Palabras De Grado

Ante todo, muy buenas noches a todos.

Estar aquí en frente de ustedes representa un verdadero honor en esta noche tan especial.

En un día como estos todos nosotros tenemos sentimientos encontrados y esas cosas que le hacen dar nostalgia a más de uno y más que todo sentimos una inmensa alegría por haber logrado superar esta gran meta que teníamos propuesta; pero ahora no sabemos a qué nos vamos a enfrentar muchos con temor, otros muy inseguros pues son cosas que sabíamos que vendrían.

Ahora es donde nos damos cuenta que una época llego a su final, y que atrás quedan muchos recuerdos, recuerdos que nos van a acompañar por el resto de nuestras vidas, ¿quién podría olvidar cada cambio de hora o los días que no asistía un profesor? O las discusiones y peleas en clase; las inconformidades que tuvo desde principio del año 11-1, o los partidos de futbol entre 11-1 y 11-2, el “HARLEM SHAKE” por el que más de uno salió perjudicado, o los gritos que nos metía mi primero Calderón, y como olvidar la infinita paciencia que tuvo mi primero Valencia.

Hay recuerdos en cada rincón de nuestra institución, recuerdos buenos otros no tanto, pero son recuerdos que ahora nos hacen sonreír.

Pero bueno, no se puede dar un discurso sin agradecerles a algunas personas de manera muy especial. Agradecerles a todos los que han contribuido y han estado a nuestro lado apoyándonos y aconsejándonos en esta etapa tan hermosa. Agradecerle a Dios, al supremo que cruzo en nuestras vidas a tan grandes personas, que nos guiaron en esta etapa. A nuestras familias que fueron un apoyo incondicional, quienes depositaron su entera confianza en cada uno de nosotros, esperamos que cada uno de nuestros padres se sienta orgulloso de este gran logro. Agradecerle a él gran conjunto de maestros que fueron nuestros guías, quienes a diario se preocuparon por cada uno de nosotros, aquellos profesores pacientes, otros no tanto, los más exigentes, gracias a cada uno de ustedes porque siempre buscaron obtener lo mejor de nosotros.

Agradecerles a los dos suboficiales que estuvieron con nosotros por su paciencia, sus regaños, por contarnos de sus experiencias, y porque siempre nos trataron como si fuésemos hijos de ellos, nos apoyaron, nos aconsejaron, porque más que nuestros instructores fueron nuestros amigos.

A todos en general, darles gracias por su interés para con nosotros, porque nos tuvieron las puertas abiertas en la institución, por dejarnos expresar cada una de nuestras inquietudes, y recomendaciones.

En fin, los invito a reflexionar a los que hoy nos graduamos pues “el que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino”.

Finalmente solo queda

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