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La Iglesia sigue con atención el desarrollo de los pueblos


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2014  •  Síntesis  •  418 Palabras (2 Páginas)  •  186 Visitas

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La Iglesia sigue con atención el desarrollo de los pueblos, sobre todo el de los más necesitados. La aspiración de mejorar de muchos hombres se ve impedida por la situación en la que viven. Los pueblos quieren además de su independencia política, su independencia económica. Con la descripción de Populorum Progressio. Se patentiza la urgencia de buscar el desarrollo solidario de la humanidad.

El desarrollo completo del hombre no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad. Hay que luchar por una verdadera unión entre las naciones para asistir a los pueblos más débiles. El deber de solidaridad de las personas es deber también de las naciones. Los pueblos deben de llegar a ser por sí mismos artífices de su desarrollo: es la meta que hay que conseguir.

Es necesario también el diálogo entre las naciones: Este diálogo es factor de fraternidad y ha de centrase en los hombres, no en los intereses egoístas económicos y políticos. En esta labor debemos de trabajar todos. Hombres y pueblos, deben asumir su responsabilidad. A manera de conclusión el Papa asevera que el camino de la paz pasa por el desarrollo, pero éste no está en la abundancia de riqueza egoísta, sino en la economía puesta al servicio del hombre.

ACTUALIDAD.

Hoy seguimos afirmando que: el desarrollo integral de los individuos y de los pueblos no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad. Esta solidaridad ha fallado. Habrá que volver los ojos a esta encíclica: qué no hemos hecho y qué debemos hacer en adelante, si aún hay tiempo antes de que los pueblos atrasados desaparezcan o se rebelen. Primero perdura la interpelación: ¿verdaderamente buscamos construir una sociedad más justa y humana?, es decir ¿estamos verdaderamente comprometidos con el bien de todos los aspectos material, intelectual y moral de nuestros colaboradores, no sólo de nuestra empresa, sino en la sociedad? Después nos hacemos otra pregunta: ¿En verdad tenemos esa buena voluntad sin la cual nuestra solidaridad no se extenderá a nivel mundial y permanecemos impasibles ante la miseria y el sufrimientos de otros? Sin nuestra participación solidaria impediremos a esos pueblos llegar a ser por sí mismos artífices de su destino.

El hombre de empresa como actor eminente de creación de riqueza, si quiere ser congruente con su vocación, ha de actuar efectivamente en la justa producción y distribución de los bienes y servicios que están bajo su dominio. Por esta razón recomendamos ampliamente se lectura y divulgación.

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