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La Microempresa En America Latina

hobbygrey26 de Septiembre de 2011

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

PROGRAMA DE PROFESIONALIZACIÓN

CONVENIO UPEL – IUTAR

LA MICROEMPRESA EN LATINOAMERICA

INTEGRANTES:

Glenda Aguana C.I.: 12.086.398

Bringas, Eloy C.I.: 17.986.943

Perdomo Griselda C.I.: 8.968.563

Rodríguez Mildred C.I.: 10.981.251

Profesora: Carmen Elena Toste

Materia: Microempresa

Maracay, Junio de 2011

INTRODUCCIÓN

Hoy en día nadie duda de la importancia de la microempresas dentro de las economías de los piases de America Latina y el Caribe a pesar de que no es posible determinarlas en su exacta magnitud. Las Microempresas tienen una importante contribución al crecimiento económico, la competitividad, la innovación y la creación de empleo de los países de la región.

La microempresa es una unidad productiva, potencialmente con perspectivas de crecimiento, pero pequeña en términos de capital, número de ocupados y ventas; de bajo nivel tecnológico y organizativo; administrada por sus propios titulares que trabajan en la explotación y para los cuales constituye su principal medio de vida. Poseen escasa división del trabajo, emplean poco personal dependiente, recurriendo a menudo al aporte de los miembros de la familia. Obtienen baja rentabilidad, pero son capaces de aproximarse al autofinanciamiento operativo, lo que permite una escasa capacidad de acumulación.

Esta definición de microempresa es una aproximación hacia aquellas características comunes que la identifican en el continente latinoamericano. Además de los datos que la posicionan en el panorama socio-económico de la región y que se pueden resumir en su alto porcentaje en cuanto a empleo, bajo aporte a las ventas totales, baja participación en el valor total de las exportaciones y concentración en pocos sectores de baja productividad, con pocas barreras de entrada pero alta competencia. El comercio y los servicios son las actividades principales, una proporción menor está en la industria. El sector de la microempresa se organiza en torno a dos grandes segmentos: por una parte trabajadores independientes y por la otra microempresas que contratan trabajadores. Registran un déficit en la calidad del empleo ya que están prácticamente desprotegidos, no acceden a capacitación y su escolaridad es baja.

Las condiciones que generaron el interés por las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYME) en América Latina hace más de una década no sólo no han cambiado significativamente, sino que en muchos casos se han agudizado por la presencia de nuevos elementos que han de considerarse en el escenario económico internacional (el desarrollo de nuevas tecnologías, el proceso de internacionalización y otros). Además, las recurrentes crisis económicas en varios países de la región han afectado de diversa manera el desempeño de estos estratos empresariales. Lo anterior ha servido tanto para resaltar la importancia de las MIPYME como generadoras de empleo (aunque precario) y promotoras de avances en el entorno local, como por su potencialidad de convertirse en un importante complemento del trabajo de la gran empresa.

El presente trabajo busca presentar una visión panorámica de la situación de las MIPYME en varios países de América Latina, las características y situación de las microempresas, pequeñas empresas y medianas empresas (MIPYME) en varios países de América Latina. Inicialmente, recoge las definiciones más habituales en estos países. Luego analiza las condiciones del entorno que influyen en la conducta de las empresas, sus problemas y la respuesta pública; en estos ámbitos, examina el grado de desarrollo institucional de la región y su impacto en el comportamiento empresarial.

La Microempresa en America Latina

Para muchos el término microempresa pudiera relacionarse con otros términos como “subdesarrollo”, “pobreza” y “sector informal”. Algunos autores explican la creación y existencia de las microempresas como resultado de la incapacidad de un país para ofrecer empleo formal y como un elemento de subsistencia (Ruiz, 2004:73).

Las Microempresas han sido generadas por emprendedores, quienes se han encontrado motivados por la situación de desempleo, para complementar los ingresos o simplemente por el ánimo o deseo de utilizar las habilidades y destrezas con las que se cuentan.

