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PROGRAMA DE NAVIDAD


Enviado por   •  2 de Enero de 2014  •  Tesis  •  1.935 Palabras (8 Páginas)  •  1.193 Visitas

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PROGRAMA DE NAVIDAD

“LA NAVIDAD ES MAS QUE RECIBIR”

Por: Igor Alexander Bello Rodríguez

Objetivo: Que las personas vean en la navidad un tiempo de consagración a Dios, de poner a su disposición todas nuestras capacidades (como los magos del oriente)

Lectura Bíblica: Mat. 2:10 y 11

Introducción: La navidad es una festividad que toda la cristiandad espera con gozo y alegría todos los años, desde su institución como recordatorio de la buena nueva de Belén. Los corazones de los servidores de Dios se llenan de regocijo y esperanza al mirar en el humilde pesebre la promesa hecha realidad del Enmanuel (Dios con nosotros) Pero esta fiesta también llena de ilusión la mente de los pequeños que esperan con ansias la visita de los magos que traen regalos a todos los niños, reflejos del buen Jesús. Con los años de experiencia en la fe, reconocemos en estos días de navidad algo más que meros regalos y fiestas, algo más que un arbolito de navidad y un pesebre figurativo colocado a sus pies; pues es el hermoso regalo venido del cielo para la salvación de la humanidad.

Hoy tú puedes recibir la bendición de la salvación en Cristo Jesús, mas el objetivo de este programa navideño es que puedas reconocer aquello que deseas obsequiar a Jesús como lo hicieron los magos del oriente al Rey de Reyes, a Jesús que desde niño fue otorgado como el trofeo de salvación por cada uno de nosotros.

Escena I

(Sale una persona con un cartel del año viejo y un niño con el año nuevo) (Entra una madre poniendo unas cajitas de regalos bajo el arbolito de navidad, y entra el hijo)

Niño: ¡Mamá, mamá! Qué bueno que ha comenzado la navidad, y pronto los magos vendrán con regalos para el niño Jesús y para todos los niños buenos como él.

Madre: Sí, los magos vendrán... ¿Pero, te has portado bien en todo esta año, para que vengan a visitarte los magos?

Niño: Bueno, tú sabes que he hecho mis travesuras, pero no han sido tan grandes que hagan llorar al niño Jesús.

Madre: Si, lo sé. Pero recuerda que los niños buenos deben acostarse temprano para que puedan venir los magos con sus camellos llenos de regalos, así que, ¡a ponerse el pijama, cepillarse los dientes, y a la cama! ¿Bien?

Niño: Sí, mamá. Me acostaré temprano. Pero, ¿crees que los magos vendrán esta noche?

Madre: Verás que si. ¡Vamos, vamos a la cama! (La madre besa al hijo y éste sale por la puerta lateral, seguido por la madre)

Parte especial: Solo Instrumental: “Noche de Paz”

Escena II

(Salen el año viejo y el nuevo por el centro del pasillo)

Narrador: A través de los tiempos, las generaciones han disfrutado de las noches navideñas; y estos recuerdos han llenado de nostalgia los corazones de los adultos que ya han dejado de ser niños y han conocido que los reyes magos y sus visitas nocturnas no son más que una hermosa tradición que los padres mantienen para con sus hijos por siglos y siglos. Pudiera parecer a todos una ilusión, toda la fantasía que entretejen esta tradición terminaría en chasco, desilusión, tristeza; pero no es así, pues la tristeza se convierte en gozo cuando conocemos con el decursar de los años la maravillosa realidad de que Dios, Señor excelso y majestuoso, ha nacido en la sencillez y humildad de un pesebre, como lo expone el discípulo amado en el capítulo 1, versículo 14: “y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros”...

Nuestra responsabilidad ante este hecho del nacimiento de Jesús es mucho mayor de lo que creemos, pues dejamos de comportarnos como niños para reflexionar, razonar como adultos en Cristo del cual dependemos y entregamos nuestro ser. ¡Recuerda que una decisión tuya puede transformar toda tu vida...!

(Sale un joven que representa al niño de la escena anterior ya crecido, mirando el arbolito de navidad y se sienta con un espíritu meditabundo, y entra otro joven)

Joven 1: Hola Carlos. ¿Cómo te sientes en esta navidad?

Carlos: No muy bien.

Joven I: Bueno es natural, aún sientes la irreparable pérdida de tu mamá. Pero escucha, debemos ser fuertes. Hace seis meses que sientes la ausencia de tu mamá, pero ella murió en la bendita esperanza, así que, ¡arriba ese ánimo pues estamos seguros de que muy pronto cuando Cristo venga en gloria la volverás a ver.

Carlos: Si, la muerte de mi madre me ha afectado, pero el tiempo me ayudará a consolarme.

Joven I: Dices que el tiempo te ha ayudado a consolarte en el dolor y eso es cierto, pero... ¿Y Dios? ¿No sientes que Dios te ha ayudado y está a tu lado fortaleciéndote? Además los hermanos de la iglesia han estado orando por ti en todo este tiempo, y apoyándote.

Carlos: Te seré sincero, necesito contarle esto a alguien, pues ni siquiera me he atrevido a comentárselo a Miriam.

Joven I: Debe ser una cuestión muy seria cuando ni siquiera a tu novia se lo has comentado.

Carlos: Tu eres un buen amigo, por eso te digo esto. Desde los 11 años de edad conozco el mensaje de salvación y he dedicado todas mis capacidades a su avance siendo miembro activo en la iglesia, pero desde hace unos meses para acá me siento vacío; siento que me falta algo. En estos días festivos en que las personas sonríen y están alegres, siento una tristeza que embarga todo mi ser. No sé que me pasa, y no sé si mi problema tenga solución.

Joven I: Amigo mío, creo sin temor a equivocarme que la causa de tu problema, es la ausencia de Dios en tu vida.

Carlos: ¡Cómo puedes decir eso! ¿Estás acaso loco? ¡Un joven como yo! ¿Dios no estará a mi lado, con todas las responsabilidades que tengo en la iglesia? ¡Debes estar equivocado en tu apreciación!

Joven I: Tienes razón en una cosa, Dios no

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