ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Metáfora de la caverna de Platón


Enviado por   •  20 de Septiembre de 2015  •  Síntesis  •  666 Palabras (3 Páginas)  •  679 Visitas

Página 1 de 3

        La idea de que la humanidad sigue deleitándose con imágenes de la realidad como sucedía con los individuos encerrados en la caverna platónica es una interpretación muy interesante aunque no del todo correcta. Sontag olvida o soslaya que la alegoría de Platón sobre los sujetos que están perdidos en las tinieblas de la caverna, no es más que una metáfora mesiánica que Platón construyo para indicar que los encargados de sacar al mundo de las tinieblas de la ignorancia (la oscuridad de la caverna) y guiarlos a la luz de la sabiduría eran los filósofos. Esta metáfora griega cargada de pedantería y vanidad estaba a tono con la mirada que los filósofos de la época tenían de si mismos: seres superiores al resto que estaban prestos a guiar a sus congéneres sumergidos en un mundo de ignorancia y apariencias. De hecho el mismo Platón consideraba a todo este mundo, como una burda copia de “su mundo ideal” o “de las ideas” y como copia lo veía como una degradación. Para él, el supra mundo o mundo de las ideas era la perfección: de ahí la idea de un mundo ideal o mundo platónico, mientras que el mundo de aquí era una degradación de ese mundo ideal.

        El mismo Platón estudio este sistema de degradaciones, o copias como un sistema de escalones que van desde el mundo real al mundo ideal. Hecha estas salvaciones a lo que consideramos es una tesis incorrecta de parte de Sontag podemos continuar analizando su interpretación sobre la era de las imágenes en que hoy vivimos. Podemos apuntar que es cierto que la gente está deleitada con el mundo de imágenes en el que vivimos hoy y que por supuesto la gente tiene una necesidad compulsiva de registrar lo que sucede en su vida: el crecimiento de sus hijos, graduaciones, bodas, aniversarios, etc. En esto podríamos coincidir con Sontag, pero…. ¿no es cierto también que el deseo de registrar nuestros actos no es algo propio del ser humano?

        Ya los primeros hombres de las cavernas (y no la platónica) dejaron registradas en las pinturas rupestres sus actividades: festejos, actividades de caza, sus manos. Mas adelante lo harían las primeras civilizaciones de la medialuna de las tierras fértiles: las figuras talladas en piedra en la ciudad de Ur, en Nippur, las largas figuras talladas en las paredes de Egipto. ¿Y que decir del largo manto tejido para registrar la batalla de Hastings en el medioevo que significaría un vuelco para toda la historia humana? Se puede agregar a la Monna lisa, la Maja desnuda, las madmoseilles d’ Avignon. Y la lista es interminable. No: se equivoca Sontag, y se equivoca en grande; no es propio de esta época la compulsión humana de que querer registrarlo todo con imágenes.  Es de todas las épocas: es desde siempre. La respuesta es mucho mas compleja: como dice Jean Paul Sartre, en su filosofía existencialista, el humano sufre el horror de la existencia, el horror de saberse fugaz, etéreo, nimio, poco, pasamos por este mundo tan fugazmente, y permanecemos tan poco tiempo en el que nos es necesario, irremediablemente necesario, darle entidad a nuestra existencia, registrarla, en un vano intento por congelarla. Dejar constancia de que estuvimos aquí. De ahí que hay un ritual para todo: fotos de bodas, de la graduación de nuestros hijos, de nuestras bodas de plata, de oro, de las vacaciones. Nos fotografiamos con nuestros padres y abuelos por que sabemos que en algún momento no los tendremos. Si, esta es la respuesta del porque necesitamos registrarnos en el mundo con fotos o imágenes. Por el vacío existencial.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.8 Kb)   pdf (40 Kb)   docx (11 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com