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Minerales


Enviado por   •  8 de Junio de 2013  •  3.098 Palabras (13 Páginas)  •  223 Visitas

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Minerales:

LOS MINERALES INDISPENSABLES Constructores de nuestro organismo de la alimentación, es decir, aquellos que se encuentran en la naturaleza sin formar parte de los seres vivos. Desempeñan un papel importantísimo en el organismo, ya que son necesarios para la elaboración de tejidos, síntesis de hormonas y en la mayor parte de las reacciones químicas en las que intervienen los enzimas. Son, por desconocidos, poco valorados, pero hoy se sabe que mantener un nivel adecuado de minerales es fundamental para que el cuerpo humano funcione correctamente. Todos ellos son esenciales, es decir, el organismo no es capaz de producir ninguno por sí mismo y necesita adquirirlos de los alimentos que conforman la dieta cotidiana para evitar carencias. Algunos de ellos se necesitan en gran cantidad y otros en cantidades menores.

Se pueden dividir los minerales en tres grupos: los macro elementos que son los que el organismo necesita en mayor cantidad y se miden en gramos.

Los micro elementos que se necesitan en menor cantidad y se miden en miligramos (milésima de gramo). Y por último, los oligoelementos llamados también elementos traza, que se precisan en cantidades pequeñísimas del orden de microgramos (millonésimas de gramo).

MACROELEMENTOS:

SODIO: Regula el reparto de agua en el organismo e interviene en la transmisión del impulso nervioso a los músculos. Su exceso provoca aumento de la presión arterial (hipertensión),irritabilidad, retención de líquidos y sobrecarga de trabajo para los riñones, que deberán eliminarlo por la orina. Las necesidades aumentan cuando se suda mucho, al tomar diuréticos y en caso de diarrea o vómitos.

Fuentes: Principalmente la sal, pero esta presente en todos los alimentos. Debido a que normalmente consumimos un exceso de sodio, el problema es encontrar los alimentos que tengan menos cantidad. Estos alimentos son las frutas en general, seguidas de las verduras.

POTASIO: También actúa de regulador en el balance de agua en el organismo y participa en la contracción del músculo cardíaco.

Fuentes: La fruta (tomate, banana) y verdura fresca, las legumbres y los frutos secos.

CALCIO: Forma parte de los huesos, del tejido conjuntivo y de los músculos. Junto con el potasio y el magnesio, es esencial para una buena circulación de la sangre. El 99% de este mineralen el cuerpo forma parte del esqueleto óseo (huesos), reemplazándose un 20% cada año.

Fuentes: Productos lácteos y derivados, frutos secos, semillas de sésamo, verduras.

FOSFORO: también es un elemento constituyente de la estructuras de los huesos y, en asociación con ciertos lípidos, da lugar a los fosfolípidos, que son componentes indispensables delas membranas celulares y del tejido nervioso. La concentración en sangre de fósforo esta en intima relación con la de calcio.

Fuentes: Suele estar presente en los alimentos que contienen calcio, como los frutos secos, el queso, la soja, yema de huevo, etc.

MAGNESIO: Imprescindible para la correcta asimilación del calcio y de la vitamina C. Equilibra el sistema nervioso central (ligera acción sedante), es importante para la correcta transmisión de los impulsos nerviosos y aumenta la secreción de bilis (favorece una buena digestión de las grasas y la eliminación de residuos tóxicos). También es de gran ayuda en el tratamiento de la artrosis, ya que ayuda a fijar el calcio. Tiene suave efecto laxante y es un mineral del rejuvenecimiento

Fuentes: Cacao, soja, frutos secos, avena, maíz y algunas verduras.

CLORO: Favorece el equilibrio ácido-base en el organismo y ayuda al hígado en su función de eliminación de tóxicos.

Fuentes: Sal común, algas, aceitunas, agua del grifo, etc.

AZUFRE: Está presente en todas las células, especialmente en la piel, uñas, cabellos y cartílagos. Entra en la composición de diversas hormonas (insulina) y vitaminas, neutraliza los tóxicos y ayuda al hígado en la secreción de bilis.

Fuentes: Legumbres, col, cebolla, ajo, espárrago, puerro, pescado y yema de huevo.

