedrales; entre ellas el claustro de la catedral de Santiago, en el suelo de la planta baja, puede verse gran cantidad de marcas a modo de plano que fueron utilizadas por los canteros para labrar las piedras que luego formarían los arcos de la bóveda.

Las marcas de cantero o marcas de cantería, son símbolos o alegorías grabadas en la piedra, que en la Época Medieval representaban realidades o ideas abstractas mediante rasgos, figuras o atributos; en la actualidad se desconoce su interpretación por haber perdido o cambiado su significado simbólico. Forman parte de los llamados “Signos Lapidarios”, término que proviene del latín lapis, lapidis (piedra), signo grabado en la piedra.

Estas marcas se grababan con un cincel fino. Su morfología está tomada del lenguaje y oficios medievales. Actualmente se pueden observar en edificios, principalmente templos cristianos, de los siglos XI al XIV.

Los monogramas

Etimológicamente de la palabra griega que significa “una letra”. Es un símbolo formado generalmente por cifras y letras entrelazadas en conjunto, que como abreviatura se emplean en sellos, marcas, logotipos de empresas, monedas , etc. Existen variedades entre ellas axial, lineal y circular.

Su uso es muy antiguo, remontándose en el bajo Imperio desde Constantino, no sólo como un diseño artístico que adorna un elemento favorito, sino como un símbolo religioso en el cristianismo. Aunque el monograma moderno es de sólo 150 años, sigue siendo una forma rica y clásica para identificar a uno mismo. Es muy frecuente el uso del monograma del nombre de Christo, compuesto de las letras griegas: XY porque son las iniciales que equivalen a CHR, lo que proviene de aquella milagrosa señal que vio Constantino en medio del cielo antes de la batalla con Majencia. También en el mismo contexto son muy usados los monogramas: M, I y K equivalentes a María, Iesús, Constantinus.

En los siglos VII y VIII estuvo muy en uso firmar con monogramas entre los soberanos y príncipes. Esta costumbre que se extendió después a los señores que como aquellos no sabían escribir y que también adoptaron los obispos.

Un monograma bien conocido es el de IHS en el cual se pueden ver las tres primeras letras del nombre de “Iesus” o bien las iniciales de “Iesus Hominum Salvator”.

Nacimiento de las marcas comerciales

Marcas Romanas

Los más populares fueron los “Sellos Romanos” que se utilizaron para los mensajes o para sellar algún tipo de producto comercial que se transportaba por todo el Imperio. Se encontraron sobre todo diferentes marcas de mercaderes en vasijas que habían contenido vino, aceite, colirios y ungüentos. Lo cual hacia identificar el origen y el responsable de la circulación de las mercancías.

Los emperadores romanos no fueron ajenos a esto; autenticaban varias veces sus decretos con sellos de plomo en la que figuraba su retrato, como consta de algún ejemplar conocido como el de Marco Aurelio.

Pero lo común debió ser en todo el imperio romano la práctica de los anillos signatarios y de sellos de placa, ya en documentos oficiales,

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