Mi Nombre Es Khan

LOS PEQUEÑOS CAMBIOS DE UNA PERSONA, PUEDEN SER UNA LUZ.

En la película “My name is Khan” (Mi nombre es Khan), podemos evidenciar muchas características de la realidad que viven personas con estas condiciones físicas y mentales, la indiferencia de quienes los rodean, la burla social que atenta sobre ellos, solo porque son incomprendidos y muchos de los abusos que se puedan imaginar los afectan, pero algunas veces existen personas que no se dejan llevar por lo que otras digan o por una simple apariencia, que los quieren comprender del todo o conocer o ver de una manera diferente a como lo hace el resto del mundo, esa persona que le gusta hacer feliz a los demás a pesar de los problemas y/o inconvenientes que tenga ya en su vida, es aquella persona que generalmente se identifica por su curiosidad, inteligencia, alegría y belleza natural de cualquier tipo, se podría decir que estoy estereotipando a una persona, pero no lo es, puede ser como lo desee, pero siempre buscará ayudar a alguien más cuando encuentre la posibilidad.

Dentro de la película observamos varias personas con estas características como: la madre de Khan, la esposa del hermano menor de Khan, pero especialmente a la persona que trato de describir, Mandira, es la persona que por situaciones de la vida salvo a Khan de un inconveniente relacionado con su condición, pero no por esto lo rechazo, siempre lo ayudo y lo animo de la mejor manera posible, tanto así que como seguramente ni él lo esperaba se enamoraron, ella una mujer inteligente que había pasado por muchas cosas durante su vida, que residía en Chicago y que tenía un pequeño hijo (Sam), fue la razón por la cual Khan empezó a socializar, emprendió un largo viaje de aceptación y de tratar de relacionarse, pese que a su condición de padecer el síndrome de Asperger y todos los temores que este le causa, incluso si le tenía miedo al color amarillo, a las personas extrañas, a los ruidos muy fuertes, lo supero por la mujer que amaba, ella se adaptó a la situación y creyó en que el amor todo lo puede, pero la vida no siempre es tan justa, hay situaciones inoportunas que no son nada buenas, muchas veces les llamamos pruebas divinas con la esperanza de que al hacerlo pasen y no nos afecten nunca más, pero hay otras que son tan duras que es difícil superarlas, la felicidad de Khan y Mandira venía con una de ellas, al ser el musulmán y tras casarse Mandira cambio su apellido y el de su hijo, como explicaba anteriormente, la vida para ellos cambio, tras el atentado del 11 de septiembre del 2001, muchos xenofóbicos musulmanes atacaron a toda persona relacionada con esta religión, la sociedad corrompe por el miedo a si se sea inocente, se culpa a otro por su condición sin ser culpable, el miedo a un inocente toma represarías contra él, estos serían algunos de los mensajes que nos deja explícitamente la película, donde por todo esto el amado y único hijo de Mandira es asesinado.

Allí es donde se ve claramente el amor de una madre, que es para la sociedad y para lo que yo lo considero, el más grande y sincero que hay, claro con algunas excepciones, pero en el caso de Mandira era así, Khan inocente de lo que sucedió, pero que su hijo “adoptado”, porque así quería al pequeño Sam, muerto por defenderse y por decir abiertamente que su padre era musulmán, pero que no era terrorista. Ella enloquecida y cegada por el suceso de su hijo, solo quería justicia, buscándola en las autoridades que no se mostraban muy dispuestas a ayudar, intento hacerlo sola y lo logro tras pasar por muchas situaciones de adversidad, pero no sin antes culpar a Khan de lo que sucedió, ella en el fondo sabía que no era culpa de ninguno de los dos, solo era la sociedad que los juzgaba injustamente, los tachaba de terroristas solo por su origen, un triste caso, que se ve actualmente.

Mandira en su estado decide decirle a Khan muchas cosas que solo salen por rabia,

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