MICROELEMENTOS:

HIERRO: Es necesario para la producción de hemoglobina, molécula que transporta el oxígeno en el interior de los glóbulos rojos. También es imprescindible en la correcta utilización de las vitaminas del grupo B. Solamente se aprovecha un 10% del hierro presente en los alimentos que consumimos. Se absorbe mejor el hierro de los alimentos de origen animal que el de los alimentos de origen vegetal. Su déficit provoca la anemia ferropénica, muy común en los últimos meses del embarazo ya que las necesidades de hierro aumentan. También aumentan las necesidades si consumimos café o alcohol en exceso ya que disminuye su absorción. La vitamina C mejora la absorción de hierro

Fuentes: Carnes, hígado, yema de huevo, verdura verde, cereales integrales, frutos secos y levaduras.

FLUOR: Previene la caries dental y fortifica los huesos. No es probable padecer déficit de flúor, ya que en los países supuestamente civilizados se añade a las aguas de distribución pública.

Fuentes: El agua del grifo, el té, el pescado, col y espinacas.

YODO: Indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides. Ayuda al crecimiento, mejora la agilidad mental, quema el exceso de grasa y desarrolla correctamente las uñas, cabello, piel y dientes. La carencia de yodo da lugar al bocio, en el que la glándula tiroides aumenta de tamaño de forma espectacular.

Fuentes: Sal marina, pescados, mariscos, algas y vegetales cultivados en suelos ricos en yodo.

MANGANESO: Activa los enzimas que intervienen en la síntesis de las grasas y participa en el aprovechamiento de las vitaminas C, B1, y H. Fuentes: pescados, crustáceos, cereales integrales y legumbres.

COBALTO: Contribuye en la formación de los glóbulos rojos, ya que forma parte de la vitamina B12 que se puede sintetizar en la flora intestinal.

Fuentes: Carnes, pescados, lácteos, remolacha roja, cebolla, lentejas e higos.

COBRE: Es necesario para convertir el hierro almacenado en el organismo en hemoglobina y para asimilar correctamente el de los alimentos. También participa en la asimilación de la vitamina C.

Fuentes: Cacao, cereales integrales, legumbres y pimienta.

ZINC: Interviene en procesos metabólicos como la producción de linfocitos, síntesis de proteínas y formación de insulina.

Fuentes: Crustáceos, levadura de cerveza, germen de trigo, huevos y leche

OLIGOELEMENTOS

SILICIO: Indispensable para la asimilación del calcio, la formación de nuevas células y en la nutrición de los tejidos.

Fuentes: Agua potable y alimentos vegetales en general.

NIQUEL: Es necesario para el buen funcionamiento del páncreas.

Fuentes: Legumbres, cereales integrales, espinacas y perejil.

CROMO: Participa en el transporte de proteínas y mejora la diabetes.

Fuentes: Grasa y aceites vegetales, levadura de cerveza, cebolla, lechuga, patatas y berros.

LITIO: Fundamental para la regulación del sistema nervioso central.

Fuentes: Vegetales, patatas, crustáceos y algunos pescados.

MOLIBDENO: Ayuda a prevenir la anemia y la caries.

Fuentes: Germen de trigo, legumbres, cereales integrales y vegetales de hojas verde oscura.

SELENIO: Tiene las mismas propiedades desintoxicantes que el azufre y además es un potente antioxidante, por lo que nos previene del envejecimiento de los tejidos y de ciertos tipos de cáncer. También se utiliza para el tratamiento de la caspa y alivia los sofocos y el malestar de la menopausia.

Fuentes: Germen y salvado de trigo, cebollas, ajo, tomate, brócol y levadura de cerveza.

Información general: Los minerales, son por lo menos, tan importantes como las vitaminas para lograr el mantenimiento del cuerpo en perfecto estado de salud. Pero como el organismo no puede fabricarlos, debe utilizar las fuentes exteriores de los mismos, como son los alimentos, los suplementos nutritivos, la respiración y la absorción a través de la piel, para poder asegurar un adecuado suministro de ellos. Al igual que las vitaminas, una buena manera de aportar al organismo los elementos minerales que necesita es consumir diariamente frutas y verduras. No debemos pelar la fruta sistemáticamente puesto que el mayor contenido de minerales se encuentra en la piel. Sí es conveniente lavarla bien para retirar los posibles pesticidas

Tipos de Minerales y sus funciones

Calcio: Es el mineral más abundante en el organismo. Constituye los huesos e interviene en la coagulación de la sangre. También participa en la transmisión nerviosa y forma parte de la estructura de varias enzimas.

