Los personajes. Escritura Compartida

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“Los personajes no sólo son el corazón de un libro. Son también sus manos, sus pies, su mente… su alma”.

La frase que usamos como puntapié inicial define la importancia de los personajes dentro de un relato escrito. Los personajes tienen un impacto mucho mayor, incluso, que la historia misma. Es por eso que tenemos que aprender a entender a los personajes y aprender a crearlos personajes apropiadamente para nuestra historia.

¿Qué los personajes tienen un impacto mayor que la historia? Sí. No estamos locos. Vamos a explicar esto. Por lo general, al leer una novela, un cuento o un relato narrativo de mediana extensión (o de mucha extensión), podemos apreciar que la historia se va explicando durante todo el transcurso del libro. Cada capítulo va aportando al desarrollo de la historia y por lo general, hasta la última página aporta valor al desarrollo de la historia que se está contando. El problema es que es difícil captar el interés del lector sin revelar más información de la que queremos en un principio. Es por eso que, muchas veces, nos “enganchamos” con un libro, más que por la historia (pues en un inicio aún no tenemos claridad sobre la trama), porque los personajes nos parecen atractivos. Puede que algún personaje esté luchando una batalla, esté abriendo su corazón a un amor, esté teniendo un ataque de histeria, o cualquier cosa que pueda atrapar nuestra atención. No sabemos por qué están haciendo eso o por qué están sintiendo eso, pero nos interesa saberlo. Es así como nuestra empatía con el/los personaje/s determinará si nos interesa conocer la historia o no.

Muchas veces nos hemos encontrado con libros que, por tema de gustos personales, no nos parecen atractivos y hasta nos parece aburrida su trama, pero los personajes son simpáticos y eso nos hace llegar al final de la lectura, solo para saber cómo les irá. Por el contrario, cuando no empatizamos con algún personaje, difícilmente nos llegará la historia. ¿Han visto en las redes sociales esos mensajes que dicen: “Qué personaje de ___ eres?”. Son juegos que tienen mucho éxito porque de alguna manera, todos queremos identificarnos con los personajes de las series, películas, libros, etc. Inconscientemente queremos sentirnos representados. Ver que hay un personaje que está sintiendo como yo lo haría o que está viviendo algo parecido a lo que yo vivo parece mágico; nos emociona. Por eso, si queremos contar una historia interesante, tenemos que preocuparnos de que los personajes sean interesantes.

Con esto ya dimos una pista importante. Los personajes, sean seres humanos, animales, fantasmas, extraterrestres o lo que sea, siempre deben representar características humanas, para que los lectores puedan sentirse identificados. Libros como “el libro de la selva” nos muestran virtudes y defectos humanos, con los que cada uno puede familiarizarse, para mal o para bien, asociados a animales u objetos personificados. Yo no tengo nada en común con una taza, pero si me dicen que la taza sabe hablar, es amable y divertida y además sueña con ir al mar y librarse del tosco anciano que la encierra en un mueble viejo, entonces sí, podría llegar a sentirme identificado con esa taza.

Veamos los aspectos principales que tenemos que considerar al hablar de personajes.

Tipos de personajes

Hay muchas formas de categorizar los personajes. La más global es hacerlo por su participación dentro de la historia. En este sentido encontramos:

Personajes principales: Son los personajes sobre los que trata la historia. Tienen la mayor participación dentro de la obra. La temática de la obra escrita gira en torno a ellos y muchas veces incluso llegan a ser la voz narradora del relato que se está contando. Las decisiones que tomen y las acciones que hagan los personajes principales deben justificar la trama y dar sentido a la problemática que se aborda. Por lo general, dentro de los personajes principales encontramos otra subdivisión: Los protagonistas y los antagonistas. Ambos son fuerzas contrarias y que sostienen el conflicto de la obra. No necesariamente son personas individuales. Podrían ser casas, familias, naciones o cualquier grupo de personas.

Personajes secundarios: Son aquellos que tienen una menor participación en la obra o cuyas acciones tienen menor relevancia. Vale destacar que esto no los hace menos importante. Estos personajes son clave para dar a conocer detalles del contexto en el que se desarrolla la obra y muchas veces son los que provocan o facilitan los choques entre protagonistas y antagonistas.

Personajes esporádicos: Son personajes que aparecen en un momento particular de la obra y después de eso desaparecen para siempre, o bien, aquellos que aparecen de vez en cuando, pero sin implicancias sobre la obra. Generalmente se utilizan para aumentar la carga emocional o bien, para explicar alguna acción que todavía no se ha aclarado. Un ejemplo muy claro (tomado del cine) son los violinistas de la película Titanic. ¿Quién no repara en ellos? No afectan en lo más mínimo en la historia, pero aportan sensibilidad al momento de tensión que los personajes están viviendo. Son los que transmiten la idea de: “Oye, no solo los protagonistas están sufriendo” lo que añade carga emocional a las escenas. Este ejemplo nos ayuda a entender que estos personajes también son importantes.

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