La crisis desencadenada a comienzos del siglo XXI, en Estados Unidos

En el siguiente escrito, hare un breve análisis, frente a la crisis desencadenada a comienzos del siglo XXI, en Estados Unidos. Desde el punto de vista del economista Joseph Eugene Stiglitz en su libro “La caída libre”, enfatizando principalmente en los capítulos IV y V, titulados el “fraude de las hipotecas” y “El gran atraco estadounidense” respectivamente.

Desde el 2001, Estados unidos ha vivido momentos críticos en su economía. En primera instancia, el país entra en recesión al momento en que las acciones en la tecnología bajan bruscamente; para tal, se crean nuevas acciones estratégicas que llamarían la atención del público.

Como una primera acción estratégica, los banqueros Estadounidenses se unen y crean alianzas sólidas entre los bancos extranjeros. Esta medida, les haría confiarse, al otorgar créditos peligrosos. Para ello, y como segunda acción, los bancos crean tasas de interés sorprendentemente bajas para la adquisición de créditos con fines hipotecarios.

Por lo que, fueron las compañías hipotecarias, las que primero reaccionaron al ofrecer casas a muy bajo costo.

Todo esto llamaría rápidamente la atención de cualquiera que sin importar su posición social las podría aprovechar, pues, era su interés, captar la mayor atención del público, no solo con tasas bajas, sino que además, a estos no se les habría de hacer estudios crediticios, ni se les observaría su capacidad de pago, simplemente, era tan sencillo que miles de familias acudieron a tan valiosa oportunidad.

Prontamente, fueron miles de personas las que acudieron a los créditos. Todo este flujo económico, hizo que las tasas de interés fueran incrementando progresivamente, de tal manera que la deuda superaba la capacidad de pago del prestatario que ahora debía perder su casa, pues esta, era la garantía para tales créditos. Además, no solo fue perder sus hogares, sino que para ello, debían ofrecer como parte de pago los ahorros de toda una vida.

Pero allí, no termina el fracaso de la excesiva confianza, pues como tercera medida estratégica, se crearían las llamadas “Titulaciones”, que consistían en vender títulos hipotecarios a los inversionistas de otros bancos y a fondos de inversión de todo el mundo. Para ello, se buscaba repartir los riesgos, de tal manera que ahora no solo afectaría a un país, sino a todo un mundo globalizado, desatando así la crisis financiera.

Por lo que el estado, con su entonces presidente George Bush, vuelve a poner el país en recesión, y como auxilio inútil para la sociedad, decide inyectar capital de las reservas federales del país, directamente de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC). De esta manera, los bancos seguían confiándose por tales reservas. Mientras miles de personas no se explicarían, cómo es que su mandatario, no les apoyaría en su miseria o como argumenta

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