Fósforo: Compone, junto al calcio, los huesos y los dientes. Forma parte de muchas sustancias orgánicas implicadas en la obtención y transmisión de energía y material genético.

Potasio: Establece equilibrio entre las sales y los líquidos que forman parte del organismo. Participa en el mantenimiento de la presión osmótica(dentro de la célula), de la transmisión nerviosa.

Cloruro: Interviene en los equilibrios iónicos y osmóticos.. Forma parte del jugo gástrico.

Sodio: Participa en el mantenimiento de la presión osmótica( al exterior de la célula). Interviene también en la transmisión nerviosa y en la mantención del equilibrio ácido-base.

Magnesio: Conforma (entre otros) el hueso. Indispensable para el buen funcionamiento de los músculos, nervios y huesos. Es necesario para la actividad de muchas enzimas; especialmente las que intervienen con el ATP (Adenosina trifosfato). En este proceso, el magnesio se une al ATP y no a la enzima.

Hierro: Posibilita que el oxígeno llegue a todas las células. Esto se debe a que forma parte de la hemoglobina y de la mioglobina ( que transporta oxígeno al músculo). También forma parte de bastantes enzimas Este mineral se puede almacenar grandes cantidades en el cuerpo, asociado a una proteína llamada ferritina.

Flúor: Forma parte de la estructura de los dientes y huesos; aunque no es un componente estrictamente esencial.

Zinc: Conforma bastantes enzimas. Por ejemplo: carbónico-anhidrasa y la fosfatasa alcalina.

Cobre: Conforma enzimas. Ejemplo: la tirosinasa.

Manganeso: Conforma enzimas. Por ejemplo: la superoxido dismutasa mitocondrial.

Yodo: Se encuentra en las hormonas de la tiroides. Esta es su única función biológica.

Cobalto: Se encuentra exclusivamente formando parte de la vitamina B12.

PATOLOGIA POR EXCESO Y DEFICIT. FUENTES ALIMENTARIAS.

Deficiencia de hierro

La deficiencia de hierro es la deficiencia nutricional más frecuente en el mundo, produciendo anemia en varones, mujeres y niños. Una alimentación inadecuada, así como las hemorragias, que provocan una pérdida de hierro, producen una deficiencia que se debe tratar con suplementos del mineral. Es probable que esta deficiencia se produzca durante el embarazo debido a que la madre debe suministrar una gran cantidad de hierro al feto en desarrollo. Las niñas adolescentes en proceso de crecimiento y que comienzan a menstruar corren el riesgo de desarrollar anemia provocada por la deficiencia de hierro si siguen dietas que excluyen la carne.

Cuando las reservas de hierro del cuerpo se agotan, se desarrolla la anemia. Los síntomas incluyen palidez, uñas con forma de cuchara (una deformidad en la que las uñas son delgadas y cóncavas), debilidad con disminución de la función muscular y alteraciones en la conducta cognoscitiva.

El diagnóstico de déficit de hierro se establece basándose en los síntomas y en los resultados de análisis de sangre que indican anemia y concentraciones bajas de hierro y ferritina, la proteína que almacena el hierro. La deficiencia de hierro se trata con altas dosis del mineral una vez al día durante varias semanas. Se debe continuar el tratamiento hasta que el número de glóbulos rojos y las reservas de hierro vuelvan a valores normales.

Deficiencia de zinc

Los cereales integrales contienen sustancias, como fibras y fosfatos, que inhiben la absorción del zinc. Comer arcilla, habitual en algunas personas, inhibe la absorción del zinc y provoca una deficiencia del mineral. La acrodermatitis enteropática, un trastorno hereditario en el que el zinc no puede ser absorbido, produce una deficiencia del mismo.

