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Popol Vuh

maricela1993286 de Septiembre de 2012

5.064 Palabras (21 Páginas)446 Visitas

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RESUMEN DEL LIBRO DEL POPOL VUH

PRIMERA PARTE

1. CAP

En un principio todo estaba en suspenso, y callado. No existía nada, solo el cielo y el mar.

Solo existía el formador, el creador TEPEU Y GUCUMATZ los progenitores bajo las plumas verdes y azules. Estos, se pusieron de acuerdo y juntaron palabras y pensamientos, debía aparecer el hombre, la creación de los árboles y los bejucos.

Luego la tierra fue creada, las montañas, los valles y los ríos corrían raudos al mar.

2. CAP

Luego, hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes, los genios de la montaña. Crearon a los animales y las aves y le dijeron como vivir, que comer y donde dormir y por ultimo pidieron que hablaran que los alabaran; pero los animales gruñeron gorgojearon pero no hablaron. Al Final se enojaron mucho los creadores y les dijeron a los animales que serían cazados y comidos, ese era su destino.

Crearon entonces un ser que los alabara . Al hombre. El primero fue de barro, pero su forma se perdía, no s e sostenía de pie, no hablaba, no se movía no alababa a su creador. Entonces fue creado el hombre de madera, este se movía, se multiplicaba, pero no tenía alma ; tampoco se acordaba de su creador.

3. CAP

Entonces vino el diluvio que quiso acabar con el hombre de madera, y las piedras y los utensilios, y los animales le atacaron y los obligaron a ir al bosque, esos son los monos.

4. CAP

Ya existía la tierra y el cielo, pero no había Sol; entonces VUCUB CAQUIX se exaltó a si mismo, decía que él era el sol, la luna que sus ojos eran d e plata, que sus dientes parecía joyas finas y su nariz brillaba más que la luna; pero él no era el sol, solo se vanagloriaba, solo quería dominar.

5. CAP

Este es el relato de la derrota de VUCUB CAQUIX en manos de HUNAHPÚ e IXBALANQUÉ (estos eran dioses verdaderos). Y acordaron darle con la cerbatana para que aprendiera a no vanagloriarse y causarle dolor y enfermedad.

Ahora bien, Vucub Caquix tenía dos hijos Zipagná y Cabracán. Y su mujer era Chimalmat.

Zipagná, jugaba a la pelota con los grandes montes ( Chigag, hunahpú, Pecul, Yaxcanul Macamob, y Huliznab, estos son los nombre de los montes creados en una sola noche por Zipagná.)

Cabracán movía los montes y por el templaban las montañas.

Proclamaban su orgullo los hijos de Vucub Caquix , y los tres disputaban reclamando grandeza; por lo tanto por sus actos fue resuelto la muerte de los tres.

6. CAP

Vucub Caquix tenía un gran árbol d e nance, y este comía su fruta a diario , al llegar fue herido

por un tiro de cerbatana de Hun Unahpú en la quijada; ya en el piso vucub arrancó el brazo a unahpú y le dobló sobre la punta el hombro, llevando los despojos a su casa y sosteniéndose la quijada.

Meditando hunahpú e ixbalanqué buscaron consejo de zaqui-nim-ac el anciano de cabeza cana y de la vieja zaqui-nima-tziís. Y tramaron una treta;

buscaron luego a vucub que estaba en su trono con dolor de muela a causa de la caída de su mandíbula.

Los viejos sacaron los relucientes dientes y los reemplazaron por maíz blanco (hueso molido debía de reemplazarlos ) y le despojaron de la bellas pupilas. Le quitaron todas sus riquezas que tanto le enorgullecían. Así murió Vucub caquix y luego su mujer Chimalmat

7. CAP

Zipagná se enorgullecía de ser el creador de las montañas . Se bañaba a orillas del río cuando pasaron 400 muchachos con una viga grande para su casa. Estando allí l e invitaron a quedarse; pero planearon en secreto su muerte.

Al día le pidieron que ayudara a cavar un hoyo, pero Zipagná que sabia que habían planeado, cavó el hoyo y otro al lado, se puso a salvo y gritó para que sacaran la tierra.

Los jóvenes en vez de eso arrojaron el gran tronco esperando aplastar a zipagná. Esperaban las hormigas que sacaran las partes de zipagná (las uñas y el pelo) y luego festejaron hasta emborracharse.

Cuando estaban borrachos, zipagná hizo caer la casa sobre los 400 muchachos y los mató a todos.

