La educación es una herramienta que permite a los jóvenes tener acceso a una formación para el futuro

La educación es una herramienta que permite a los jóvenes tener acceso a una formación para el futuro, por ello es importante que cuenten con espacios donde puedan educarse en condiciones óptimas que propicien la generación de oportunidades, y que brinde además los medios de inclusión a las poblaciones con vulnerabilidad económica. Pero, dentro de este ámbito educacional se presenta la deserción estudiantil, que es un fenómeno que enfrenta la sociedad en general, pero que suele tener mayores ramificaciones en la población de bajos recursos económicos, que ve limitadas sus posibilidades de salir de su situación de pobreza, además de otros factores que condicionan y contribuyen a la deserción estudiantil.  Este fenómeno como tal, tiene varios años de estar presente dentro de la sociedad costarricense, como menciona Herrera (2012), “entre los retos más importantes que actualmente enfrenta la educación secundaria, se encuentra el cómo mantener a los estudiantes dentro del sistema educativo, este desafío aumenta conforme incrementa la cobertura escolar” (p.5).

Y es que la deserción estudiantil, claramente, se presenta tanto en sectores rurales como en sectores urbanos, y es por ello que, para los fines de la presente investigación en el abordaje de la fenomenología, en donde interesa la forma en que las personas perciben y construyen su ciudad, se tomará el cantón de Heredia para el desarrollo del mismo. Cabe aclarar que, por motivos de tiempo, para poder realizar el abordaje de este estudio en todos los colegios de cantón de Heredia, se realiza el mismo a partir de información documental que pueda brindar los datos necesarios para el desarrollo del mismo.

Ahora bien, para una mejor comprensión, cuando se habla de la deserción “se entiende que el estudiantado que ha desertado del sistema educativo, es aquel que abandona el sistema educativo formal, no se traslada a otra institución formal después de iniciar el curso lectivo” (Herrera, 2012, p. 14), lo que se convierte en una limitante para el desarrollo individual y personal de los jóvenes.

La pobreza y el desempleo sobresalen como las principales causas que hacen que los estudiantes salgan de las aulas, esto para buscar un trabajo que les permita ayudar en sus hogares. Igualmente, quienes provienen de familias con poca escolaridad, que además presentan situaciones de desintegración familiar y violencia, suelen estar propensos a la deserción estudiantil. Se suele observar que es durante el periodo de vacaciones de medio tiempo donde se dan más casos de deserción estudiantil. También condiciones como la desmotivación causan que lo estudiantes pierdan el interés en continuar con sus estudios, esto porque el sistema educativo no responde a las necesidades de los estudiantes:

[…] dentro del sistema educativo, algunos de los planes de estudio no suplen algunas de las necesidades de los jóvenes de hoy, además se deben considerar las diferentes modalidades educativas del sistema educativo; en algunos casos, los programas no tienen relación con la realidad cotidiana de los estudiantes, por lo que se induce a la deserción escolar. (Herrera, 2012, p.8)

 Entonces, la educación construida subjetivamente, lleva a que algunos jóvenes, dependiendo de sus condiciones, construyan a la educación como una dimensión que no es fundamental para su entorno, puesto que, para su realidad inmediata, hay factores mucho más relevantes como lo es contribuir en sus hogares. Estas prácticas se encargan de reproducir el fenómeno de la deserción estudiantil, lo que puede brindar una comprensión de lo que mueve a los estudiantes a tomar esta acción. Estos se pueden entender como parte de las condiciones dentro de las cuales se manifiesta el fenómeno como tal.

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