La Inflacion En El Ecuador
chinokp26526 de Septiembre de 2013
4.450 Palabras (18 Páginas)656 Visitas
DEFINICION DE INFLACION
Un primer elemento que podemos esbozar es que la inflación es el aumento sustancial y sostenido en el nivel general de los precios Desglosando el concepto se observan dos términos -general y sostenido- que conllevan mucha importancia por el contenido profundo que tienen en la estructura del concepto, que no deben dejar de mencionarse cuando se pretende comprender el significado de este fenómeno de las economías capitalistas.
Por un lado, se dice que es un AUMENTO GENERAL porque para que exista inflación debe tener un incremento en todos (o en su gran mayoría) de los bienes y servicios que se ofertan en el mercado. Muchas ocasiones se tiende a confundir cuando, por ejemplo, existe escasez por sequías o baja productividad de productos venidos del campo y suben sus precios; se cree que esto es inflación, pero realmente no se ha dado un aumento “en el nivel general de los precios”.
Por otra parte, para que haya inflación, debe existir un PROCESO SOSTENIDO y no esporádico del aumento de los precios. En ciertas oportunidades se dan factores que afectan a los costos y elevan los precios, como es el caso de los incrementos salariales, pero, esta elevación es por una ocasión y no se repite con mayor frecuencia; significa que no hay un proceso inflacionario que se mantiene sostenido en el tiempo, que se convierta en un peligro para la economía que los sufre y que influya para que se alcancen tasas inflacionarias mayores a un dígito.
Por lo tanto, toda persona que desee referirse a la inflación debe tomar muy en cuenta esta primera situación, (que la inflación es un aumento general y sostenido de los precios) ya que puede caer en el vacío y no asimilar correctamente el fenómeno, logrando confundirse y confundir frecuentemente a otros individuos.
Un elemento adicional que hay que tomar en cuenta es que tipos de inflación como la reptante o moderada que se ubica el rango de un dígito o máximo al 10% anual; la acelerada o crónica que maneja niveles de hasta el 100% anual y la hiperinflación que ocurre cuando hay un descontrol absoluto en la subida de los precios y sobrepasa el 1000%. Además de ello se conocen otros fenómenos muy relacionados como la estanflación, la deflación, la desinflación.
LA INFLACION EN EL ECUADOR
El Ecuador, ha venido sufriendo del fenómeno inflacionario desde muchos años atrás. La última fase democrática reiniciada con el advenimiento del gobierno del Ab. Jaime Roídos Aguilera en lo que tiene relación a este fenómeno la podemos dividir en varias fases. La primera, experimentada en la década de los 80' hasta finalizar el Gobierno del socialdemócrata Dr. Rodrigo Borja Cevallos, y la segunda, en base a la política económica aplicada a partir del Régimen del Arq. Sixto Duran Bailen hasta llegar a la gran crisis de 1998-99. Una tercera etapa del proceso inflacionario se la puede analizar en el ámbito de la aplicación del sistema de dolarización en la economía ecuatoriana en el periodo 2000-2009.
El gráfico No. 1, nos presenta las cifras estadísticas desde 1980 a 1990. Se puede observar muy claramente que la tasa de inflación tuvo variaciones hacia abajo y hacia arriba; es decir, no sucedió como en otros países que la inflación anual ha tenido una curva ascendente sino que hubieron alzas de 1980 (12.6%) a 1983 (52.5%); posteriormente durante la mayor parte del Gobierno del Ing. León Pebres Cordero las cifras nos indican desaceleración a tasas entre el 25.1 % (1984) al 32.5 % (1987).
En los primeros meses del Gobierno del Dr. Rodrigo Borja la inflación tuvo un significativo repunte que amenazó con sobrepasar los 3 dígitos y alcanzar tasas mayores al 100 %, sin embargo a finales de 1989 se había controlado el problema terminando con una inflación anual del 54,2 %.
El gráfico No. 2 nos muestra la situación del proceso inflacionario durante la década de los años 90’, época en que la economía ecuatoriana experimenta la agudización de la crisis económica que tiene su mayor efervescencia en los años 98-99 y que da paso a la aplicación de la dolarización. Como se puede observar la situación de escalada de los precios se mantuvo hasta el año 92. Posterior a ello se vive un proceso controlado de los precios que coincide con la política económica del Gobierno del Arq. Sixto Durán Ballén donde la economía tuvo indicadores muy alentadores, que se vieron trastocados con el inicio de la crisis financiera en el año de 1995 con el caso del Banco Continental, el conflicto bélico con el Perú y la crisis energética.
