MERCANCIA Y DINERO: Interpretaciones

MERCANCIA Y DINERO:

2) Doble carácter del trabajo representado por las mercancías.

Explicación:

Para Carl Marx, el capital la mercancía capaz de generar dinero, y las mercancías poseen algo en común es que todas ellas para su obtención, han requerido el uso de la mano de obra o la fuerza laboral, y esta mano de obra tiene un rendimiento marginal a medida que aumenta en la producción, manteniéndose el capital constante.

El trabajo determina el valor de las mercancías o su valor de cambio, la función del trabajo o su carácter respecto a las mercancías, es en dos posturas:

La primera es que el “trabajo útil”, sirve para la acumulación de riqueza, y el trabajo, es lo que permite al proletario o a la clase obrera, contar con dinero para obtener las mínimas condiciones de vida. Y la distinción de trabajo cualificado o especializado y el trabajo indiferenciado, es lo que determina las clases sociales.

Lo segundo es que el trabajo, es decir la intensidad del uso de este en la producción de determina mercancía, es lo que da a esta su valor de cambio. Es decir mientras más horas de trabajo o mayor cantidad de mano de obra que requiera determinada mercancía, determinara su valor. El trabajo es como describe Marx, la “sustancia social” que requiere toda producción

1.- ¿CÓMO ERA AGENTE ECONÓMICO EN ESA ÉPOCA?

En la época donde apareció el famoso Karl Marx puede decirse que existieron dos tipos de agentes económicos, en primer lugar, existió un agente económico el cual era netamente empresarial, poderoso, dueño de fábricas industriales, aquellos que con el pasar del tiempo acumulaban grandes fortunas y riquezas, por otro lado estaban aquellas personas que trabajaban largas horas en las fábricas, sujetos muy pobres que vivían en pésimas condiciones.

Por lo que Perdices (2004) afirma “Toda la sociedad se divide cada vez más en dos bandos hostiles, que se enfrentan entre sí: la burguesía y el proletariado” (p.269).

Las clases altas eran las más opulentas y estaban conformadas por los poseedores de grandes extensiones de tierra y de grandes negocios. En la clase media se encontraban los profesionales y propietarios de pequeñas extensiones de campo. Por último, en la clase popular estaban los campesinos, obreros y mendigos.

Las condiciones eran deplorables para los trabajadores, largas jornadas laborales de hasta 18 horas, no habían días de descanso, pago salarial muy bajo e injusto y la explotación infantil era latente.

Cabe recalcar, que a lo largo de este periodo los obreros de fábricas protagonizaron protestas y movilizaciones que se concentraron

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