Perdida Y Alteracion De Los Ecosistemas
Ameyalid4 de Noviembre de 2012
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Pérdida y alteración
de los ecosistemas
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Pérdida y alteración
de los ecosistemas
¿Qué son y para qué nos sirven los
ecosistemas?
Muy probablemente cuando has salido de tu
ciudad a otro destino, o gracias a los programas
de televisión dedicados a la naturaleza, habrás
conocido la gran diversidad de ecosistemas que
existen en tu región, en México o en el mundo.
Seguramente habrás visto o escuchado sobre las
selvas, los bosques o los desiertos en las zonas
terrestres, así como sobre los arrecifes de coral
y los ecosistemas de las profundidades en los
océanos y mares.
Los ecosistemas son los reservorios de la enorme
diversidad de especies que encontramos en el
planeta. Las casi dos millones de especies que los
biólogos han descrito hasta el momento están
repartidas entre ellos: algunos con cientos o miles
de especies, como las selvas húmedas, los bosques
nubosos o los arrecifes de coral, y otros con una
menor cantidad de especies, como los pastizales
o los ecosistemas de las dunas costeras. En todo
el globo encontramos a los ecosistemas, desde las
zonas más frías de las montañas y en los polos,
hasta los húmedos trópicos. También los hay en
los lagos, ríos y lagunas y en las cuencas oceánicas
(que cubren casi 75% de la superficie del planeta),
tanto en las zonas de aguas someras –como en
el caso de los arrecifes de coral- o en las grandes
profundidades, como en el caso de los arrecifes
de aguas frías.
Los ecólogos definen formalmente a los
ecosistemas como el conjunto de poblaciones de
diferentes especies que cohabitan en un sitio, que
interaccionan entre sí y con el ambiente físico y
químico en el que se desarrollan. Si alguna vez
visitaste un lago natural, te habrás dado cuenta
de que en él habitan distintas especies de plantas,
animales y microorganismos, y que sobreviven
en un ambiente con una temperatura y química
del agua particulares y con cierto grado de
transparencia; todas esas especies y condiciones
hacen que ese lago sea en sí, un ecosistema. Así
como éste, podríamos describir una variedad
enorme de ecosistemas en el mundo.
Los seres humanos somos una especie más en
el planeta, por lo que hemos dependido -y lo
seguiremos haciendo- de los ecosistemas para
satisfacer nuestras necesidades. Quizá no te hayas
dado cuenta de ello, lo cual podría ser resultado
de que muchos de nosotros nos sentimos cerca
de la naturaleza tan sólo cuando miramos en la
televisión programas sobre animales o ecosistemas
particulares o cuando salimos a pasear por el
campo. No obstante, es fácil demostrar hasta qué
punto dependemos de los ecosistemas naturales.
Echa una ojeada a tu alrededor. Ya sea que estés
en casa, en la escuela o el trabajo, verás que
los artículos que tienes cerca están fabricados
con papel, madera o telas; si vuelves a mirar,
seguramente te fijarás en las plantas que decoran
el lugar o quizá en las mascotas que tienes.
Pues todo ello, materiales, plantas y mascotas,
si lo piensas con detenimiento, provienen de
los ecosistemas naturales. La madera con la que
se fabrican los muebles y el papel, así como
las fibras de las telas que se extraen de plantas
como el algodón o el lino, o de animales como el
gusano de la seda o los borregos, tienen su origen,
quizá muchos milenios atrás, en los ecosistemas
naturales. Las plantas y las mascotas también
fueron, en sus orígenes, especies que formaron
parte de un ecosistema natural.
Este conjunto de bienes que utilizamos
cotidianamente forman parte de lo que se conoce
como servicios ambientales de los ecosistemas. De
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manera general, los servicios de los ecosistemas
los podemos definir como los beneficios que la
gente obtiene de los ecosistemas y de las especies
que los integran (Figura 2.1). Sin embargo, los
servicios ambientales no sólo incluyen a los
bienes de los que hicimos mención en el párrafo
anterior, sino también a otro conjunto de servicios
-menos conocidos, pero no menos valiosos- que
también usamos día con día sin darnos cuenta.