El trabajador autónomo y la microempresa son los principales (y en ocasiones los únicos) modelos que eligen los emprendedores a la hora de organizarse e intentar alcanzar sus metas y objetivos. Esto se debe principalmente a que, en líneas generales, se cuenta con poca financiación para empezar los proyectos empresariales. Y algo más de todo lo que uno diga porque con esto el microempresario puede tener un mejor acceso a un proyecto con el cual podrá tener una buena idea de negocio

En cuanto al estrato social de origen cada vez es más difícil precisarlo, bien por que aquellos denominados "clase media" se han fusionado con estratos inferiores en una movilización social vertical descendente, o porque en prevención de ello sus integrantes están optando por formas alternativas y complementarias para generar ingresos, en un esfuerzo por enfrentar la merma de la calidad de vida hasta ahora disfrutada.

Las diversas iniciativas económicas emprendidas van desde la señora ama de casa, madre soltera de 4 hijos, habitante de un barrio de la ciudad que decidió prestar el servicio de costura o de elaboración de empanadas; pasando por el joven adulto padre de familia, que instaló un rudimentario taller mecánico en le garaje de su vivienda, hasta aquellos jóvenes profesionales de Barquisimeto que emprendieron una empresa de lentes de contacto, UltraLens, siendo hoy en día la única que fabrica lentes de contacto bifocales blandos en toda Latinoamérica. Para el año de 1996 contaba con el 25% de participación en el mercado nacional, compitiendo un 40% de su producción con productos importados y exportando a las islas Antillas y a otras regiones de Latinoamérica.

En América Latina y el Caribe, las empresas con menos de 10 trabajadores generan la mayoría de los empleos y una parte considerable del ingreso regional. Decenas de millones de familias se ganan la vida en estas diminutas empresas económicas. Y en épocas de crisis, la microempresa ofrece refugio a las personas en los sectores más vulnerables de nuestras sociedades.

La microempresa informal latinoamericana a diferencia de la microempresa dinámica, sofisticada y tecnológicamente avanzada de países desarrollados no se distingue tanto por su dinamismo sino por su capacidad de sobrevivencia. Frente a la racionalidad sustentada en contratos formales, reglamentos de trabajo y medidas de seguridad del sector moderno, la racionalidad del sector informal consiste en una amalgama de comportamientos solidarios y de explotación. Las redes de apoyo y soporte entre familiares y vecinos constituyen relaciones de dependencia paternales en donde el patrón determina los salarios, los honorarios, los descansos y las obligaciones del trabajador sin recursos.

Políticas de Apoyo a la Microempresa

La crisis económica de los años 80 llevó a los gobiernos de América Latina y el Caribe a tomar diversas medidas para reducir el empobrecimiento y deterioro en la calidad de vida de amplios sectores de la población.

Un documento elaborado en 1987 por la Comisión de Asuntos Sociales de la OEA, puntualiza que "Esa crisis, económica y social ha acentuado la necesidad de insistir en la ejecución de estrategias de desarrollo dando prioridad al uso de programas que permitan acelerar la generación de empleo, incrementar los ingresos familiares, aumentar las divisas, utilizar al máximo la capacidad instalada nacional y aprovechar eficientemente los recursos internos a fin de minimizar los gastos externos." (OEA, 1987:91).

De esta manera en 1979 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) aprueba el Plan de Acción Regional sobre la Integración de la Mujer en el Desarrollo de América Latina y el Caribe. En dicho documento se consideran las condiciones de vida de las mujeres de la región y su vinculación con los problemas de desarrollo de los países, enfocando especialmente los modelos de desarrollo deseables.

Es en este contexto que la microempresa se perfila entonces como una estrategia de solución a los problemas en cuestión, dadas ciertas características como la capacidad de las microempresas para contribuir al desarrollo generando fuentes de empleo y servicios, oportunidades al empleo femenino y juvenil, proporcionando parte importante de la alimentación básica, posibilitando el desarrollo de las áreas rurales y los pequeños centro urbanos y sirviendo como mecanismo para atenuar los procesos de concentración poblacional en los cascos urbanos.

A mediados de la década de los ochenta, los planes de desarrollo de los países latinoamericanos contemplan el apoyo a las micro, pequeñas,

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