La característica de simple efecto

EL PAGARÉ

 INTRODUCCIÓN:

Para el mejor desarrollo de las actividades económicas se utilizan servicios de ciertas empresas, que pueden considerarse complementarias o auxiliares de los establecimientos comerciales e industriales.

Las más importantes de estas empresas son los bancos, cuya principal actividad es la tenencia de dinero en depósito, permitiendo su extracción en cualquier momento, mediante el cheque. Esta gestión tiene origen en un contrato entre el establecimiento industrial o comercial y el banco, el cual se denomina cuenta corriente.

Además, los bancos realizan funciones prestamistas de dinero, a interés constituyéndose en cierta medida en habilitadores de capital para las actividades comerciales e industriales.

Para la documentación de créditos, en la vida comercial se emplea en gran escala un instrumento cambiario de características propias: el pagaré.

El pagaré es otro de los documentos de crédito, cuyo uso es muy difundido entre las instituciones financieras. Es un título en donde sólo intervienen en principio dos sujetos, el emitente y el tomador.

El Pagaré es un título valor que se caracteriza por contener una promesa de pago de una cantidad determinada por una persona (emitente) a favor de una persona determinada (tenedor o tomador).

En el presente informe hablaremos sobre todo respecto a este documento.

En primer lugar, trataremos sobre los antecedentes y concepto del pagaré; luego veremos las características y requisitos que éste presenta como tal. Asimismo, veremos los diversos tipos de pagarés existentes. También estableceremos sus ventajas y las diferencias entre el pagaré y la letra de cambio. En seguida, analizaremos la ley de los títulos de valor; en donde nos fijaremos exclusivamente en el pagaré. Finalmente, podremos conocer formatos de pagarés y concluir a cerca de este tema.

 ORIGEN DEL PAGARÉ

El pagaré nace en la Edad Media, antes que la letra de cambio, comenzando a utilizarse en las ciudades del norte de Italia para evitar el riesgo de llevar efectivo en largos desplazamientos por caminos plagados de bandoleros. Así, se entregaba el dinero en efectivo a un banquero y éste firmaba un documento prometiendo devolverlo en otro lugar a quien se lo había entregado o a quien éste designase.

En España, el pagaré se regula por primera vez en el Código de Comercio de 1829, pasando luego a ser regulado por el Código de Comercio de 1885, en cuya regulación únicamente se reconocía fuerza ejecutiva a la letra de cambio, pero no al pagaré. De esta forma, el pagaré cayó en desuso a favor de la letra de cambio, que pasó a convertirse en el documento de crédito por antonomasia, ya que, por su fuerza ejecutiva,

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