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Pedagogia


Enviado por   •  10 de Junio de 2015  •  1.543 Palabras (7 Páginas)  •  267 Visitas

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ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA PEDAGOGIA Y LA DIDÁCTICA

Carlos E. Vasco U.

Práctica, reflexión y praxis.

Empiezo con cinco aforismos que pretendo que sean de alta densidad:

1. En el principio era la acción.

2. Los sistemas de acciones se van decantando en prácticas.

3. Sólo los fracasos de las prácticas llevan a la reflexión sobre ellas:

nace la praxis.

4. La praxis empieza a transformarse en virtud de esa reflexión.

5. La reflexión empieza a refinarse y a expresarse en forma relativamente autónoma con respecto a la praxis:

nace la teoría.

Ejercicio de Gimnasia Mental Número 1: Relea en el orden inverso los cinco aforismos, atendiendo a las diferencias y a las relaciones entre teoría-práctica, práctica-praxis, acción-reflexión.

Piense en particular que cuando se habla de práctica no se excluye la reflexión: sólo se prescinde de si se da o no se da. Práctica y praxis no son pues categorías dicotómicas: la práctica es una categoría más amplia, y la praxis es una subcategoría más específica que incluye la reflexión.

Fíjese en que esta reflexión no es solipsista: se da socialmente en forma dialogal a la vez que individualmente en forma de procesamiento mental.

En forma parecida, note que teoría y praxis no son categorías dicotómicas: la teoría es un aspecto de la praxis reflexionada social e individualmente que se ha hecho relativamente autónomo, y además, sin caer en las rigideces mecanicistas de la “praxis teórica” althusseriana, sí puede afirmarse que la producción teórica es un tipo de praxis.

Formación y educación.

Toda sociedad busca la configuración de sus nuevas generaciones para la supervivencia y la con-vivencia en el sistema social dado.

Para referirme a las prácticas (reflexionadas o no) que pretenden lograr esa configuración, hablo de “formación”.

Hablo de “educación” cuando la formación ocurre en contextos institucionalizados para ello, como la institución de los tutores o paidagogoi en las mansiones griegas, las escuelas coránicas, los sistemas de aprendizaje gremial, las escuelas catedralicias en la época carolingia, las universidades medievales, la escuela masiva en las sociedades burguesas, etc.

Las prácticas formativas y educativas.

Las prácticas formativas se dan en primer lugar en la familia y en el clan. En algunas sociedades empiezan a institucionalizarse y a convertirse así en prácticas educativas o prácticas pedagógicas, cuyos protagonistas son los educadores o pedagogos.

La formación se da siempre a partir del nacimiento, y al menos hasta la edad en la que en cada cultura se considera al joven como ya iniciado en su comunidad. Pero en la terminología propuesta, las prácticas de crianza no institucionalizadas no son propiamente educación, sino formación.

Si la institucionalización de las prácticas de formación inicial se extiende hacia atrás, hacia la primera infancia, aparece la educación pre-escolar.

La formación llega en algunas sociedades a hacerse relativamente autónoma, y aun a continuar después del período considerado socialmente como de iniciación. La formación continuada, o formación permanente, hace su aparición en la historia de esa cultura.

Si ese tipo de formación se extiende hacia delante, hacia la formación continuada o permanente y se institucionaliza, aparece la educación continuada o permanente.

La formalización de las instituciones

El problema conceptual principal que tiene la terminología propuesta es la posibilidad de que los interlocutores tengan diferentes concepciones más o menos rígidas de lo que es el proceso de institucionalización, y de lo que debe considerarse como una institución.

Por ejemplo, si aun las prácticas de crianza transmitidas informalmente de madres a hijas se consideran como ya institucionalizadas, desaparecería la distinción entre la mera formación como categoría más amplia, y la educación como subcategoría de formación institucionalizada.

Me atrevo a correr el riesgo, señalando que precisamente por eso la terminología propuesta presupone una concepción relativamente rígida de lo que está ya institucionalizado específicamente con segregación de espacios, tiempos, personas, roles y símbolos.

Pero tampoco puede concebirse demasiado rígidamente la institucionalización, en nuestro caso, hasta exigir que para que se especifique la formación a educación sea necesaria la aparición de una institución formal reconocida conscientemente como tal, pues entonces no tendría sentido hablar de educación no-formal e informal: toda educación sería formal por definición. Hay aquí un filo de navaja difícil de recorrer, pero por el que estimo que vale la pena seguir avanzando.

La pedagogía.

Al institucionalizarse en la forma indicada las prácticas de formación, aparece la práctica educativa, asignable a personas y roles, que llamamos “pedagogos” y “pedagogas”. Estos, ante las dificultades y fracasos de esa práctica que llamamos “práctica pedagógica”, empiezan a desarrollar algunas reflexiones y transformaciones

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