La cirugía plástica como factor para mejorar el autoestima de la mujer.

La cirugía plástica como factor para mejorar el autoestima de la mujer.

Actualmente el tema de la cirugía plástica es de gran debate en la población y ha causado mucha controversia, principalmente en algunos medios de comunicación como la televisión, donde día a día se presentan programas que incluyen variedad de ámbitos, factores y circunstancias en los cuales se aplica la cirugía plástica, y es desde allí donde cada uno de nosotros podemos inferir que esta cuestión presenta muchos aspectos positivos que pueden ayudar a la mujer. Las mujeres piensan que haciéndose este tipo de intervenciones quirúrgicas podrán mejorar su autoestima y alcanzar la belleza que tanto anhelan. Pero aquí viene nuestra pregunta del conocimiento ¿En qué medida la cirugía plástica se ha convertido en un medio para mejorar la autoestima de la mujer?

Primero vamos a analizar que es la cirugía plástica. El arte de la cirugía estética, que por lo general se concreta en personas sanas que desean mejorar su aspecto, requiere de cierto entrenamiento y criterio que sólo lo da la especialidad y el talento. Se entiende por cirugía plástica a la especialidad que se dedica a restaurar la forma y función de las estructuras del cuerpo. Pretende corregir pequeños defectos, que aunque no son causa de problemas vitales o funcionales, preocupan a la persona y son causa de sufrimiento. Los cirujanos "tratan" aquellas partes corporales que son un "problema" o motivación de baja autoestima para los pacientes, siendo ésta una de las principales causas por las que las personas deciden hacerse una cirugía; asegurando que no sólo mejoraran el aspecto físico de sus pacientes, sino que también el equilibrio físico. Los costos de una cirugía plástica varían en función de diversos factores tales como la ciudad y el país donde se realiza, el tipo de clínica deseado, el cirujano elegido y lo que es más importante, su estado de salud frente a la naturaleza de sus expectativas sobre los resultados.

La belleza es un signo natural de salud y fuerza, pero desde hace algún tiempo las personas ya no se conforman con lo que les ha dado la naturaleza, ya que vivimos en un mundo donde podemos modificar nuestra apariencia con la tecnología de la cirugía.

Hoy en día, las mujeres le están dando un uso muy diferente a este tipo de especialidades quirúrgicas. Ellas sueñan con un cuerpo armonioso; para ello se realizan tratamientos que, según sus relatos, no son efectivos, por lo cual acuden a la cirugía. Esta construcción del cuerpo femenino está influenciada por las experiencias vividas en su vida cotidiana, donde familia, amigos, medios de comunicación y médicos cirujanos influyen en la decisión de realizarse una cirugía estética. Después de la cirugía un grupo de mujeres se sienten satisfechas y aumenta su autoestima, debido a que logran alcanzar su propósito de lucir bien ante los demás, dejan de verse feas frente al espejo y empiezan a recibir comentarios positivos respecto a su cambio, lo cual provoca que en ellas nazca un amor propio y empiecen a valorarse así mismas. Por otra parte,  Otro grupo queda insatisfecho y tienen sentimientos de frustración, ya que en algunos casos la intervención no tiene éxito o simplemente no alcanzan las expectativas deseadas. Del mismo modo, se han dado casos de negligencia médica puesto que los cirujanos plásticos no cuentan con una gran experiencia laboral y equipos adecuados. La mayoría de la mujeres, en su afán de agradar al otro, hacen sacrificios para ser bellas, de acuerdo a los cánones de belleza de la sociedad actual, creyendo que es una obligación hacerlo; sin embargo, lo que desconocen es que las imposiciones de belleza tienen su origen en las opiniones de las personas, que ven el cuerpo de las mujeres imperfectos, con necesidad de ser mejorado.

Las mujeres de la edad media no se enfocaban tanto en cambiar las formas físicas de su cuerpo, ya que en esa época se valoraba a las mujeres de cuerpos grandes y no influenciaba tanto los comentarios malintencionados de las personas acerca de la apariencia, ya que entre más gordita era la mujer, más bella la veían. Sin embargo contaban con métodos que las hacían ver atractivas ante el ojo humano como: el maquillaje, pelucas extravagantes, lucían vestidos que acentuaban sus curvas y las hacían ver más esbeltas. Usaban corsé para disminuir su cintura, lo que ocasionaba que en el transcurso del tiempo, esta dejara de tener la forma inicial, convirtiéndose en una más pequeña. A diferencia de que en la mujer del siglo XXI intervienen más factores, ya que los estereotipos sobre la belleza han evolucionado. Las mujeres buscan alcanzar la figura perfecta que la misma sociedad ha creado, sin importar las adversidades que tengan que atravesar para poder conseguirlas, recurriendo a procesos quirúrgicos, los cuales son: la Mamoplastia de aumento, Lipoescultura, Rinoplastia, Lipoinyección glútea, Liposucción, entre otras. No importa si tienen dinero o no, ellas tratan de hacer que lo imposible se haga posible y se encargan de buscar algún medio para poder juntar el dinero suficiente y poder realizarlas. Incluso  existen mujeres que se han encargado de ahorrar por años para poder alcanzar la belleza deseada y no ser un objeto de crítica y burla para la sociedad.

La Organización Mundial de la Salud dijo que: “la salud no es únicamente la ausencia de enfermedad, sino todo aquel conjunto de circunstancias que hacen de la persona un ser equilibrado física, psíquica y socialmente. De acuerdo con esta premisa, toda intervención sobre una imperfección estética que afecte a la persona y pueda ser corregida, tiene justificación”, es decir que si una mujer ha recurrido a realizar alguno de estos procesos, tuvo un buen motivo, ya que simplemente ha querido corregir las imperfecciones de su cuerpo y empezar a sentirse bien con ella misma.

La sociedad siempre ha valorado y priorizado la belleza, es por esto que sin importar la raza y la cultura las mujeres han ido hasta los extremos más inalcanzables en nombre de la belleza. A pesar de que ellas merecen un gran mérito por ser capaces de realizar múltiples tareas, son las más criticadas por el colectivo, debido a que a ellos les preocupa más la apariencia física, lo que ha ocasionado que muchas de ellas pierdan su autoestima, sus valores y su felicidad. La vida parece imposible sin un espejo y una continua aprobación que las haga sentirse seguras.

Se ha creado un prototipo de belleza ideal que se reduce a la imagen física de la “mujer Light”, que es la de un cuerpo delgado, esculpido y congelado en la eterna juventud, pero que para lograrlo, deben realizar una variedad de dietas y programas de ejercicios, en el primer caso; cirugías, siliconas y liposucción, en el segundo, y los inventos de la cosmética y los laboratorios (suplementos dietarios, parches de estrógeno) y nuevamente el bisturí, en el tercero. Por otra parte las mujeres se dejan influenciar por las vanguardias, las modas de alta costura y por las modelos de pasarela, que hacen que ninguna de ellas se sientan satisfechas con su propio cuerpo, es por esto que recurren a las cirugías para igualar el ideal de belleza.  Existen técnicas, como la lipoescultura, que moldea el cuerpo extrayendo lo que "sobra".

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