Mate Financiera

CAPITULO II

“LA ATENCION”

Existen medios que nos ayudan a llegar al conocimiento de la verdad, y existen obstáculos que no lo entorpecen, el objeto del arte de pensar bien es saber eliminar los obstáculos lo que buscamos.

La atención se consigue fijando la mente en un objeto, no nos sirve de nada ver sin observar u oír sin escuchar, si hacemos esto el conocimiento o el provecho que le vamos a sacar va a ser nulo o inexacto, es sumamente importante que a todo lo que hagamos le prestemos atención ya que si no será algo inexacto.

• Las Interrupciones.

Estas pueden ir desde el sonar de un celular o hasta el claxon de un automóvil, sumamente importante es desarrollar una atención fuerte y flexible, que no se caiga por simple ruidos y nos haga perder nuestro objetivo.

CAPITULO XIII

“LA BUENA PERCEPCIÓN”

• La idea.

Pensar con claridad, exactitud y viveza, juzgar con claridad y discurrir con rigor y solidez son tres rasgos de un buen pensador.

La idea es el actor interior de hacernos cargo de un objeto. Aquello que no sabemos que es pero cuya existencia no podemos poner en duda, es algo no tangible pero si visible dentro de nosotros.

Para percibir con claridad y viveza tenemos que estar atentos a todo lo que se nos ofrece, no descuidar ningún detalle ni pasar por alto nada.

CAPITULO XIV

“El JUICIO”

• Creación de axiomas falsos.

Al crear un axioma falso todo se puede derrumbar de una manera rápida e intempestiva, es como recargar todo el peso de una barda en un castillo mal cimentado entre más avanzados vayamos más frágil se convierte y el momento en que se derrumbé es inminente.

• Suposiciones gratuitas.

En ocasiones tomamos en cuenta un hecho que no tiene más que sólo la certeza que nosotros le damos a falta de un principio general.

Esto pasa cuando queremos explicar un fenómeno o alguna situación careciendo de datos sobre su origen o naturaleza.

Es necesario demostrar que una cosa ha ocurrido no sólo por el simple hecho de que haya pasado, sino por los motivos que lo hicieron posible.

• Preocupación en favor de una doctrina.

El hombre dominado por la preocupación no busca ni en los libros, ni en las cosas lo que realmente es, sino que busca lo que a el

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