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Medicina No Es Ciencia


Enviado por   •  20 de Agosto de 2014  •  667 Palabras (3 Páginas)  •  169 Visitas

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Hoy en día fundir y mezclar ambos conceptos, ciencia y medicina, en sólida aleación. Baste recordar que las revistas médicas tienen el mismo formato de las comunicaciones científicas, que la parafernalia del diagnóstico hoy día es un reluciente instrumental tecnológico mediante el cual los pacientes son sometidos a exámenes complejos; que estos arrojan resultados numéricos, no es de extrañar que la gente piense no sólo que las promesas de la medicina se harán efectivas usando los medios propios de la ciencia, lo cual es correcto, sino que ella misma es, a no dudarse, una ciencia, la “ciencia médica”.

La ciencia, en cuanto tal, tiende a aumentar el acervo de conocimientos: esa es su característica fundamental. Lo mismo sucede con las personas de auténtica vocación científica. Pocos, entre quienes he conocido, son los que responden cabalmente a esta descripción, pero siempre me parecieron estar absortos por el deseo ingente, diríase obsesionante, de encontrar la respuesta a las interrogantes que se plantearon. Pero el científico es, por definición, un observador imparcial: jamás desearía perturbar las condiciones del experimento, porque no quiere, de ninguna manera, enturbiar los resultados. En esas condiciones, lo que al paciente le pase no es de su principal incumbencia; después de todo, la finalidad principal es adquirir mayor conocimiento, no aliviar el sufrimiento del enfermo.

El médico, en cambio, adopta una actitud diferente. ¿Los síntomas desaparecieron sin explicación aparente? Qué más da, el paciente ahora se siente mejor. ¿Hubo muchas manifestaciones ininteligibles? Paciencia. No será la primera ni la última vez que esto suceda; pero la ignorancia de la causa de los síntomas se compensa con la posibilidad de aminorar su violencia. En suma, el interés fundamental es el bienestar del paciente. Es deseable una mayor comprensión de su enfermedad, desde luego; pero, en último análisis, “lo que importa es que el enfermo se componga”.

Sin embargo, el médico tiene que entendérselas con seres humanos, y los seres humanos no son “generalizables”. Un apotegma que viene desde la antigüedad clásica dice que “no hay enfermedades, sólo hay enfermos”. Es decir, la experiencia de la enfermedad nunca es idéntica de paciente a paciente; cada uno la sufre de acuerdo con su única e irreemplazable individualidad. Los seres humanos aman, odian, esperan, se angustian, se alegran, ambicionan, obedecen a la razón o sucumben a sus impulsos, gozan de sus triunfos o sufren de sus derrotas –y cada uno lo hace a su manera. Bien está que la ciencia, en su proceder metódico y sistemático, trate de reducir todo a número y medida: su análisis tiene que ser reduccionista; así lo exige su naturaleza.

El artículo menciona como en diferentes países se vive y se practica la medicina de manera muy diferente, como los alemanes parecieran estar obsesionados con el corazón

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