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Principales Riesgos Dentro De Un Laboratorio Quimico


Enviado por   •  9 de Abril de 2013  •  2.476 Palabras (10 Páginas)  •  2.170 Visitas

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RIESGOS DENTRO DE UN LABORATORIO

Un riesgo es la posibilidad de que se materialice un peligro. En los laboratorios se dan dos tipos de riesgos: generales y específicos.

¿Qué son los riesgos generales y riesgos específicos?

A efectos preventivos es interesante diferenciar los riesgos generales que se den en los laboratorios, de los riesgos específicos, propios de cada actividad, práctica o experimento.

Se pueden considerar riesgos generales los que dependen esencialmente de las características de los locales, de los productos que allí se encuentran y de los rasgos comunes de las actividades que se realizan con carácter permanente. Entran en este grupo, por ejemplo, los riesgos ligados a:

• La seguridad estructural del laboratorio,

• La seguridad de la instalación eléctrica y de otras instalaciones que puedan estar presentes,

• Los sistemas de ventilación y aspiración,

• La presencia de sustancias peligrosas,

• la presencia de material de laboratorio frágil, cortante o peligroso,

• la presencia de maquinaria y herramientas,

• el microclima y la iluminación del laboratorio,

• el diseño ergonómico de los puestos de trabajo, etc.

Los riesgos específicos son los que van ligados a la realización de cada actividad, experimento o práctica concreta, teniendo en cuenta las sustancias, materiales o equipos que se utilizarán para realizarla y los riesgos que plantean su uso programado.

Para entender bien la distinción entre riesgos generales y riesgos específicos piénsese que existen sustancias y equipos cuya mera presencia representa un riesgo, pero cuyo uso y/o manipulación supone un riesgo muy superior. Así, por ejemplo, no plantea el mismo riesgo permanecer en un lugar en el que se encuentra almacenada una sustancia inflamable, que utilizarla efectivamente y manipularla; o estar en un recinto en el que pueden realizarse operaciones de soldadura que encargarse de ejecutarlas materialmente.

MEDIDAS DE PREVENCION

La primera y más eficaz medida preventiva a aplicar en cada laboratorio es la implantación de un sistema de gestión preventiva. Este sistema lo deben realizar personas con la adecuada preparación e información sobre la materia.

El proceso básico de gestión debe contemplar tanto riesgos generales, como los derivados de cada actividad concreta que se realice en los laboratorios.

Este proceso de gestión preventiva consiste en:

1. Identificar los riesgos, tanto de forma aislada como los que pudieran derivarse de la interacción de diferentes actividades.

2. Diseñar las medidas preventivas, para lo que se debe adquirir información complementaria sobre los riesgos.

3. Eliminar y reducir los riesgos, las medidas preventivas deben tratar de eliminar todos los riesgos que sea posible y reducir al mínimo los demás, garantizando en todos los casos que el riesgo residual no representa una amenaza grave para la salud de las personas que intervienen en el laboratorio.

Responsabilidades, funciones y obligaciones

Para poner en práctica un sistema de gestión preventiva cada usuario debe ser consciente de sus responsabilidades, funciones y obligaciones dentro del mismo. La dirección del departamento de cada laboratorio, de acuerdo con las decisiones del consejo de departamento y en colaboración con el personal docente responsable de cada una de las prácticas y el equipo investigador de cada línea experimental, tienen la obligación de fijar tanto las normas generales de prevención para el correcto uso del laboratorio, como los protocolos de seguridad de cada una de las actividades que se realizan en los laboratorios.

En este sentido, todas las prácticas deben estar planificadas previamente con el fin identificar los riesgos y así eliminarlos o controlarlos. Además el personal docente debe planificar las actividades de formación e información dirigidas al alumnado, garantizando su adecuación y su efectividad.

Los alumnos deben recibir formación e información completa sobre los riesgos generales, así como sobre los específicos de la práctica o actividad que vayan a realizar. Además el alumnado está obligado a cumplir la normativa interna de cada laboratorio y a respetar y participar de todas las medidas preventivas que estén establecidas en los mismos.

3. MEDIDAS DE PREVENCIÓN BÁSICAS EN LOS LABORATORIOS

Diseño y distribución de los espacios

El diseño y la organización del laboratorio deben ser estudiados a fondo con el fin de lograr que sea adecuada para el mantenimiento de un buen nivel preventivo. Así los elementos estructurales (suelos, techos, mobiliario, etc.) deben tener solidez y resistencia necesaria. En la distribución de superficies se debe disponer el espacio de forma que se puedan desarrollar todas operaciones de forma segura, incluida la circulación de personas y materiales; por ejemplo los equipos y aparatos nunca deben colocarse en zonas de paso, en particular en los pasillos del laboratorio. Una buena distribución y el mantenimiento de espacios de paso libres permitirán en la mayoría de los casos evitar un accidente.

