Legas A Mi

Llegas a mí

Llegas a mí hoy, el día más bello de mi vida

Hoy que veo por fin culminados mis anhelos

Hoy que por fin siento mis hombros sin carga alguna

Hoy llegas tu, con ese andar sinuoso de tus caderas, que bailan al son de una canción de arrabal, llenas de pasión, de lujuria, de fuego embriagador.

Moviendo tu sedosa cabellera negra, larga, ondulada, con esa insinuante rosa roja que embellece tu sien.

Me miras, sonríes, tus ojos negros, profundos, sin fin, me reconocen, me absorben me ciegan.

Me llamas por mi nombre, que dulce y claro suena en tu boca roja carmín, susurras tres palabras sensuales, profundas, definitivas, “ven a mí”, me llamas, me atraes, siento que levito, que vuelo a mi encuentro contigo.

Me abrazas, siento tu suave piel dorada, firme, cálida pero fría a la vez.

Me estrechas contra tus pechos, esos pechos gallardos, hermosos, erguidos, yo me dejo llevar, ahora lo entiendo, siempre estuviste a mi lado desde niño, fuiste constante en mi vida, que ironía, tu una constante en mi vida y hoy por fin estamos frente a frente, juntos, fundidos en un solo ser.

Te vi acompañando al abuelo, lo vi partir feliz, no dejaste solo a mi padre en sus últimos momentos, acompañándolo cuando los demás, no estuvimos ahí. En tierras lejanas guiaste el camino de mi hermana mayor, a su viaje sin retorno.

Te vi de cerca por primera vez en la sala de un hospital, te sentí, pude verte como lo que eres en realidad, una mensajera de paz, de sosiego, vi con mis ojos como calmaste la agonía de mi madre, como dejabas en su rostro una expresión de paz, alivio, satisfacción y libertad. Lastimaste mi alma, mi corazón al llevarte parte de mi, pero a la vez te ame, pues fuiste capaz de superar el egoísmo humano que nos impedía dejarla marchar.

Y hoy por fin estamos juntos, ya en tus brazos me siento en mi hogar, ahora lo entiendo, este es mi destino, naci para llegar a ti, no siento miedo, ni pena o dolor, siento alegría regocijo, paz, amor ese amor que solo tú das, un amor que no hace diferencias, vienes a mí y yo me dejo llevar.

Hoy llegas a mí, o es quizás al revés yo llego a ti, soy tuyo, mi alma, mi esencia, mi ser.

Hoy soy feliz, aunque escucho llorar a quienes dejo atrás, no entienden mi dicha, no entienden mi paz, me llevas contigo… a la libertad.

Muerte, hoy llegas a mi.

Autor: Felipe López Galván.

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