PREVENCION DE PÉRDIDAS
ivabaegal2 de Octubre de 2013
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PREVENCION DE PÉRDIDAS.
¿Qué es una perdida?
• En su concepto básico, es la diferencia entre el stock teórico y el stock real calculados al final de la auditoria de existencias de las mercancías con las que se comercia, herramientas de trabajo, materia prima y todo activo fijo considerado propiedad de la empresa.
• Es también la desaparición o devaluación no registrada de otros bienes y recursos de la empresa fuera del circuito de bienes comercializados, como pueda ser el mobiliario de la oficina.
• Y por último, entendiendo el término en toda su amplitud, también es el resto de pérdidas causadas por la imprudencia o deshonestidad de empleados, clientes, proveedores, etc. que no han llegado a ser identificados o registrados, más allá de los fenómenos del hurto o los errores administrativos. Ej.: Pérdidas accidentales, sabotajes, etc.
• “Conseguir los objetivos de ventas o producción, no implica necesariamente una mejora de los beneficios, pues a su vez dependen también del ‘precio’ pagado para alcanzarlos”.
Componentes de la pérdida.
La pérdida está compuesta por:
• Hurto interno (35,9%),
• Hurto externo (32,2%), y
• Errores administrativos (31,9%).
NOTA.- El porcentaje de empresas que dispone de datos y que son capaces de contestar al respecto es muy reducido (17,6%), por lo que los resultados han de tomarse con cierta cautela.
Hurto interno:
Es el hurto cometido por los propios empleados de la empresa, así como por empleados ajenos relacionados laboralmente, lo que se entiende también como hurto interno porque proveedores y subcontratados a menudo cuentan con los mismos privilegios de acceso que los propios empleados de la empresa.
Estadísticamente existen menos hurtos o fraudes por vía interna que por vía externa; pero al tratarse habitualmente de cuantías elevadas, la cifra global aumenta considerablemente, equiparándose a las pérdidas por hurto externo.
Hurto externo:
Lo constituye principalmente el pequeño hurto de mercancías por parte de los propios clientes o de bandas organizadas, actualmente en auge.
Otras vías de pérdida:
• Errores administrativos:
Son aquellas pérdidas causadas por errores de apreciación cuantitativa o cualitativa no intencionales, siempre que pasen desapercibidos.
• Mermas naturales:
Son aquellas pérdidas causadas por efectos naturales y que no han sido tomadas en consideración.
• Pérdidas accidentales:
Al igual que ocurre con los errores administrativos, las pérdidas accidentales las forman por definición accidentes no intencionados cuyas causas o efectos no han quedado registrados.
Análisis por sectores productivos:
La pérdida es un problema común en mayor o menor medida al resto de empresas no comerciales:
De mayor a menor importancia:
• Comercio detallista:
Es el sector productivo más afectado por este fenómeno. A los efectos del hurto interno se suman los del hurto externo, a los que queda expuesto por tratar directamente con el cliente final.
• Distribución mayorista:
La distribución mayorista ocupa el segundo lugar; aunque hay opiniones que la sitúan a la cabeza de la pérdida, por encima del comercio minorista.
• Aseguradoras:
Tienen una pérdida muy elevada debido a los fraudes no demostrables cometidos por los asegurados. Es una actividad muy propensa al fraude que tiene también pendiente una regularización del problema; mientras no se solucione, el importe de los seguros seguirá subiendo.
• El sector servicios:
Sufre pérdida pero en otro nivel, puesto que su exposición al hurto no es tan elevada como la del comercio.
• El sector fabricación:
Es el que sufre menos pérdida, algo lógico, puesto que sus existencias las componen en buena medida productos semielaborados que, salvo excepciones, no tienen cabida en el mercado de productos robados. Es un sector donde no hay muchos productos donde escoger.
Por tipo de establecimiento:
La pérdida es sectorial y depende altamente del modo de venta y de su volumen de negocio. Existe una relación estadísticamente significativa entre pérdida y volumen o superficie de ventas: A mayor volumen de ventas existe una tendencia a mayor pérdida.
En los establecimientos grandes el empleado está sometido a más controles y es más difícil robar, pero la gran masa de clientes que acuden hace más difícil controlar el espacio y sus movimientos; por ello, en este tipo de establecimientos es más importante el hurto externo que el interno (Ej.: Hipermercados). Mientras que en establecimientos pequeños la actividad comercial necesita, por sus especiales características, depositar toda la confianza en los empleados, y el hurto interno es mayor que el externo (Ej.: Tiendas tradicionales).