Instalaciones seguras

Las instalaciones de gas, electricidad, agua, etc. de los laboratorios deben ser realizadas y mantenidas en condiciones de seguridad por personal especializado. De cualquier modo, las personas usuarias del laboratorio deben tener en cuenta una serie de recomendaciones.

Respecto a la instalación eléctrica deben atenderse las siguientes consideraciones:

• No utilizar alargaderas ni tomas múltiples salvo que sea imprescindible y por un tiempo limitado.

• No utilizar clavijas inadecuadas ni realizar empalmes.

• Ubicar los equipos de manera que se alejen de zonas de humedad, presencia de agentes químicos corrosivos o atmósferas inflamables. En caso de ser necesario, disponer de elementos antideflagrantes.

• Asegurarse de la adecuación de la instalación del laboratorio (consumos, toma de tierra, etc.) a los requisitos de los equipos que vayan a instalarse.

• Queda terminantemente prohibido inutilizar mediante puentes o similares los dispositivos de protección establecidos en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.

• En caso de cortes producidos por los dispositivos automáticos o diferenciales notificar al personal de mantenimiento del centro.

• No manejar aparatos eléctricos con las manos mojadas o cuando se está sobre superficies húmedas.

• Sólo el personal expresamente autorizado podrá realizar reparaciones

y/o modificaciones en la instalación eléctrica.

Las instalaciones de gas deben revisarse periódicamente. Éstas deben ajustarse a las necesidades del laboratorio: ni más tomas de las necesarias, ni menos, con el fin de evitar conexiones múltiples.

Por otro lado, es necesario familiarizarse con todos los elementos de seguridad que disponga el laboratorio: conocer la localización exacta de duchas de seguridad, lavaojos, mantas ignífugas y extintores, así como localizar las salidas de emergencia para una posible evacuación.

Mantenimiento de las instalaciones y equipos

Es fundamental realizar un buen mantenimiento de las instalaciones y equipos en los laboratorios. En este sentido se debe:

• Contar con una relación de equipos de trabajo y materiales actualizado y con referencia a las tareas y operaciones donde se manejan.

• Atenerse a las recomendaciones del fabricante o suministrador sobre características de la instalación, uso y mantenimiento del aparato: alimentación eléctrica, refrigeración, peso, extracción de gases, etc.

• Verificar periódicamente el correcto funcionamiento de las instalaciones (aire acondicionado, etc.)

• Comprobar periódicamente el correcto funcionamiento de todos los dispositivos y elementos de seguridad de los laboratorios: duchas de seguridad químicas, lavaojos, dispositivos de protección frente a incendios, vías de evacuación y salidas de emergencia, etc.

Orden y limpieza

Los laboratorios deben permanecer en condiciones de orden y limpieza: desorden equivale a riesgo. Por lo tanto:

• No se deben utilizar como almacén áreas que no hayan sido destinadas para ello (pasillos, bloqueo de puertas, etc.) y debe habilitarse un espacio libre suficiente que permita la evacuación.

• Los lugares de trabajo, equipos e instalaciones se limpiarán periódicamente y siempre que sea necesario, eliminando con rapidez todos aquellos desperdicios que supongan riesgo de accidente o de contaminación del ambiente de trabajo.

• Los suelos deben estar perfectamente limpios y secos, con el fin de evitar posibles resbalones.

• Se debe evitar la acumulación de materiales inflamables y polvos o sustancias químicas.

Almacenaje

Los materiales, productos, equipos y aparatos deben ser almacenados de forma segura, que garantice una buena conservación, así como evitar el posible riesgo de incendio y/o explosión. Para ellos los almacenes deben:

• Disponer de lugares especiales destinados al almacenaje,

• Tener unas condiciones ambientales adecuadas: temperatura y humedad que aseguren el confort necesario en cumplimiento de las normas existentes,

• Contar con un sistema de ventilación y de iluminación adecuadas,

• No guardar botellas vacías destapadas, No tirar productos ni telas o papeles impregnados de sustancias contaminantes (químicas, biológicas, etc.) en las papeleras,

• Contar con un sistema de detección, de alarma y de extinción de incendios en caso de que se almacenen sustancias inflamables y/o explosivas.

