Las Relaciones De Poder Que Se Establecen En El Aula A Través De La Comunicación Verbal Y No Verbal

Las relaciones de poder que se establecen en el aula a través de la comunicación verbal y no verbal

“Creo que la comunicación es un elemento muy importante para establecer una buena o mala relación entre los alumnos y los profes; algunas veces depende de nosotros los alumnos, otras de los maestros, pero creo que le corresponde más al profe tratar de ganarse nuestra confianza, nuestro respeto y nuestro afecto, porque es una persona más grande y más experimentada y se supone que está preparado para poder manejar y controlar la clase sin llegar a ser ni un ogro prepotente al que todos le teman ni una persona que permita que los alumnos hagan lo que quieran; debe haber un equilibrio.” Luis, 14 años.

Según Marcelo Caruso, el conocimiento, las instituciones educativas y el vínculo pedagógico son sedes de redes de poder. Así, se puede hablar de una micropolítica escolar, con micro-poderes que circulan, se adaptan, se transforman y se ejercen en cualquier situación, tanto por parte del profesor, como por parte del alumno. Muchas veces, las escuelas aparecen como un lugar de amor, un templo del saber, un lugar para el encuentro didáctico, una segunda familia, un lugar de socialización, y pareciera que el poder entra en la escuela sólo cuando las autoridades realizan inspecciones; la realidad es otra. La escuela es un lugar poco neutral y el aula es un espacio donde tanto alumnos como maestros ejercen poder a través de comunicación verbal y no verbal.

Primeramente, es importante señalar que el establecimiento de una comunicación eficaz y efectiva es imprescindible para el éxito del proceso enseñanza-aprendizaje. En el aula, educación y comunicación son interdependientes y en los últimos años se ha dado mucha importancia a la relación ellas; como se menciona en el artículo “El proceso didáctico como proceso de educación,” la que educación, hoy, es una construcción de significados que tienen como base la comunicación; entendida como un conjunto de recursos personales, psicológicos y pedagógicos que un profesor o profesora utiliza en su relación con el alumnado para establecer una buena relación cargada de sensibilidad y afectividad para ayudarle en su crecimiento personal. De ahí que, la labor del profesor sea una de las más bellas del mundo porque exige inteligencia, humanidad y amor, pero también, la capacidad de ejercer su poder en el aula para brindar una buena guía a los estudiantes, la comunicación y el poder deben estar a favor de la enseñanza-aprendizaje y no en su contra.

“Los maestros tienen el poder en el aula de una manera que pocos podemos notar, los buenos maestros nos apoyan de cierta forma exigiéndonos más porque saben que cualquiera tiene el potencial, nos dan consejos para salir adelante mostrándonos varios caminos que podemos tomar aunque algunas veces nos hablen con palabras fuertes.” Jesús, 15 años. “La maestra de inglés, continúa Jesús, tiene fama de enojona, estricta, mala onda, todos dicen que es una <perra maldita>, pero la verdad es muy chida. Sí, es muy exigente y estricta, pero su clase es muy entretenida y divertida, jugamos, cantamos, bailamos, nos cuenta cuentos, vemos caricaturas y películas, pero lo más importante es que podemos aprender con todo lo que hacemos; ella hace todo lo que puede para hacernos entender, nos da dulces, nos pone ejemplos clave, también nos da confianza, seguridad, respeto y la opción de elegir en muchas ocasiones, lo que es fundamental para todos nosotros porque nos toma en cuenta. Ella sabe cuando ceder, cuando regañarnos, cuando hablarnos bonito, cuando apapacharnos, cuando darnos una segunda oportunidad y cuando no, el próximo semestre me volveré a inscribir con ella.”

“¡Ay sí! ¡A mí me encantó la clase de inglés! Al principio todos nos metían miedo porque hablaban muy mal de ella y es cierto que tiene sus reglas y esas reglas las tenemos que respetar todos: los minutos de tolerancia al inicio de la clase, la hora en que pasa lista, no pone retardos, el uso del celular, los permisos para salir del salón, comer y tomar agua; el uso del español en clase, la entrega de tareas, cómo debemos entregar los trabajos, cuándo debemos guardar silencio, el respeto y otras cosas; pero lo más importante es que para ella también aplica ese reglamento.” Zeltzin, 15 años. “Cuando nos portamos mal, a veces no nos regaña, prosigue Zeltzin, pero al otro día nos pone películas como Mentes peligrosas, El camino del guerrero, Juego de honor, que nos hacen reflexionar y hasta llorar. Yo sí recomiendo a la Miss; si en verdad desean aprender, ella es la mejor opción.”

“Sí, a mí no me gustaba el inglés, de hecho saqué seis en el primer parcial, pero ella me llamaba mientras los demás hacían trabajos en equipo, me explicaba y estaba al pendiente de que hiciera mis ejercicios. Una vez, nos trajo una película sobre el movimiento del 68, en español, después contestamos un cuestionario en inglés y al final nos dejó dar nuestra opinión en español; ese día la amé, fue una actividad muy padre porque nos escuchó y al final nos felicitó y agradeció que le permitiéramos conocernos un poco más. Para Halloween, se disfrazó igual que nosotros y en día de muertos, entre todos pusimos una ofrenda y nos enseñó mucho vocabulario. Eso sí, cuidado cuando se enoja, lo que ocurre cuando nos empezamos a pasar de listos, o sea de irresponsables y desmadrosos, con una mirada hace que nos comportemos, o sólo levanta un poco la voz y todos nos callamos antes de la cuenta de tres, o deja de hablar y se va a sentar al escritorio y empieza a observarnos; ella nos ha inculcado que si queremos respeto debemos respetar y que para todo hay tiempo: para poner atención, para platicar, para jugar, para todo.” Dan, 14 años.

Una sonrisa, una caricia, una mirada, una muestra de afecto y/o interés son elementos positivos y agradables dentro del proceso de comunicación no verbal en el aula; así como lo son los comentarios valorando el esfuerzo y el progreso, la exaltación de lo bueno y las palabras de aliento, en la comunicación verbal; ya que el clima emocional que existe en el salón de clases es decisivo para el éxito de los procesos de enseñanza y de aprendizaje y un ambiente lleno de afecto ayuda a aprender. Estas formas de comunicación son indispensables para lograr que los alumnos se sientan en un ambiente grato, además de que la forma en que se dirige el maestro a ellos debe ser de confianza permanente para que el alumno se sienta importante, pero sobre todo comprendido y tomado en cuenta.

El maestro debe asegurar que las actividades en el aula sean productivas, con estructuras de participación claras, directas y persistentes. Debe establecer reglas y procedimientos

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