La Medicina No Es Ciencia

En las instituciones hospitalarias mas renombradas, la tradicional rutina de "pasar visita", se ha transformado, en una sesión en la cual el profesor y sus alumnos se sientan alrededor de una mesa a examinar los datos de la evolución de los enfermos en una pantalla televisiva.

Un medico decía que si un extraterrestre curioso de saber cómo se atiende a los enfermos en la Tierra, concluiría que el médico consiste en que los médicos se encierren en un bunker, alrededor de una mesa, cada uno ensimismado en los datos que aparecen en su respectiva laptop. Los estudiantes de medicina aprenden cada vez mas junto al monitor electrónico que a la cabecera de la cama del enfermo.

Los clínicos formados a la vieja usanza dicen que el cuerpo humano es un libro de texto que cambia constantemente y que debe de ser inspeccionado, auscultado, manipulado y percutido atentamente de acuerdo con la venerable tradición del "examen físico completo". La habilidad para ejecutar estas maniobras se va perdiendo poco a poco en los países con mayor avance tecnológico.

¿Qué caso tiene afinar la sensación táctil para palpar el abdomen del paciente cuando hay maquinas de ultrasonido portátiles, que pueden decirnos al momento y mayor precisión que la mano, si existe, o no, un quiste en el ovario?

¿Para qué esmerarse en cultivar el sentido del oído y tratar de distinguir los complejos ruidos del corazón con el estetoscopio cuando la tecnología actúa como el eco cardiograma, la resonancia magnética o la tomografía computarizada producen imágenes que retratan la anatomía de las válvulas cardiacas con asombrosa claridad, y nos informa de su estado funcional con un detalle y precisión antes inimaginable?

Los maestros clínicos " a la vieja usanza", advierten que nada sustituye el examen experto y reiterado; que a veces el simple olor del cuarto le sugiere al médico sagaz una nueva línea de investigación diagnostica; que una observación o comentario de un familiar o amigo del enfermo reorientan el pensamiento del médico, que por omitir el examen frecuente del paciente se dejan de ver importantes signos y síntomas de aparición reciente; que hay manifestaciones clínicas que no son reflejadas por ningún examen de laboratorio; y , en fin que está demostrado que el médico que prescinde del examen físico del enfermo tiende a ordenar pruebas de laboratorio innecesarias, contribuyendo así al alto costo de la atención medica. Se arguye también que el médico debe de estar preparado para ejercer su profesión en cualquier circunstancia y es posible, encontrarnos en un medio carente de sofisticados aparatos tecnológicos y, en ese caso, deberá confiar en la información recogida por sus sentidos.

Desde el punto de vista de la educación del médico, aprender directamente del cuerpo del enfermo produce satisfacciones intelectuales insustituibles e imparte lecciones de humildad

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