Estimaciones:
Al preguntar a las empresas sobre su nivel de pérdida, un 22,97% no poseen datos al respecto; del 77,03% restante, la mayoría, un 67,15%, sitúa su nivel de pérdida entre un 0,4 y un 2% sobre la cifra de ventas, y tan sólo un 1,75% de las empresas reconoce tener un nivel de pérdida superior al 2%. Un 3,57% de las empresas dice no tener pérdida.
La gran variabilidad de cifras ofrecidas nos indica la resistencia a reconocer el problema por parte de algunas empresas, y el desconocimiento de los datos reales en otras.
¿Quién hurta más, los empleados o los clientes?
Las especiales características de los fenómenos que causan la pérdida dificultan considerablemente una estimación exacta de su composición.
El hecho de que sólo se detecte el 10% del hurto interno y el desconocimiento del restante 90% no detectado puede hacer pensar, para quien no conozca sus implicaciones reales, que se trata de un problema de importancia menor.
En ese caso, el hurto de empleado puede fomentarse inconscientemente por el hecho de que la dirección crea que el hurto de cliente contribuye mucho más a las pérdidas, por el orgullo a no reconocer el problema, o por su desconocimiento.
La Cámara de Comercio de EE.UU. estima que el 30% de todos los fracasos comerciales están relacionados con algún tipo de hurto interno. El fraude en general cuesta a la economía estadounidense entre el 2 y el 5% del PNB, lo que puede llegar a convertirlo en el crimen del siglo XXI.
Según una estadística realizada por el FBI, los individuos arrestados por sospecha de fraude se han más que duplicado desde 1980 hasta la actualidad. En esta misma estadística se indica un dato asombroso:
• La cantidad de dinero conseguida por los autores de los “white collar crimes” (jefes y oficinistas) es 100 veces superior a la conseguida por crímenes callejeros, y la proporción sigue aumentando.
Desarrollo de la imaginación.
• Ddetectar vías de pérdida hace necesaria la utilización de las mismas armas que utilizan los empleados o clientes deshonestos: Pone en juego la imaginación.
• Los modos en que pueden malversarse dinero u otras propiedades de la empresa sólo están limitados por el ingenio de los ladrones o defraudadores. Ese será el ingenio que tendrá que aplicar para descubrir, analizar y atajar el problema.
Repercusión sobre la rentabilidad.
• La pérdida tiene una repercusión directa sobre la cuenta de resultados, y no es inusual que pueda llegar a superar los beneficios netos, el 1,07% de pérdida indicado por AECOC (Asociación Española de Codificación) resulta una cifra preocupante si tenemos en cuenta que los márgenes de beneficio de las empresas de distribución se han reducido considerablemente y se sitúan entre el 2 y el 3%, Esto significa que se está perdiendo buena parte de ese margen por falta de control efectivo de los productos, lo que hace que cualquier mejora se traduzca inmediatamente en incremento del beneficio neto, convirtiéndose así en una nueva vía de ingresos.
• El control de la pérdida supone, por tanto, una necesidad básica para las empresas que desean aumentar sus beneficios.
• La pérdida esconde un problema de eficiencia que no sólo afecta a los distribuidores finales, sino que se transmite a lo largo de toda la cadena de suministro, con importantes repercusiones para fabricantes y consumidores, ya que en ocasiones se repercute sobre el precio de determinados productos un margen destinado a paliar su alto índice de hurto.
• La pérdida es una carga preocupante que somete a la empresa a un costo sin contrapartidas, Hay costos que aportan a cambio beneficios, pero el hurto no aporta ninguno, sólo perjuicios. Dado que en el ambiente extremadamente competitivo de hoy cada peso cuenta, recortar los costos innecesarios o no productivos debería ser el primer paso a realizar.
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Inversión en las medidas preventivas y correctivas.
• Más de la mitad de las empresas (un 63,07%) sitúa su gasto en seguridad entre un 0 y un 0,2% sobre su cifra de ventas.
• El 21,53% de las empresas indica que su intervalo es del 0,2 al 0,8%,
Y en los extremos tenemos un 15,38% de las empresas que afirman no gastarse nada en seguridad, y nadie dice gastarse más de un 0,8%. (AECOC, 1998)
Un pequeño ejemplo de lo que representa en costo una perdida no considerada:
El “inocente almuerzo”:
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