Planificación Social

La planificación no es un instrumento técnico sino un proceso, que se nutre de herramientas técnicas para lograr el objetivo. El proceso tiene un inicio, pero no un fin. Esto le da sustentabilidad en el tiempo. Existe una necesidad de procesos. Los momentos en la planificación situacional son la forma de los distintos procesos de la planificación; necesariamente no siguen una lógica lineal, ya que nos equivocamos, nos retroalimentamos, los momentos se repiten, pero no con la misma lógica. La relatora define cuatro tipos de momentos en la planificación situacional que son vistos como las etapas que experimenta el proceso planificatorio, donde es claro tener en cuenta lo que se necesita, para que, como se va a lograr, interviniendo el juego político con los distintos actores, el análisis y la ejecución o práctica. Estos momentos son: Analítico explicativo, Normativo de diseño, Estratégico y el Táctico operacional.

La planificación y el proceso de toma de decisión. El Trabajador Social no puede tomar una decisión que afecte a las personas en forma unilateral, sino que debe incluir la opinión o el punto de vista de los distintos actores. Para lo cual es necesario el diálogo con la comunidad, ya que nadie mejor que ella sabe lo que pasa; las decisiones producen un impacto en el entorno donde se está realizando el proceso de intervención, por lo cual deben ser tomadas en conjunto con todos los actores, incluidos los profesionales que forman parte del equipo. Es necesario dejar de lado el modelo de asistir al cliente social y potenciar el trabajo con el actor social (diferencia de visiones entre asistente social y trabajador social). Es preciso generar un impacto en la comunidad a intervenir, sino el trabajo de intervención no va a servir. Entonces, ¿Cómo logro una decisión en conjunto y a la vez que sirva para las personas o grupos a intervenir? Existe diversidad en las comunidades, por lo cual es importante considerar al colectivo de personas, pensar que todos están teniendo diversos objetivos que hay que consensuar; por lo cual el Trabajador Social debe buscar la manera de integrarse a este colectivo. Pero también es necesario incluirnos en las materias relevantes del que hacer de las políticas públicas, en su formulación, no podemos seguir encasillándonos en meros ejecutores de políticas y proyectos.

La Expositora relata su experiencia en lo laboral y su visión de que algunos Trabajadores Sociales desarrollan una resistencia al cambio, atribuida al hecho de no tomar decisiones, para no comprometerse y “pasar piola”. Surge entonces en la charla el tema de “la invisibilidad del Trabajador Social”. Planteándose que para dejar de ser invisible es necesario tomar decisiones y participar con la comunidad, generar un nexo con ella. Se recalca la necesidad de ser parte de la toma de decisiones en la comunidad, pero también en los grupos de trabajo interdisciplinarios, sobre todo en los grupos de creación y formulación de las políticas.

El conflicto forma parte de todo proceso, ya que los distintos actores que participan en un grupo tienen distintas opiniones derivadas de sus propias vivencias y sus propios intereses, por lo cual es necesario aprender a aceptar las distintas realidades, no temiendo la generación del conflicto, viéndolo como una parte normal de la búsqueda del consenso, pero es distinto del problema ya que este último no te permite avanzar.

La visión de la persona con quién se va a trabajar y no del número de expediente que se va a ayudar. Es necesario tener en cuenta que no se está trabajando para alguien sino con alguien. La planificación situacional se concibe como un intento de romper con la normativa del diagnóstico, por lo cual se habla de situación inicial. El concepto de diagnóstico puede ser estático en el tiempo, pero carece de eficacia o de realidad ya que las situaciones son cambiantes. En la década

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