Medidas De Prevención Contra Enfermedades Venéreas

Medidas de prevención contra las enfermedades venéreas.

Existen gran cantidad de enfermedades venéreas infectocontagiosas que se transmiten a través de las relaciones sexuales y de objetos contaminados. Una de las principales maneras de evadir el contagio de estas es evitando la promiscuidad; en el caso de las personas adultas, teniendo una sola pareja sexual y en los adolescentes evitando la sexualidad precoz.

El carácter epidémico de las enfermedades de transmisión sexual da testimonio de la dificultad de controlarlas. Algunos organismos oficiales de salud pública atribuyen el incremento de muchas de estas enfermedades al aumento de la actividad sexual. También puede ser significativa la sustitución del preservativo por otros métodos de control de natalidad como anticonceptivos orales y diafragma.

La medida de prevención contra todas las enfermedades venéreas más utilizada, la de uso más sencillo y una de las más eficaces, es el preservativo o condón, que actúa como una barrera física que impide que los espermatozoides y los óvulos entren en contacto al momento de la eyaculación, lo cual impide la fecundación. Además, el preservativo representa un arma poderosa en la lucha contra las enfermedades venéreas, principalmente el SIDA. También existe el preservativo femenino, pero al contrario del masculino (condón), su protección contra las enfermedades venéreas es mínima.

La única forma de prevenir la propagación de las enfermedades de transmisión sexual es identificando a las personas con las cuales ha tenido contacto sexual la persona infectada y proceder a determinar si también necesitan tratamiento. Por lo general esto se lleva a cabo en los centros de salud pública, que es donde se informa de la mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y la hepatitis B son enfermedades graves que nos deben hacer tomar conciencia sobre lo importante que es protegerse contra las enfermedades venéreas.

Tratamiento de las principales enfermedades venéreas.

El tratamiento básico de las enfermedades de transmisión sexual producidas por bacterias es mediante el uso de antibióticos. La penicilina ha sido efectiva contra la sífilis y la gonorrea, pero muchos organismos gonorreicos resisten hoy la acción de este fármaco. En estos casos es efectivo la ceftriaxona o la espectinomicina. La tetraciclina se emplea para tratar el linfogranuloma venéreo, el granuloma inguinal y la uretritis por Chlamydia. Hay también tratamientos específicos para otras enfermedades de transmisión sexual como los fármacos antivíricos (aciclovir por ejemplo), que resultan efectivos contra el virus herpes.

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