Las Técnicas Freinet

“Técnicas Freinet”

“Los instrumentos modernos –de las técnicas Freinet- ofrecen una nueva visión del rendimiento y las perspectivas de la clase. Éstos son, en primer lugar, todas las disciplinas escolares: aritmética, francés, historia, geografía, ciencias, dibujo, etc., que se benefician de una práctica escolar deliberadamente abierta a la vida y que suscita entre los alumnos y en el maestro iniciativa y curiosidad” “Escuela viva, continuación natural de la vida de familia, de la aldea, del medio”

Básicamente, este es el objetivo de las Técnicas Freinet; se podría decir (o por lo menos eso pensé yo al principio) que nada nuevo dentro del abanico de las nuevas visiones pedagógicas interesadas en relacionar la educación con la vida cotidiana y con valores tales como la democracia, la inclusión y la igualdad. Sin embargo, lo que me parece más interesante de este libro es la forma en que está escrito, puesto que no se queda en el discurso sino que narra y ejemplifica, desde las problemáticas que dieron lugar al nacimiento de la idea (un problema físico de Freinet) hasta la disposición física de los diferentes elementos dentro del salón de clases.

Los instrumentos clave de la pedagogía Freinet son: el texto libre, la correspondencia entre las escuelas, el dibujo libre, las asociaciones de padres de familia, pocos alumnos por clase (“25 alumnos por clase”) y el lugar físico donde ocurre la clase.

Un aspecto que me parece muy interesante es la distinción que hace el autor entre técnica y método puesto que para él (y creo que tiene razón) el método es rígido y esta pedagogía, de lo que carece, es justamente de rigidez: “El método es un conjunto hecho completamente por su iniciador, que hay que tomar tal como es, y en el que sólo el autor tiene autoridad para modificar los datos” . La principal desventaja del método sería entonces, que pierde vigencia con los años; la falta de adaptabilidad a los cambios podría terminar con lo espontaneidad necesaria para estar a la vanguardia y eventualmente, convertirlo en otra forma de ejercer la escuela tradicional.

Otro factor de capital importancia para el éxito obtenido es que las Técnicas Freinet fueron elaboradas por un profesor, es decir, alguien que conocía mejor que nadie las problemáticas de la escuela y de los niños y que además tuvo el ingenio necesario para ir más allá de lo convencional, puesto que reconoció y sobre todo recordó lo que para él fueron esos años y cómo día a día, al momento de ingresar a la escuela se producía el rompimiento entre la alegría de vivir y la rigidez de la institución, que dejó de pensar en el “tienen que”, “deben de” para considerar la realidad. “Es, sin duda, la primera vez en la historia de la pedagogía que un intento de renovación parte radicalmente de la base: la Sra. Montessori y Decroly eran médicos, los psicólogos suizos eran antes que nada pensadores. Dewey era filósofo… dejaban, por fuerza, esa ocupación a los técnicos de base, quienes por falta de organización, de instrumentos y de técnicas, no lograban convertir sus sueños en realidad. Esto es lo que explica que los mejores métodos no hayan llegado hasta ahora a conmover profundamente al conjunto de las escuelas, y que persista un desequilibrio inveterado entre las ideas generosas de unos y la impotencia técnica de otros”

En cuanto a los padres de familia, sobre todo cuando los recursos son escasos y la resistencia al cambio grande, el convencimiento y la contribución de los mismos a la vida escolar son invaluables. Es necesario convencer a los padres que la escuela no es el único ligar donde los niños se “educan” y que tampoco es donde se van a cubrir las deficiencias que tienen su raíz en el hogar, sino que la escuela es una continuación de la vida en el hogar y del medio ambiente inmediato del niño; que la educación es más bien un proceso de retroalimentación entre los diferentes ambientes por los que transcurre el niño a lo largo de su día. Entendido lo anterior, no será difícil su contribución para mejorar estos ambientes en todos los aspectos. En relación con el aspecto económico, difiero un poco con el autor: “una de las ventajas más apreciables de las Técnicas Freinet es justamente la facilidad de su empleo en un local que no exige ninguna instalación previa costosa que tenga que cargarse en los presupuestos municipales” . Al considerar el mobiliario con el que debería contar una clase para trabajar de forma eficiente, no creo que las instalaciones no sean costosas. Lo que pasa que trato de pensar en la aplicación de algo así en nuestro país y me parece que por cuestiones de espacio y dinero podría ser un poco problemático; esto no es un asunto menor, ya que el espacio físico es, si no el más, uno de los aspectos más importantes de la pedagogía Freinet. Se me ocurre que dentro del contexto en el que se aplicó la pedagogía Freinet esto se compensó con el hecho de que en una misma clase convivían alumnos de varios niveles lo que a la larga pudiera ser más bien un ahorro de recursos, pero lo cierto es que una instalación de este tipo no parece algo sencillo y que en ese sentido la cooperación de los padres y demás miembros de la sociedad es elemental, de tal forma que se aproveche el margen de acción, por mínimo que sea.

Esto es importante y vale la pena dado lo innovador de los instrumentos de trabajo que las Técnicas Freinet proponen (mesa de imprenta, de pintura, de dibujo libre, de corte, de experimentación, modelado, armario vacio, mesa de cálculo, etc.) y que considero yo, enriquecen los conocimientos de una manera única, puesto que son lo que en muchos casos permitirían el vínculo entre la escuela y la vida cotidiana.

Ya en la práctica, me parece que lo esencial de la pedagogía Freinet es la concepción acerca del niño. El niño no es ya un ser ignorante que no tiene nada que aportar, sino por el contrario, tiene muchas cosas por aprender pero también muchas para enseñar, por lo que es esencial que el maestro no sea ese ser superior que todo lo sabe, sino que se ponga al nivel del niño, lo que en la práctica se refleja con la disposición del escritorio del profesor, que es bajado del estrado y por consecuencia, más accesible a los niños. Las faltas no son sancionadas y desde luego ya no hay cabida para la humillación de ningún tipo ni premios o palabras especiales para los alumnos particularmente dotados. El maestro ya no escatima en la ayuda proporcionada a los alumnos ya que de antemano existe un interés genuino por parte de los niños por aprender, puesto que lo que aprenden es aplicado y premiado por la vida misma.

En cuanto al programa “oficial” que por regla debe de ser cumplido, me parecen fascinantes las técnicas empleadas.

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