8. CAP.

Hunahpú e ixbalanqué estaban enojados por la muerte de los 400 muchachos y buscaron la muerte de zipagná, este comía solo peces y cangrejos de día y se echaba los cerros a cuesta en las noches

Hunahpú e ixbalanqué hicieron un gran cangrejo ceñuelo para engañarle, luego se hicieron los inocentes y le indicaron donde encontrar el gran cangrejo (en el

fondo del barranco)

Los muchachos guiaron a zipagná al barranco y le mostraron el cangrejo, este intentó atrapar al bicho de diversa formas hasta que de pronto se derrumbó el cerro sobre él, se convirtió en piedra y jamás se supo algo de él.

9. CAP

Yo derribo montañas decía Cabracán .huracán, chips caculha y raxa caculhá hablaron a hunahpú e ixbalanqué pidiendo el castigo de Cabracán. Por su soberbia..Entonces los dos muchachos interceptando a Cabracán le mencionaron una gran cumbre, y este pidió que se la enseñaran; en el camino Hunahpú e izbalanqué Iván cazando aves. Las pusieron a cocinar pero prepararon una de forma muy especial untándole tizate (cemento natural). Cabracán quería comerlos, le ofrecieron el pájaro untado de tierra y este quitó la fuerza sobrenatural a Cabracán Entonces los chicos le atraorn y amordazaron y le enterraron.

SEGUNDA PARTE

Capítulo I

Ixpiyacoc se casó con Ixmucane y tuvieron dos hijos varones: Hun- Hunahpu y Vucub-Hunapu. Vucub- Hunapu permaneció soltero y no tuvo hijos. En cambio, su hermano Hun Hunapu se casó con Ixbaquiyalo y a su vez tuvieron dos hijos también varones: Hunbatz y Hunchouen. Los hermanos Hun Hunapu y Vucub Hunapu se llevaban muy bien. Les gustaba jugar a los dados y con los hijos de Hun Hunapu jugaban por equipos al juego de pelota. La pelota era de caucho y los jugadores utilizaban muchos ornamentos y protecciones. Vivían felices y contentos todos en la misma casa, abuelos, hijos y nietos, hasta que un día muere Ixbaquiyalo y los niños Hunbatz y Hunchouen quedan bajo el cuidado de su abuela paterna, Ixpiyacoc. Un día estaban jugando en el camino de Xibalbá. Se llamaba Xibalbá al mundo subterráneo o al infierno. Los señores que habitaban ese mundo eran todos malvados.

Capítulo II

El consejo de los señores de Xibalbá decidió mandar sus cuatro búhos emisarios con este mensaje: Dicen los señores que vayan a Xibalbá a jugar a la pelota con ellos para distraerse. Y que traigan todos sus elementos y ornamentos de juego.

Los hermanos se sorprendieron ante el pedido y vieron que no podían hacer otra cosa más que acompañar a los búhos mensajeros a Xibalbá. Se despidieron de su madre y antes de partir escondieron la pelota de caucho en un hueco que había en el techo de la casa. Hun Hunapu llamó a sus dos hijos y les dijo: Nos han mandado llamar los Señores de Xibalbá. Ustedes ocúpense de tocar la flauta y cantar. De pintar y esculpir. Deben también mantener caliente la casa y el corazón de su abuela. Luego de despedirse, se fueron siguiendo a los búhos hasta el camino de Xibalbá donde los esperaban varios peligros. Primero bajaron hacia las profundidades de la tierra por unas escaleras muy empinadas hasta llegar a la orilla de un río que corría entre barrancos, pero lo atravesaron sin dificultad. Luego debían cruzar otro río que corría entre jícaros espinosos, pero también lo cruzaron sin lastimase. Mas tarde los esperaba un río de sangre, pero lo atravesaron sin beber de sus aguas. Hasta que llegaron a un cruce de cuatro caminos de cuatro colores: Uno rojo, otro negro, otro blanco y otro amarillo. Los hermanos no sabían cual camino debían tomar, pero el camino negro les habló así: --Yo soy el camino del Señor de Xibalbá. Entonces los hermanos decidieron seguir ese camino hasta que llegaron a Xibalbá donde estaba reunido el Consejo de los Señores. Los señores sorprendidos ordenaron: Que nadie tome una fruta de este árbol, ni la coma ni se siente debajo. El árbol se llamaba jícaro.

Capítulo III

Es la historia de una doncella llamada Ixquic, hija de uno de los señores de Xibalbá llamado Cuchamaquic. Ixquic, se quedó admirada al escuchar de boca de su padre la historia de los frutos del famoso árbol. Tan admirada estaba que pensó que sus frutos debían ser muy sabrosos y a continuación se dirigió al sembrado de Puchal- Cha. Cuando vio los frutos tuvo deseos de comerlos pero una cabeza que estaba entre los frutos le habó diciendo: - ¿Qué quieres? Los objetos que cuelgan del árbol no

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