Poder Presidencial Y Recursos Nacionales

PODER PRESIDENCIAL Y RECURSOS NACIONALES

El uso de los recursos naturales ha sido uno de los pilares del desarrollo de la economía del México moderno, en los años 40's del siglo pasado había un interés muy recurrente hacia la explotación de bienes nacionales como el petróleo, la producción agrícola, la minería, entre otros. Durante y después de la Segunda Guerra Mundial podemos distinguir un crecimiento en la producción y exportación de materias primas, lo cual genera un crecimiento exponencial de la economía y se presentan oportunidades mayores para la adquisición de tecnologías que industrializan más y más a un México cambiante y enfilado al progreso.

Sin embargo, las malas decisiones tomadas por gobiernos totalitarios y opresores llevaron al quiebre monetario y su consecuente caída en los proyectos nacionales de producción. Los programas sociales que anteriormente apuntaban al consumo de la producción nacional para su auto sustentabilidad habían colapsado por la repentina inflación y la devaluación del peso ante el dólar, lo que disminuía los precios de las exportaciones mexicanas. Los gobiernos neoliberales permitieron la caída de la economía, y con ello comenzó una crisis que tuvo momentos decisivos en la década de los 70's y principios de los 80's del siglo pasado.

El poder presidencial en México se ha caracterizado por la toma de decisiones para beneficios personales, alejados de los intereses nacionales. Particularmente en los sistemas priistas de gobierno, vemos fallas constantes en la dirección del poder y de la explotación de recursos naturales que, lejos de beneficiar al pueblo, terminan endeudándolo y obligándole a pagar costos excesivos de producción. Estas crisis se ven acentuadas a partir del periodo presidencial de Luis Echeverría y se siguen arrastrando hasta el día de hoy. Ejemplos de malos manejos es, por poner un ejemplo, la manipulación de la información y las represiones a movimientos sociales independientes y sindicales. Podemos citar la campaña de desprestigio que se infringió al periódico Excélsior en 1975 y la represión contra miles de campesinos en el Valle del Yaqui, lo cual fue manipulado por el sistema de gobierno evitando así los juicios y levantamientos populares que podrían suscitarse como reacción ante un uso exagerado e inconsciente del poder. “Se aseguran desde entonces que todos esos hilos los movió, por instrucciones giradas desde Los Pinos, Augusto Gómez Villanueva, uno de los hombres más cercanos al presidente.” (Relatos del Presidencialismo. Elena Gallegos, 2004).

Al tiempo que la información es utilizada como una herramienta que logra calmar a las masas tratando de crear una imagen presidencial de paz donde se nos presenta un Luis Echeverría pensador y hasta activista, la crisis económica es la más fuerte en los últimos 22 años hasta entonces. Era bien conocido que “El presidente Echeverría envenenaba el ambiente y recomendaba paciencia. Voz de resonancia universal, candidato al Premio Nobel de la Paz, pregonaba que cumpliría la ley” (“Relatos del Presidencialismo, Elena Gallegos, 2003). Esto nos demuestra que se mantenía en una burbuja de estabilidad ficticia a la población. Echeverría había desgastado el Modelo de Desarrollo Estabilizador y ya no había manera de proveer de empleo a una ciudadanía cada vez más inconforme y las relaciones comerciales con los Estados Unidos de América y el resto del mundo estaban mal a raíz de los hechos acontecidos en 1968. Éste panorama no permitió la sana comercialización de productos en materia de exportación, y por consecuencia la deuda externa creció.

Este panorama acompañó a José López Portillo durante su mandato. En este periodo se descubrieron yacimientos petroleros, pero las malas y arbitrarias decisiones de su gobierno provocaron que no hubiera crecimiento económico sino que por el contrario se adquirieran financiamientos y préstamos al país que se volvieron incosteables. Con palabras bien estudiadas, trató de calmar los ánimos con discursos esperanzadores donde se dibujaba a sí mismo como alguien empático con el pueblo. "A los desposeídos y marginados, si algo pudiera pedirles sería perdón por no haber acertado

...