Mega construcción pasto ipiales

¿El bien común prima sobre el particular?

El corredor vial Pasto – Rumichaca sin duda es un gran avance para el departamento de Nariño ya que el departamento no cuenta con gran competitividad a nivel nacional y esta importante obra dará el inicio a nuevos tiempos para el departamento y la comunidad en general, brindándonos movilidad y conectividad, seguridad vial, generación de empleo y desarrollo regional, estos son grandes tópicos que evidentemente son en pro de la ciudadanía y la región o esto en pocas palabras nos da a entender la empresa “CONSESIONARIA VIAL UNION DEL SUR” en su página web, donde expresa;

“La doble Calzada Rumichaca – Pasto optimizará el tiempo de viaje entre Pasto y la frontera con Ecuador, y será un corredor con las grandes especificaciones de las vías de 4G donde se construirán 78 kilómetros de doble calzada y se realizará el mejoramiento de 5 kilómetros en la vía existente, para un total de 83 kilómetros de longitud del proyecto, lo que mejorará la seguridad y el nivel de servicio de la vía.”

http://www.uniondelsur.co/autopista-4g-rumichaca-pasto-una-de-las-principales-fuentes-de-empleo-en-narino/

Pero más allá de la innovación y el desarrollo para el departamento estamos dejando de lado un tema muy importante que por ningún lado toca ni la radio, ni prensa, mucho menos toca el tema la empresa unión del sur y es respecto a las familias afectadas aledañas a esta mega construcción que inicio en el 2018 y aún sigue en proceso, la pregunta aquí es;

¿Por qué una obra que aporta al desarrollo de la sociedad afecta a familias aledañas?

Como sabemos la mega obra contara con aproximadamente 83 kilómetros de distancia de los cuales no todo el tramo será reconstruido si no que se adecuara y se creara nuevas vías, puentes, acueductos, etc. Por ende se intervendrán diferentes pueblos circundantes a las obras como son San Juan, Pilcuán, Pedregal y el cebadal. Estos pueblos se verán sometidos a grandes remodelaciones ya sea a las afueras del pueblo como dentro del mismo, implicando que varias familias campesinas tengan que desalojar sus casas y tierras en las cuales han vivido y cultivado por generaciones, siendo grandes fuentes de cultura y tradición campesina, teniendo que apegarse a las “ayudas” que ofrece la empresa unión del sur hasta que sus predios pasen a ser ofertados y comprados por esta misma.

En este punto es donde nos preguntamos ¿está bien arrancarle de las manos a nuestros campesinos sus tierras y su casas para el desarrollo de todo un departamento? Una respuesta clara para esta pregunta no existe ya que se ven inmersas diferentes perspectivas como son la cultura, la tradición versus el desarrollo territorial que tanto las unas como la otra son importantes.

Según la guía discutida en clase El PROBLEMA DE LA IDENTIDAD ANDINA Identidad, historia y cultura nos cita al inicio de esta una frase muy particular para este caso;

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