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La simplicidad, y a su vez, la complejidad de la vida en su mínima expresión.


Enviado por   •  11 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  1.500 Palabras (6 Páginas)  •  287 Visitas

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La simplicidad, y a su vez, la complejidad de la vida en su mínima expresión

La vida en la Tierra está protagonizada por una mínima unidad vital, pues sin la sola presencia de la célula, nada de lo vitalmente existente sería posible. Sin embargo, todo aquello que posee vida, de uno u otro modo se encuentra interrelacionado, por ello la interacción vital dentro de la Tierra obedece a un patrón singularmente pequeño, ya que los macro procesos, de algún modo son el innato reflejo de un conjunto de procesos vitales significativamente diminutos –no visibles a simple vista- que para ser posibles necesitan de la intervención de algunos factores, tanto externos como internos; así como el papel de las células en los distintos organismos es primordial, el rol de cada una de las partes de dichos organismos es esencial para el funcionamiento de los mismos. Desde otro punto de vista, así como la célula conforma la mínima estructura que hace permisible el desarrollo de la vida, existen macromoléculas que constituyen la estructura de esta base vital, las mismas que surgen de la unión de moléculas sencillas y éstas a su vez, conformadas por átomos. Por ello es crucial mantener presente un orden que está enmarañado acorde a la estructuración e interacción de cada organismo, empezando desde niveles intraorgánicos  hasta niveles supraorgánicos, en consecuencia, el átomo es la unidad fundamental de la materia, ubicándose así dentro del nivel subcelular hasta llegar a la formación de la célula; mientras que en otro extremo de la organización están las agrupaciones de organismos más complejos, que en secuencia, forman comunidades y su interacción con el ambiente, establecen ecosistemas y la agrupación de estos últimos constituyen finalmente, la biósfera. Entonces, la materia viva es el magnífico resultado de la asombrosa dinámica de la vida en su mínima expresión.

Es cierto que gran parte de elementos químicos que hasta ahora se conocen, constituyen la naturaleza, sin embargo existe un grupo determinado de elementos que constituyen la materia viva, los mismos que se clasifican en primarios y secundarios dependiendo de su importancia y cantidad presente en los seres vivos. Por ello, elementos como, el carbono, el hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo y el azufre, constituyen el 96% de la materia viva, por tanto el 4% restante está constituido por bioelementos secundarios indispensables, tales como calcio, sodio, potasio, magnesio, cloro y yodo, así como bromo, zinc y titanio, que son variables. El grupo CHONPS, es fundamental para la formación de las conocidas biomoléculas orgánicas. Al cumplir con funciones como las de crear estructuras y tejidos, liberar o almacenar energía en el organismo, o servir como facilitadores para reacciones bioquímicas, de las biomoléculas se derivan algunas orgánicas como otras inorgánicas, siendo así las primeras formadas mayormente por carbono e hidrógeno, constituyendo de esta manera, proteínas, lípidos, ácidos nucleicos y polisacáridos; en tanto que el agua, el dióxido de carbono y las sales minerales son la más significativas representaciones de biomoléculas inorgánicas. Por otro lado, el agua, al ser un líquido, cuyas moléculas están unidas por puentes de hidrógeno, se convierte en una molécula polar, razón por la cual es considerada disolvente universal, teniendo en cuenta que además del oxígeno, es el responsable de mantener con vida a los distintos organismos, conjuntamente con las sales minerales, las cuales se incorporan al cuerpo humano a través de la alimentación y en consecuencia, constituyen soluciones amortiguadoras, forman estructuras esqueléticas, mantienen un estado de salinidad en el medio interno y estabilizan dispersiones coloidales.

En cuanto a macromoléculas, todas –salvo los ácidos nucleicos- proveen la célula de energía, sin embargo, de forma general, se encargan de la estructuración de la célula y en un aspecto maximizado, de formar esqueletos, tejidos, enzimas y demás componentes orgánicos. A pesar de ello, los carbohidratos, son responsables de la energía primaria, mientras que los lípidos –especialmente fosfolípidos- constituyen la pared celular, además cuentan como una gran reserva de energía, en cambio las proteínas intervienen en la mayoría de procesos biológicos, en tanto que los ácidos nucleicos son los responsables de la genética de cada ser vivo, ya que se su responsabilidad es, mantener de forma  codificada las instrucciones e información necesarias para el desenvolvimiento y desarrollo de la célula.

La sola presencia de un núcleo celular separa a la célula en dos tipos: eucariota y procariota, ésta última no posee núcleo y está presente en bacterias y cianobacterias, en tanto que los protozoos, hongos, vegetales y animales son eucariontes. Del mismo modo, la célula eucariota se clasifica en célula vegetal y animal, y aunque son contadas las diferencias que las separan, cabe resaltar que la membrana celular cumple un papel sumamente importante en cuanto al funcionamiento de la célula pues. “Constituyen el límite entre la célula y el medio que las rodea (…), por ello las sustancias que se mueven hacia afuera o adentro de la célula, pueden hacerlo con o sin gasto de energía” (Dpto. de Ediciones Educativas de Santillana S.A., 2014, p.43). Cabe recalcar que así como un organismo por el hecho de estar vivo, necesita nutrirse para mantenerse con dicha vida, las células también necesitan de nutrición  y lo pueden hacer de dos maneras: nutrición heterótrofa –la realizan todos los animales, hongos y protozoos- consistente en incorporar materia orgánica e inorgánica, valiéndose de la energía química presente en los enlaces que constituyen la primera; por otro lado, está la nutrición autótrofa –propia de plantas, algas y cianobacterias- la cual, a través de la presencia de energía luminosa, se logra transformar materia inorgánica adquirida por medio de la membrana plasmática, en orgánica. Fuera de estos procesos, el ciclo celular, denominado meiosis para estructuras sexuales, en la que después de un arduo proceso se obtienen, de una célula madre, cuatro células haploides a partir de dos diploides; y conocido como mitosis para aquellos organismos multicelulares, pues, a diferencia del anterior, en este ciclo se obtienen dos células hijas con la misma dotación cromosómica que la de su progenitora. Por otro lado.

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