En los siguientes años las condiciones de crisis política con la destitución del cargo de Presidente del Ab. Abdalá Bucaram y el consecuente interinazgo del Dr. Fabián Alarcón sin una clara política económica, el fracaso en el manejo del país del Dr. Jamil Mahuad hicieron que la economía en su conjunto experimentara la peor crisis económica de muchas décadas y uno de los indicadores más afectados fue justamente el proceso inflacionario que a partir del año 95 inició un continuo incremento al pasar del 22,8% al 91% en el año 2000 con un claro peligro de entrar un una hiperinflación, que fue frenada por la implementación de la dolarización.
Muchos analistas coincidían en señalar que el manejo de la inflación había tenido muchos desaciertos por lo cual se llegó a manejar cifras, que para el caso nuestro, eran muy perjudiciales para la buena marcha de la economía en su conjunto.
De igual forma sectores de opinión coincidían en afirmar que el Gobierno que ha tuvo mayores éxitos en el control de la inflación durante los años 90’ fue el del Arq. Sixto Duran Bailen, logrando una significativa reducción del 52.3 % en Agosto/92 al 22,80 a finales de 1995, lo que "indiscutiblemente sirvió de base para la estabilidad económica", sin embargo, para los detractores de la política económica de aquel régimen, "esta disminución se logró a costa de un pobre crecimiento económico".
Es indudable que en el campo económico, se evidenció un modo de vida muy distinto a otros períodos; lo que critican con mayor vehemencia es la falta de una política social más equitativa y eficaz, mayor control y toma acertada de decisiones en el campo político, que son vías por las cuales se pueden crear factores sicológicos que pueden afectar seriamente el control inflacionario.
Un aspecto importante de analizar son las variables que influenciaron para que exista un éxito en el manejo macroeconómico del gobierno del Arq. Durán Ballén. Por una parte, de acuerdo al criterio oficial: "la disciplina fiscal se convirtió en un objetivo ineludible para contener la escalada inflacionaria, mantener la confianza en el sucre y la estabilidad en el mercado cambiario (...); se eliminó la posibilidad de recurrir al financiamiento externo (mediante la emisión inorgánica de dinero) inflacionario (...); a diferencia de lo ocurrido con los programas de ajustes de los años 80', no se utilizó la restricción monetaria como eje de la lucha antiinflacionaria”
Otro elemento sustancial radica en que "uno de los principales objetivos de la política monetaria fue mantener el nivel de tasas de interés consistente con los objetivos de crecimiento, inflación, ahorro y balanza de pagos”.
Referente a la política fiscal, también se tiene que mencionar que ésta se sustentó en la disciplina en el gasto para garantizar el equilibrio en el erario nacional y se pretendió profundizar con la reforma estructural del sector público: reduciendo personal, aumentando las recaudaciones tributarias, tratando de no tener altos déficits fiscales, reducción del gasto público, reducción de los créditos netos al sector público, se procuró inyectar dinero al sector privado vía créditos a tasas de interés menores, sin que se alimente la inflación.
Lamentablemente los esfuerzos realizados por todos los gobierno en la década no sirvieron casi de nada visto que los precios de bienes y servicios siguieron su escalada que perjudicó la estabilidad y consecuentemente se sucedieron otros fenómenos económicos que llevaron a una debacle sin precedentes donde la mayoría de la población fue la más perjudicada.
Según lo reseña el Ec. Alberto Acosta “el país, en consecuencia, experimentó el empobrecimiento más acelerado en la historia de América Latina: entre el año 1995 y el año 2000, el número de pobres creció de 3,9 a 9,1 millones, en términos porcentuales de 34% al 71%; la pobreza extrema dobló su número de 2,1 a 4,5 millones, el salto fue de 12% a un 31%. Lo anterior vino acompañado de una mayor concentración de la riqueza: así, mientras en 1990 el 20% más pobre recibía el 4,6% de los ingresos, en el 2000 captaba menos de 2,5%; entre tanto el 20% más rico incrementó su participación del 52% a más del 61%. Y en el nuevo siglo miles de ecuatorianos, más de 500 mil personas (más de un 10% de la PEA), habrían huido del país”.
La dolarización significó una herramienta que logró, no en el corto plazo pero si en el mediano plazo, reducir a un dígito el incremento sustancial y sostenido de los precios. La reducción inmediata de la inflación fue otra de las ventajas que se promovió con mucho énfasis al adoptar el esquema de dolarización a partir del año 2000. Sin embargo, se tuvo que esperar hasta finales del año 2002 para alcanzar una inflación de un dígito y es a partir de allí cuando empieza una desaceleración significativa hasta llegar a niveles del 2 por ciento; recordemos que los precios en el país en el año 99 habían tenido un acelerado crecimiento pasando del 39,7 por ciento en el mes
...