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La Sociedad Que Queremos


Enviado por   •  22 de Marzo de 2014  •  2.470 Palabras (10 Páginas)  •  201 Visitas

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LA SOCIEDAD QUE QUEREMOS

RESUMEN

El presente artículo aborda algunos aspectos sociales y políticos contemporáneos de interés para la educación. Los problemas seleccionados son la temporalidad, el trabajo, el poder, la organización, la ética y la diversidad cultural. El tratamiento dado a cada uno de estos temas consiste en mostrar los dos principales enfoques que, desde la perspectiva del movimiento anticapitalista, se presentan como deseables y necesarios para la construcción de una nueva sociedad en el contexto de la construcción de un mundo mejor posible.

SUMMARY

The present article approaches some contemporary social and political aspects of interest for the education. The selected problems are the temporality, the work, the power, the organization, the ethics and the cultural diversity. The treatment started to each of these topics consists in showing both principal approaches that, from the perspective of the anticapitalist movement, they present as desirable and necessary for the construction of a new society in the context of the construction of a better world as possible.

Se trata de ir más allá del capital pero, en el contexto actual del movimiento anticapitalista que conocemos, encontramos diferentes visiones. Estas diferencias se presentan tanto en el ámbito de las macro políticas generales como en las acciones más cotidianas de la gente. Podría resultar un grave error si se cancelara, por las razones que fuesen, la posibilidad del diálogo y la conveniencia de profundizar acerca de estas diferencias de enfoques sobre lo que consideramos necesario y deseable para un cambio radical de la sociedad. En este artículo se presentan algunos comentarios para el intercambio de estos puntos de vista.

DOS SECUENCIAS DEL TIEMPO

El tiempo constituye un aspecto central en el proceso de emancipación. Se pueden distinguir dos secuencias distintas del tiempo: el tiempo de los pasos previos antes del cambio y el tiempo del cambio propiamente dicho. Ambos aspectos se pueden organizar de acuerdo a un determinado orden. Una secuencia coloca primero los pasos intermedios y en la segunda fase el cambio, es decir, el salto a la otra sociedad, esta instancia se puede resumir como el tiempo de espera. La otra opción invierte la secuencia y coloca primero el cambio, aún cuando reconoce que el proceso posterior puede ser prolongado, esta sucesión es la del tiempo ahora. Dieterich ha dicho "Se están desarrollando las bases para una segunda fase. Esta primera fase no tiene nada que ver con socialismo"(Dieterich, 2005). El problema con la opinión anterior es que esta secuencia temporal nunca ha funcionado y sólo ha conducido a una sociedad que no queremos.

El capitalismo organiza el tiempo de acuerdo a la secuencia de "tiempo de espera", que fue también el concepto de tiempo asimilado por la izquierda tradicional. Sin embargo, en términos de la emancipación del capital, esta secuencia necesita ser invertida; en otras palabras, no se trata de la secuencia del "tiempo de espera" sino la secuencia del "tiempo ahora".

El capitalismo dista mucho de ser algo abstracto, existe porque hacemos que exista, su existencia depende enteramente de que lo hagamos, basta que dejemos de hacer el capitalismo para que éste deje de existir. El capitalismo no es algo abstracto que se puede abolir, el capitalismo se deja de hacer.

DOS TIPOS DE HACER

Existen dos tipo de hacer, el hacer creativo y el hacer enajenado. El hacer del capital es el hacer enajenado, que produce valor –como valor de cambio– y plusvalor. Al igual que la secuencia del tiempo, el capital organiza también nuestro hacer. Esa es una de las razones por las cuales no es suficiente la negación del capital, son necesarias además acciones alternativas. Se deja de hacer, o se anula, porque se hace otra cosa, justamente esa otra cosa es lo que significa superar la situación negada, por lo tanto, se "anula y supera el estado de cosas actual" (Marx y Engels, 1973, p 35). Se deja de hacer el capital, o se niega, porque hacemos otra cosa, esto es, hacemos acciones positivas. Pero no es el hacer enajenado, sino el hacer creativo, el que puede anular y superar el estado de cosas actual. Las organizaciones y las luchas que tienen por objeto la defensa del hacer enajenado suelen ser muy necesarias, pero no pueden ser revolucionarias, porque están dentro del sistema y a lo sumo consiguen llegar –como dijera Lenin– a la conciencia "tradeunionista". Lo revolucionario reside en no someterse al hacer enajenado. No se trata de la lucha del trabajo enajenado en contra del capital, sino de la lucha en contra del hacer enajenado.

El capital reduce la producción de los seres humanos sólo a la producción de bienes y servicios, pero la producción de los seres humanos es más que economía, es también producción de lenguajes, signos, artes y diseños. No hacer el capital requiere prestar atención a la cuestión de la "forma", una categoría que tiene mucha importancia, especialmente en lo que se refiere a las relaciones sociales de producción de bienes y servicios. Las relaciones sociales de producción de bienes y servicios son formas históricas específicas, en este sentido las formas tales como el mercado, el dinero, los precios, los valores de cambio, son todas "formas" históricamente específicas de relaciones sociales. En la nueva cultura, que es otra cultura, en una sociedad de autodeterminación colectiva, no existen ni pueden existir esas formas de relaciones sociales, que corresponden históricamente al capital. Esa es la razón por la cual el problema del capitalismo no se reduce a quien tiene el control de esas formas, sino que se trata de inventar, experimentar y construir otras formas de relaciones sociales. Por eso es importante la conciencia de ir más allá del capital.

El monocultivo en la agricultura, por ejemplo, es negativo, asimismo lo son los alimentos transgénicos. Ambos, afectan la salud tanto de los seres vivientes como del suelo, además, comprometen la seguridad alimentaria. No hacer el capital, entonces, quiere decir romper con el monocultivo y los alimentos transgénicos, significa, en resumen, diversidad en la producción agraria, superación de la petrodependencia y el tipo de manejo altamente mecanizado, principalmente significa otras formas de producción agraria, no vinculadas a los valores de cambio, ni al dinero, ni al mercado.

DOS ENFOQUES DE LUCHA

Hay

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