Los síntomas incluyen pérdida del apetito, caída del cabello, dermatitis, ceguera nocturna y alteración del gusto. La actividad de los órganos de la reproducción puede verse afectada, lo que provoca un retraso del desarrollo sexual y, en los varones, una producción reducida de esperma. También puede retardarse el crecimiento. Pueden aparecer trastornos del sistema inmunitario del cuerpo y de la capacidad de cicatrización de las heridas. En los niños, las primeras señales de esta deficiencia son el retardo del crecimiento, la pérdida del apetito, la alteración del sabor y el bajo contenido de zinc del cabello.

Para establecer el diagnóstico se mide la concentración de zinc en la sangre. El tratamiento consiste en la administración de suplementos del mineral.

Exceso de zinc

Las grandes cantidades de zinc, por lo general adquiridas por el consumo de alimentos ácidos o de bebidas envasadas en latas con revestimiento de zinc (galvanizadas), pueden producir un sabor metálico, vómitos y problemas en el estómago. La ingestión de 1 gramo o más puede ser mortal.

Deficiencia de cobre

La deficiencia de cobre es rara en los sujetos sanos. Se produce con mayor frecuencia en los niños prematuros o que se están recuperando de una desnutrición grave. Las personas que reciben alimentación por vía intravenosa (parenteral) durante largo tiempo, corren también el riesgo de desarrollar una deficiencia de cobre.

El síndrome de Menkes es un trastorno hereditario que provoca deficiencia de cobre. Los síntomas comprenden cabello crespo, retardo mental, baja concentración de cobre en la sangre e incapacidad para sintetizar las enzimas que requieren cobre.

La deficiencia de cobre produce cansancio y una baja concentración de este elemento en la sangre. La disminución del número de glóbulos rojos (anemia), de glóbulos blancos(leucopenia) y de un tipo de glóbulos blancos denominados neutrófilos (neutropenia), así como del calcio en los huesos (osteoporosis), son frecuentes. Asimismo se producen pequeñas hemorragias puntiformes en la piel y aneurismas arteriales.

La deficiencia de cobre se trata con suplementos del mineral durante varias semanas. Sin embargo, las personas con el síndrome de Menkes no responden bien a estos suplementos.

Exceso de cobre

El cobre que no está unido a una proteína es tóxico. El consumo de cantidades relativamente pequeñas de cobre libre puede provocar náuseas y vómitos. Los alimentos ácidos o las bebidas que están en contacto prolongado con recipientes, tubos o válvulas de cobre pueden estar contaminados con cantidades pequeñas de este metal. Si se ingieren involuntariamente grandes cantidades de sales de cobre no unido a proteínas, o si se usan compresas saturadas con una solución de sal de cobre para curar grandes zonas de piel quemada, puede absorberse una cantidad suficiente para lesionar los riñones, inhibir la producción de orina y causar anemia debido a la destrucción de glóbulos rojos (hemólisis).

La enfermedad de Wilson es un trastorno hereditario en el que el cobre se acumula en los tejidos y causa lesiones extensas. Afecta a una persona de cada 30 000. En este trastorno, elhígado no secreta el cobre a la sangre o no lo excreta a la bilis. Como resultado, la concentración en la sangre es baja, pero el mineral se acumula en el cerebro, los ojos y el hígado, provocando cirrosis. El que se acumula en la córnea de los ojos produce un aro de pigmentación dorada o verdoso-dorada. Los primeros síntomas son generalmente el resultado de las lesiones cerebrales y consisten en temblores, dolores de cabeza, incapacidad para hablar, descoordinación e incluso psicosis.

La intoxicación con cobre se trata con penicilamina, que se adhiere al mineral y favorece su excreción, siendo éste un ejemplo de terapia de quelación. El tratamiento se debe continuar de por vida para poder sobrevivir.

Deficiencia de manganeso

Cuando la alimentación es deficiente en manganeso durante unas pocas semanas, el cuerpo parece conservar este mineral de un modo eficaz. El único síntoma es una erupción transitoria.

La hidralacina, un antihipertensivo, puede provocar deficiencia de manganeso y efectos secundarios relacionados tales como dolor que se irradia a lo largo del trayecto del nervio (neuralgia), dolor articular, fiebre, erupción cutánea, aumentos de tamaño de los ganglios linfáticos y agrandamiento del hígado. El tratamiento consiste en administración de sales de manganeso.

