Patrimonio Cultural Intangible

Sarchí es llamado la cuna de la artesanía costarricense, mi pueblo es muy conocido en todo el país por su espectacular belleza, así como por su abundante concurrencia de talleres que trabajan en finas maderas. Se encuentra ubicado en la provincia de Alajuela, y a unos 30 Km al noroeste de la ciudad de Alajuela, está a una corta distancia del pueblo de Grecia, en el Valle Central a pocos kilómetros al noroeste de la capital San José. Se destaca por sus artesanías, arte, coloridos y carros de bueyes, que se fabrican en la comunidad desde hace siglos. La tradición se hace historia dentro de Sarchí, ya que es el reflejo de como el trabajo de los antepasados echó raíces en los habitantes de la región y como estos han conservado vivas las tradiciones, manteniendo con la ayuda de los visitantes el legado costarricense.

Dentro del patrimonio cultural intangible de mi comunidad, se encuentra la carreta más grande del mundo, actualmente se encuentra ubicada en el parque de Sarchí desde el 16 de julio del año 2006, como muestra del trabajo y el esfuerzo que realiza en el pueblo por mantener vivas nuestras tradiciones. La misma fue construida en la Fábrica de Carretas Eloy Alfaro durante tres meses, dicha carreta contó con más de 10 personas trabajando en su construcción, pesa casi dos toneladas y mide 14 metros de largo, 3.5 metros de alto y 4.5 metros de ancho. Su estructura consta de unas 2500 pulgadas de madera de laurel y cedro

Esta carreta fue construida por ser símbolo de tradición e historia costarricense, ya que con ella los antepasados se trasladaban de un lugar a otro y la utilizaban para realizar sus trabajos y transportar café y caña. Actualmente, este símbolo patrio se ha convertido en un adorno muy colorido y diferente para embellecer distintas zonas del hogar, restaurantes típicos y sobretodo en hoteles que muestran las costumbres costarricenses a los extranjeros. Desde el año de 1903 nace en Sarchí la Fábrica de Carretas Chaverri, pionera en la elaboración de este medio de transporte antiguo. En dicha fabrica, se confeccionan las mejores carretas del país, con un diseño único, pintadas a mano y elaboradas con las mejores maderas nacionales, como el cedro, laurel y cenízaro.

La idea con la construcción de esta carreta es identificar al ser costarricense con la expresión del arte popular costarricense, ya que desde los tiempos de nuestros abuelos la carreta ha jugado un papel muy importante, ya que con ella se empezaron a realizar las primeras exportaciones de nuestros productos, así como la construcción de los primeros caminos. De la misma manera, con la dicha construcción de la carreta, también se quería rescatar la importancia del reflejo de la cultura de nuestros antepasados y como la presencia física y simbólica de esta, están arraigadas a nuestra identidad nacional.

La diversidad lingüística, propia de boyeros, fabricantes de carretas, yugos y aperos, pintores y demás personas vinculadas a la actividad, nos muestra la amplitud de sus experiencias y la herencia transmitida a través de generaciones, lo cual les ha permitido desarrollar una enorme riqueza en el habla, así como un conjunto de tradiciones orales, que les son características y que, a la vez forman parte del patrimonio cultural costarricense.

La Carreta manifiesta de múltiples maneras en torno al oficio, prácticas, creencias, valores, saberes, lenguaje y expresiones artesanales, los desfiles de boyeros constituyen una de las más importantes formas de exposición pública y reafirmación del papel que ha tenido esta tradición en la construcción de la identidad cultural costarricense. La carreta típica costarricense, es un elemento conceptual amplio, que conlleva otros elementos materiales e idiosincráticos necesarios para conformar su concepto. La colorida carreta, sus mansos e imponentes bueyes, el decorado yugo

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