La llegada de los españoles a la ciudad de México

La llegada de los españoles a la ciudad de México

En “La historia verdadera de la conquista de la Nueva España” Bernal Diaz del Castillo da mucho valor a las emociones que vivian los conquistadores antes de llegar a la ciudad de Mexico por la primera vez; nos describe su miedo ante la inpredicibildad del destino, que los esperaba: “... y como somos hombres y temiamos a la muerte no dejabamos de pensar en ello...” El temor aumentaban las advertencias que les dieron a los españoles acerca de lo que los esperaba si entran a la ciudad “...y teníamos muy bien en la memoria las pláticas e avisos que nos dieron los de Guaxocingo e Tlascala y Tamanalco, y con otros muchos consejos que nos habían dado para que nos guardásemos de entrar en México, que nos habían de matar cuando dentro nos tuviesen.” pero al mismo tiempo la admiracion por la grandeza de lo desconocido: “nos quedamos admirados, y decíamos que parecía a las cosas y encantamiento que cuentan en el libro de Amadís, por las grandes torres y cues y edificios que tenían dentro en el agua, y todas de cal y canto; y aun algunos de nuestros soldados decían que si aquello que aquí si era entre sueños.”

Bernal Diaz del Castillo describe el camino de los españoles que partieron de Istapalapa y por una calzada se diriguieron a hacia la ciudad de México. Por el camino se encontraban con numerosos indigenas, que asombrados,salieron para verlos.El camino estaba lleno de torres, puentes y canoas que flotaban por la laguna que separaba la ciudad. Al llegar a la calzadilla que iba a Cuyoacan Bernal menciona a los caciques, enviador Montezuma: “vinieron muchos principales y caciques con muy ricas mantas sobre sí, con galanía y libreas diferenciadas las de los unos caciques a los otros, y las calzadas llenas dellos, y aquellos grandes caciques enviaba el gran Montezuma delante a recibirnos ... y en señal de paz tocaban con la mano en el suelo y besaban la tierra con la misma mano.”

Un tiempo despues, conforme al avance de los españoles hacia la ciudad de México surgio el historico encuentro entre Cortez y Montezuma, Bernal Diaz lo recuerda la escena de la siguiente manera: «...Ya que llegábamos cerca de México .... se apeó el gran Montezuma de las andas, y traíanle del brazo aquellos grandes caciques, de bajo de un palio muy riquísimo a maravilla, y la color de plumas verdes con grandes labores de oro, con mucha argentería y perlas y piedras chalchihuites (jade) que colgaban de unas como bordaduras ... otros muchos señores venían delante del gran Montezuma, barriendo el suelo por donde había de pasar, y le ponían mantas para que no pisase la tierra ...» Cortez de inmediato se dio cuenta que era el gran Montezuma, y bajo del caballo. El rey mexica le dio la bienvenida, y a cambio Cortez le regalo un collar que traia a la mano de unas piedras de vidrio y lo puso en el cuello de Montezuma,

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