Exceso de manganeso

La intoxicación con manganeso es frecuente sólo en personas que trabajan en las minas y refinan minerales de manganeso. La exposición prolongada provoca lesiones nerviosas, con síntomas que se parecen al parkinsonismo (temblores y dificultad en los movimientos).

Deficiencia de molibdeno

Una deficiencia de molibdeno causada por un consumo insuficiente no se ha observado en sujetos sanos. Sin embargo, esta deficiencia se produce bajo condiciones especiales, por ejemplo, cuando un sujeto desnutrido con enfermedad de Crohn recibe una nutrición parenteral total durante largo tiempo (todos los nutrientes se suministran por vía intravenosa), sin suplementos de molibdeno. Los síntomas comprenden una frecuencia cardíaca rápida, falta de aire, náuseas, vómitos, desorientación y finalmente coma. El tratamiento con molibdeno puede proporcionar una recuperación completa.

Exceso de molibdeno

Cuando se consumen grandes cantidades de molibdeno se pueden desarrollar síntomas que se parecen a los de la gota, incluyendo una concentración elevada de ácido úrico en la sangre y dolor articular. Los mineros expuestos al polvo de molibdeno pueden desarrollar síntomas no específicos.

Deficiencia de selenio

Los síntomas de la deficiencia de selenio, un cuadro poco frecuente, pueden justificarse por una falta de antioxidantes en el hígado, el corazón y los músculos, dando como resultado la muerte de los tejidos y la disfunción de los órganos.

Los lactantes prematuros y los adultos que reciben nutrición parenteral total sin suplementos de selenio corren el riesgo de desarrollar lesiones cardíacas y musculares causadas por una deficiencia de selenio. El tratamiento con selenio proporciona una recuperación completa.

La enfermedad de Keshan es un trastorno causado por un virus que lesiona el músculo cardíaco y puede prevenirse con suplementos de selenio. Dicha enfermedad afecta alrededor del 1 por ciento de las personas que viven en una parte de China, con bajo contenido de selenio en el terreno y en las plantas que crecen en él.

Exceso de selenio

El exceso de selenio puede tener efectos nocivos, que pueden ser provocados por la ingestión de suplementos de alrededor de 5 a 50 miligramos diarios sin prescripción médica. Los síntomas son náuseas y vómitos, caída del cabello y de las uñas, erupción cutánea y lesiones nerviosas.

Deficiencia de yodo

En áreas donde hay poco yodo en la dieta (alejados del mar) la deficiencia de yodo puede causar hipotiroidismo, cuyos síntomas incluyen fatiga extrema, bocio, retardo mental, depresión, ganancia de peso, disminución del metabolismo basal y disminución de la temperatura basal (hipotermia). En mujeres embarazadas puede producir abortos y deformidades fetales, así como retardo mental posterior en los niños. Existen dos enfermedades causadas por la deficiencia de yodo severa, estas son el cretinismo y el bocio. Cretinismo: condición asociada a la deficiencia de yodo. Existen dos tipos de cretinismo: Cretinismo neurológico: en el que se observa retardo mental, retardo del crecimiento corporal, rigidez muscular, convulsiones ysordomudez. Cretinismo Mixedematoso: (puede observarse en zonas africanas), se caracteriza por enanismo, poco desarrollo mental, mixedema y estrabismo. Bocio:La ausencia o disminución de hormonas tiroideas en la sangre, conduce a una elevación en los niveles de TSH, la cual estimula anormalmente a la tiroides, causando aumento en la proliferación celular y vascularización lo que resulta en agrandamiento de la glándula o hipertrofia llamada Bocio.

Exceso de Yodo

Puede deberse a una alteración inmunológica que conduce a una producción excesiva de hormonas tiroideas, las cuales no permiten el funcionamiento fisiológico de la glándula tiroides, o también por un consumo excesivo de yodo a través de alimentos ricos en yodo como las algas o suplementos dietéticos utilizados para promover la pérdida de peso que son altos en yodo. Los síntomas incluyen: aumento de la tasa metabólica basal, apetito voraz, sed, pérdida de peso, debilidad general, intolerancia al calor, nerviosismo, problemas cardíacos entre otros.

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