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Monografia


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2012  •  2.813 Palabras (12 Páginas)  •  331 Visitas

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ENCICLOPEDIA: Obra de consulta en la que se recoge una gran cantidad de conocimientos sobre una ciencia en particular o sobre todas ellas.

DICCIONARIO: Libro en el que, por orden generalmente alfabético, se contienen y definen todas las palabras de uno o más idiomas o las de una materia o disciplina determinada.

Creo que en un diccionario solo hay conceptos definiciones... y en una enciclopedia hay muchas más cosas como biografías de personajes destacados, todo lo referente a países etc.

Teóricamente el diccionario se diferencia de la enciclopedia en que ésta no puede tratar los temas por orden alfabético de palabras, pero en la práctica las 2 denominaciones son muchas veces intercambiables, porque aunque "enciclopedia" es algo que por alusión a lo cíclico supone el tratado de una "totalidad", la palabra ampara cientos de obras que en realidad son diccionarios relativos a un tema delimitado; y por otra parte son más escasas las enciclopedias que exponen de un modo orgánico y metódico su contenido, ya que suelen acogerse a las comodidades de lo alfabetizado.

Desde luego la principal diferencia es que el diccionario trata los significados y los usos de las palabras y da la definición de las diversas acepciones de cada palabra, mientras que la enciclopedia trata las cosas o conceptos. Es decir, la enciclopedia a lo que se aplica especialmente es a describir los objetos, conceptos, hechos o personas designadas por dicha palabra, y a exponer las cuestiones que la ciencia de cada momento en sus diversas ramas conoce en relación con ella, construyendo todo un tratado particular sobre cada aspecto que se puede considerar: Histórico, jurídico, sociológico, o bien físico, médico, metereológico, etc.

Por lo tanto, dentro del "diccionario enciclopédico" pueden estar comprendidos el diccionario lingüístico y el diccionario temático general. La disposición de sus artículos normalmente se distribuye en 2 o más párrafos, de los cuales, el 1º presenta la definición de la palabra de la que se trate y el 2º (y sucesivos, si procede) está dedicado a la cosa o concepto representado por ella. Y después de la caracterización gramatical y la explicación de las distintas acepciones de la palabra, viene una exposición de lo que en las diversas ciencias se sabe al respecto.

La enciclopedia reúne en una sola obra y en un mismo esquema de ordenación la suma de todos los diccionarios temáticos posibles. Por eso es siempre una obra de autor colectivo – la larga lista de colaboradores suele figurar frente a los volúmenes – y normalmente la ilustración por medio de dibujo y fotografías tiene en ella más importancia que en el diccionario lingüístico.

La redacción de una enciclopedia es, cada vez más, un trabajo propio de un autor colectivo y no individual. Incluso cuando primitivamente lo ha llevado a cabo un solo autor, las reediciones para adiciones y correcciones acaban siendo encomendadas a un grupo de entendidos, y llega un momento en el que el nombre del olvidado iniciador se omite o es sólo citado a modo de homenaje.

En la enciclopedia se da con cierta frecuencia la simple copia de otra enciclopedia o diccionario anterior. Y esto en ocasiones es muy disculpable, ya que hay definiciones y descripciones de conceptos u objetos tan bien logrados por otros lexicógrafos, que el tratar de desfigurarlos para evitar la apariencia de plagio puede resultar inútil. Así, hay enciclopedias traducidas muy honestamente de otros idiomas.

La lista de colaboradores a veces abarca una considerable cantidad de páginas al principio del volumen. Cuando los artículos redactados por cada colaborador van firmados, se hace precisa otra tabla complementaria para identificación de las siglas empleadas, porque en éstas suele ir como primer término la inicial del nombre de pila, mientras que en la tabla anterior se sigue el orden de los apellidos. Lógicamente el lector prefiere las ediciones más recientes para que la información sea de actualidad. Al reeditarse las enciclopedias, aparte de introducirse variantes que actualizan la información, se dan modificaciones debidas a criterios editoriales económicos o mercantiles o de carácter material.

El contenido puede estar presentado dentro de un esquema más o menos lógico y orgánico, en grupos de materias afines. En este caso puede haber unas introducciones magistrales que condensen los problemas sobresalientes y las corrientes científicas relativas a las diferentes divisiones temáticas de la obra. Estas síntesis son encargadas a personas de relieve en el mundo científico respectivo, y aparecen con su firma. No les suele faltar cierto tono "pontificial" y acaso su fruto más que científico es meramente de representación, como el de la asistencia de personajes conocidos a ciertos actos sociales.

Las enciclopedias alfabéticas que por ser de muchos volúmenes no son fáciles de actualizar, suelen publicar suplementos por periodos anuales o bianuales dedicados primordialmente a los adelantos científicos y a los acontecimientos políticos o que se estima que podrán en el futuro ser considerados de valor histórico. Tales suplementos suelen seguir un orden cronológico, o continúan siendo alfabéticos como la obra principal, pero casi siempre secundariamente a una previa división por grupos amplios de materias: biografías, política, economía, industria, etc.

Lo mismo ocurre cuando algunos términos admiten una explicación que el editor decide que sea lo más amplia posible. El Hombre, la Tierra, el Universo, etc, en la enciclopedia alfabética traen, tras una escueta definición, un cuadro sinoptico de los temas que van a ser tratados en el artículo más extenso, que puede llegar a ocupar por sí solo un tomo entero y acaba necesitando un índice alfabético particular. Se puede suponer que estos tomos monográficos, lo mismo que los de introducción, son poco consultados por los lectores. Estos suelen conceder un total crédito a la información que da una enciclopedia. De ahí la responsabilidad de los redactores y su deber de informarse debidamente al hacer los estractos en que consisten sus respectivos artículos, y de dar por seguro sólo lo que está admitido como tal y presentar como problemático lo que es objeto de división de opiniones.

Parece connatural a la enciclopedia estar impregnada de una cierta colaboración social, política o religiosa. Esto es declarado o proclamado abiertamente desde la introducción o incluso desde el título; o dada a entender por ser cosa sabida la tendencia ideológica de la editorial o del cuerpo de redactores. Rara vez, en estos casos, tal tendencia es oculta, puede ser simplemente objetiva, sólo reflejada en los modos de citar o aludir a determinados conceptos o

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