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Dinero o circulación de mercancía.


Enviado por   •  18 de Febrero de 2016  •  Informes  •  1.883 Palabras (8 Páginas)  •  211 Visitas

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Capítulo III

EL DINERO, O LA CIRCULACION DE MERCANCIA

1. Medida de los valores

La primera función del oro consiste en proporcionar al mundo de las mercancías el material para la expresión de su valor, o bien en representar los  valores mercantiles como magnitudes de igual denominación, cualitativamente iguales y cuantitativamente comparables. Las mercancías no se vuelven conmensurables por obra del dinero. En cuanto medida del valor, el dinero es la forma de manifestación necesaria de la medida del valor inmanente a las mercancías: el tiempo de trabajo. La expresión del valor de una mercancía en oro  –x mercancía A = y mercancía dineraria- constituye su forma de dinero o su precio. El dinero no tiene precio alguno.

El precio o la forma dineraria del valor característica de las mercancías es, al igual que su forma de valor en general, una forma ideal o figurada, diferente de su forma corpórea real y culpable. Todo guardián de mercancías sabe que cuando confiere a estas la forma del precio, o forma aurea figurada, está lejos de haberlas bañado en oro, y que para tasar en oro millones de valores mercantiles no necesita una sola pisca de ese metal. Si dos mercancías distintas –por ejemplo el oro y la plata- sirven simultáneamente como medida del valor, todas las mercancías tendrán dos expresiones de precios diferentes, precios en oro y precios en plata. Las mercancías con precios determinados se representan todas en la formula siguiente: a mercancía A = x oro; b mercancía B = z oro; c mercancía C = y oro, etc., donde a, b, c representan determinadas cantidades de las clases de mercancías A, B, C; x, z, y, determinadas cantidades de oro.

En cuanto medida de los valores y como patrón de los precios, el dinero desempeña dos funciones completamente diferentes. Medida de los valores es el dinero en cuanta encarnación social del trabajo humano; patrón de los precios, como peso metálico fijo. En cuanto medida del valor, el dinero sirve para transformar en precios, en cantidades figuradas de oro, los valores de las variadísimas mercancías; en cuanto medida de los precios mide precisamente esas cantidades de oro. Cambio en el valor de oro, medida del valor. Dicha variación afecta simultáneamente a todas las mercancías, dejando por tanto inalterado sus valores relativos recíprocos, aun  cuando todos se expresen ahora en precios áureos superiores o inferiores a los de antes.

Los precios de las mercancías solo pueden aumentar de manera generalizada si se mantiene constante el valor del dinero y aumentan los valores de las mercancías o si, permaneciendo estos inalterados, el valor del dinero baja. Las denominaciones dinerarias de los pesos metálicos separan de sus primitivas denominaciones ponderales. Obedece a diversas razones, las cuales las históricamente las decisivas: 1) Introducción de dinero extranjero en los pueblos menos desarrollados. 2) A medida que se desarrolla la riqueza, el metal menos precioso se ve desplazado por el más precioso de la función de medir el valor.   3) La falsificación de dinero por parte de los príncipes, practicada secularmente, que del peso originario de las piezas monetarias no dejo en pie, de hecho, más que el nombre. Los precios, o las cantidades de oro en que idealmente se transforman los valores de las mercancías, se expresan ahora en las denominaciones dinerarias o en las denominaciones de cuenta, legalmente vigentes. El nombre de una cosa es por estero a la naturaleza de la misma. El precio es la denominación dineraria del trabajo objetivado en la mercancía. La equivalencia entre la mercancía y la cantidad de dinero cuyo nombre es el precio de aquella, es, por consiguiente, una tautología, ya que la expresión relativa del valor de una mercancía es siempre y en general expresión de la equivalencia entre dos mercancías. Al transformarse en precio la magnitud del valor, esta relación necesaria se pone de manifiesto cómo relación de intercambio de una mercancía dineraria. En la forma misma del precio está implícita de una incongruencia cuantitativa, de una divergencia entre el precio y la magnitud del valor. La forma del precio no solo admite la posibilidad de una incongruencia cuantitativa entre magnitud del valor y precio, o sea entre la magnitud del valor y su propia expresión dineraria, sino que además puede albergar una contradicción cualitativa, de tal modo que, aun que el dinero solo sea la forma de valor que revisten las mercancías, el precio deje de ser en general la expresión de valor. Para que una mercancía pueda operar de manera efectiva como valor de cambio, ha de desprenderse de su corporeidad natural, transformarse de oro puramente figurado en oro real.

2. Medio de circulación

a) la metamorfosis de las mercancías

El desarrollo de la mercancía engendra la forma en que pueden moverse. El producto de una modalidad útil de trabajo remplaza  al de otra. En un comienzo las mercancías entran en el proceso de intercambio sin un baño de oro, ni de azúcar, tal como fueron creadas. Las mercancías se contraponen como valores de uso al dinero como valor de cambio. La mercancía es realmente valor de uso; su carácter de ser valor se pone de manifiesto solo de manera ideal en el precio, que la refiere al término opuesto, al oro, como a su figura real de valor.

El proceso de intercambio de la mercancía, pues, se lleva a cabo a través de dos metamorfosis contrapuestas que a la vez se complementan entre sí: transformación de la mercancía en dinero y su reconversión de dinero en mercancía. Las fases en la metamorfosis de las mercancías son, a la vez, transacciones del poseedor de estas: venta, o intercambio de la mercancía por dinero; compra, intercambio de dinero por mercancía, y unidad de ambos actos: vender para comprar.

El poseedor tiene que haber empleado en su producto nada más que el tiempo medio de trabajo socialmente necesario. El precio de la mercancía es solo la denominación dineraria de la cantidad de trabajo social objetivada en ella. La división de trabajo se convierte en mercancía el producto de trabajo, y con ello torna en necesaria la transformación del mismo en dinero. A un poseedor de mercancías, el oro le remplaza su mercancía y al otro la mercancía le remplaza su oro.

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