Por ejemplo, los ecosistemas también nos ayudan
a regular el clima. Los árboles de un bosque o una
selva, gracias a la sombra que producen y a que a
través de sus hojas transpiran una gran cantidad
de agua, mantienen temperaturas agradables
y niveles de humedad que no veríamos en su
ausencia. Es por ello que los sitios sin árboles,
o aquéllos en los que han sido removidos por la
deforestación, por ejemplo, son más calientes y
secos en comparación a los que aún conservan su
cubierta vegetal.
También destacan entre estos servicios los de
purificación del agua y aire. Muchas plantas
acuáticas son capaces, cuando están en contacto
con las aguas residuales que salen de nuestras
ciudades, de extraer de ellas sus contaminantes, lo
Servicios ambientales que brindan los ecosistemas
Servicios de soporte
* Ciclo de nutrimentos
* Formación
de suelo
* Fotosíntesis
que se traduce, al final, en aguas más limpias que
corren por los ríos y pueden ser reaprovechadas
en otro momento. Podemos también citar como
servicios ambientales el mantenimiento de la
fertilidad del suelo, el control de las inundaciones,
de plagas y enfermedades y el mantenimiento de
la biodiversidad, entre otros. No debemos olvidar
que los ecosistemas también ofrecen los llamados
servicios culturales, entre los que contamos
los que ofrecen como elementos espirituales y
religiosos para algunas culturas, de recreación o,
simplemente, por servir para el deleite de todos
nosotros por la belleza del paisaje que ofrecen.
La naturaleza nos provee gratuitamente de
todos estos bienes y servicios. No obstante, a
muchos de ellos les podríamos adjudicar un valor
económico. En el caso de los bienes, ponerles
precio podría resultar muy sencillo, ya que casi
todas las materias primas tienen un precio en el
mercado –por ejemplo, la madera, las fibras, los
alimentos, etc.-; sin embargo, en el caso de los
servicios ambientales es una tarea muy compleja:
¿te imaginas como podrías valuar en dinero el
mantenimiento de la biodiversidad o el control
de las inundaciones?
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Crecimiento de la población mundial
Fijarle precio a los servicios ambientales, es
como calcular cuánto nos costaría reproducirlos
con la tecnología que poseemos. A pesar de lo
compleja que pueda parecer esta labor de cálculo,
los científicos la han intentado, y los resultados
son sorprendentes. Se ha calculado que el valor
de los servicios que producen los ecosistemas
anualmente en el mundo oscila entre los 16 y los
54 trillones de dólares, esto es, ¡un 16 o un 54
seguido por 18 ceros! Estas cifras son estimaciones,
pero nos dan una idea aproximada de la utilidad
y el valor de los ecosistemas en el planeta. Estas
estimaciones equivalen entre 25 y 83% del valor
total de los productos que se fabricaron en el
mundo durante el 2006 o, dicho en términos
económicos, del producto interno bruto (PIB) de
todos los países en ese año. En la Figura 3.12 del
capítulo de Biodiversidad hemos incluido el valor
económico de algunos de los ecosistemas en el
mundo.
Con lo que hemos revisado hasta aquí te podrás
dar una idea más completa del porqué debemos
estar conscientes de todo lo que obtenemos de
los ecosistemas, así como de la importancia de
cuidarlos y mantenerlos en funcionamiento.
También debemos reconocer que, a pesar de los
avances de la ciencia y la tecnología, no tenemos, en
muchos casos, los conocimientos ni la tecnología
para intentar reproducir lo que los ecosistemas
hacen naturalmente. Esto sin considerar el enorme
esfuerzo humano y de inversión económica
indispensables para conseguirlo. Por tanto, la
mejor estrategia, y más barata, es conservarlos en
buen estado. Para que te des una mejor idea de
qué ha pasado cuando hemos intentado replicar
los ecosistemas terrestres, puedes consultar el
recuadro Proyecto Biosfera 2: un miniplaneta poco
funcional en el capítulo de Biodiversidad.
¿Estamos perdiendo los
ecosistemas naturales?
Para cualquiera de nosotros es claro que ya somos
muchas personas habitando el planeta. Lo habrás
notado al caminar por el centro de tu ciudad en
un domingo, al viajar en el transporte público, o
Población mundial en 2006
Habitantes
simplemente, al salir de descanso a la playa durante
algún periodo vacacional. En efecto, la población
del
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