Planificación Mercadológica Capítulo 4, Detonador

Gabriel Estuardo Escriu Pazos

No. de Carnet: 2005-716

Fecha: 23-02-2017

Planificación Mercadológica

Capítulo 4, Detonador

Es necesario conocer la palabra detonador y por ello es la diferencia entre oír sobre un producto y comprarlo. En otras palabras, es el elemento crítico en el diseño del negocio que logra que la gente se entusiasme verdaderamente por un producto con magnetismo y se convierta en cliente.

La palabra detonador en el lenguaje común, es algo que me ayuda a comprar algo que realmente quiero.

En este capítulo habla sobre la maravillosa historia de Netflix la cual sucedió en el año 2001, cuatro años después que el emprendedor Reed Hastings pasara por la vergüenza de pagar una multa de 40 dólares por una película que había olvidado devolver, y luego de tres años en los que ese inconveniente lo inspirar para crear una compañía pionera, en un nuevo sistema de alquiler de películas, llamado Netflix.

Se había lanzado este gran invento, basado en un simple supuesto, que esta novedad llamada internet podría ser la base para una forma más rápida y conveniente de escoger películas, de la misma manera como se escogen los libros por Amazon.

Hastings pensó en muchos factores y de ellos lo motivaron a lanzar esta brillante idea, entre ellos están: la frustración que causa que la película que queremos ver este agotada, la inconveniencia de tener que conducir para llegar al sitio de alquiler de películas dos veces, una para alquilarla y una segunda vez para devolverla, y lo peor de todo, la rabia que causan las multas por demora.

Entonces por ello, Hastings se puso a trabajar con otros miembros de su equipo hicieron el modelo de una primera versión del sitio web (Netflix), para seleccionar películas, construyeron una bodega para el envió de DVD cercana de la oficina principal de su compañía al norte de california en el sitio conocido como Scotts Valley, compraron un surtido variado de películas y empezaron a mercadear el servicio.

Sin embargo, el primer producto estuvo muy lejos de tener magnetismo, la antigua Netflix ofrecía por Internet una selección de películas y él envió de DVD por correo, pero cobraba las tarifas de alquiler tradicionales, comenzando con cuatro dólares por película y cobrando multas por retraso en la entrega.

Hastings, transformó a Netflix en un modelo simple con tan solo un cargo por suscripción, independientemente del número de películas que el usuario viera, eliminó las multas por las demoras y retiró la oferta de productos no relacionados con las películas que generaba alguna publicidad que no redundaba en demanda. También, invirtió en expandir de manera importante el número de títulos disponibles, eliminando así uno de los peores inconvenientes del alquiler de videos.

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