Parlamento infantil

Hola. Muy buenas tardes.

Mi nombre es: Yoshira Inayad Delgado Villalobos. Tengo 10 años de edad y estudio el 5°B, de la escuela primaria Ignacio M. Altamirano, con sede en esta ciudad de Arcelia, Guerrero.

Soy una niña afortunada al ser parte de  una familia que me quiere, respeta y proporciona todo lo necesario para la vida: educación, protección, recreación, salud y  valores.  Agradezco mucho a mis padres por inculcarme el amor, respeto a la naturaleza y a las personas, lo que ha contribuido que a mi corta edad sea muy sensible y reflexiva ante los problemas sociales que se presentan en mi contexto, sobre todo aquellos que tienen que ver con el maltrato y discriminación hacia los niños.

Es un honor para mí,  presentarme ante esta tribuna con el tema:                 

Los derechos de las niñas y niños; a partir del cual tengo la oportunidad de expresar mi  punto de vista e inconformidad que por años he sido testigo,  al observar las injusticias que cotidianamente se cometen en contra de la niñez,  afectando su integridad y bienestar físico y social.

Recordemos que la Convención de los Derechos de los Niños, es un tratado internacional que se firmó en el año 1989, en el cual nuestro país se comprometió a dar cumplimiento a los derechos de igualdad, de libertad, de identidad, de protección  y cuidado, de salud,  de recreación, de educación, de integridad, de asociación de todos los infantes sin distinción de raza, color, sexo, lengua y religión.  Sin embargo, nos damos cuenta que en los distintos sectores como en la familia, escuela,  cada vez se violan más estas garantías.

Reconozco a la familia por ser uno de los actores sociales más importantes  en la formación de la niñez, sin embargo al observar en mi contexto social y escolar me doy cuenta que muchos de los niños viven en desintegración familiar, o están con sus padres físicamente, pero no cuentan con las condiciones necesarias para tener una vida digna.

En mi comunidad es común que a los niños no se les respeten sus derechos, muchos viven en el abandono, la explotación, la discriminación, la violencia, no tienen un hogar propio, duermen en la tierra o sobre cartones,  no cuentan con una alimentación balanceada y ningún derecho a la salud, lo que los hace más susceptibles a enfermarse de  desnutrición,  anemia y de enfermedades más graves que les puede provocar la muerte.

Me duele mucho ver a algunos niños que no tienen acceso a la educación, algunos se ven obligados a abandonar o no asistir a la escuela  para trabajar o a pedir limosnas  que ayudan a sobrevivir y a la manutención de su familia. Ante esta situación me preguntó: ¿Cómo podrán estos niños defenderse ante  los retos de la sociedad actual?, si la educación  como lo afirma Nelson Mandela  “…es el arma más poderosa para transformar el mundo.” es decir, sin una formación integral estos niños quedan en el abandono, limitando sus potencialidades y sus oportunidades de crecimiento.

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