Gestión de residuos

La gestión adecuada de los residuos contribuye a la salud y seguridad de las personas que pueden estar en contacto con los mismos y además es una exigencia medioambiental de primer orden, particularmente con aquellos con gran impacto contaminante y con los catalogados como tóxicos y/o peligrosos.

• No acumular residuos de ningún tipo, salvo que el responsable del laboratorio o de la práctica indique lo contrario.

• Disponer de información e instrucciones para la gestión y tratamiento de residuos en el laboratorio (procedimientos, separación de familias, contenedores, etc.), en conformidad con el gestor de residuos del centro.

• Colaborar activamente con los protocolos y procedimientos derivados de los acuerdos que haya con gestores autorizados de residuos.

• Tener especial cuidado de no “eliminar” por el desagüe, aunque sea en pequeñas cantidades, productos que reaccionan violentamente con el agua, muy tóxicos (incluyendo metales pesados), inflamables, pestilentes, lacrimógenos, no biodegradables o cancerígenos.

Los laboratorios son lugares en los que se manipulan productos químicos o agentes biológicos peligrosos, lo que sumado a las operaciones específicas que se realizan, hace que normalmente presenten un nivel de riesgo elevado para la salud.

Por sus propias características, el trabajo en el laboratorio presenta una serie de riesgos de origen y consecuencias muy variadas, relacionados básicamente con las instalaciones, los productos que se manipulan y las operaciones que se realizan con ellos. Con respecto a los productos debe tenerse en cuenta que suelen ser muy peligrosos, aunque normalmente se emplean en pequeñas cantidades y de manera discontinua.

En un laboratorio se suelen utilizar productos:

• Reactivos Químicos Corrosivos.

• Gases.

• Sustancias Químicas Tóxicas.

• Reactivos Químicos.

• Sustancias Inflamables.

• Sustancias Biológicas.

• Sustancias Carcinógenas.

Los principales factores de riesgo en un laboratorio son:

• Desconocimiento de las características de peligrosidad de las sustancias.

• Empleo de métodos y procedimientos de trabajo intrínsecamente peligrosos.

• Malos hábitos de trabajo.

• Empleo de material de laboratorio inadecuado o de mala calidad.

• Instalaciones defectuosas.

• Diseño no ergonómico y falta de espacio.

• Contaminación ambiental.

Los accidentes más frecuentes en un laboratorio son: cortes y heridas, quemaduras o corrosiones, salpicaduras en los ojos e ingestión de productos químicos.

1.- Cortes y heridas.

Lavar la parte del cuerpo afectada con agua y jabón. No importa dejar sangrar, algo la herida, pues ello contribuye a evitar la infección. Aplicar después agua oxigenada y cubrir con gasa grasa (linitul), tapar después con gasa esterilizada, algodón y sujetar con esparadrapo o venda. Si persiste la hemorragia o han quedado restos de objetos extraños (trozos de vidrio, etc...), se acudirá a un centro sanitario.

2.- Quemaduras o corrosiones.

- Por fuego u objetos calientes. No lavar la lesión con agua. Tratarla con disolución acuosa o alcohólica muy diluida de ácido pícrico (al 1 %) o pomada especial para quemaduras y vendar.

- Por ácidos, en la piel. Cortar lo más rápidamente posible la ropa empapada por el ácido. Echar abundante agua a la parte afectada. Neutralizar la acidez de la piel con disolución de hidrógenocarbonato sódico al 1%. (si se trata de ácido nítrico, utilizar disolución de bórax al 2%). Después vendar.

- Por álcalis, en la piel. Aplicar agua abundante y aclarar con ácido bórico, disolución al 2 % o ácido acético al 1 %. Después secar, cubrir la parte afectada con pomada y vendar.

- Por otros productos químicos. En general, lavar bien con agua y jabón.

3.- Salpicaduras en los ojos.

- Por ácidos. Inmediatamente después del accidente irrigar los dos ojos con grandes cantidades de agua templada a ser posible. Mantener los ojos abiertos, de tal modo que el agua penetre debajo de los párpados. Continuar con la irrigación por lo menos durante 15 minutos. A continuación lavar los ojos con disolución de hidrogenocarbonato sódico al 1 % con ayuda de la bañera ocular, renovando la disolución dos o tres veces, dejando por último en contacto durante 5 minutos.

- Por álcalis. Inmediatamente después del accidente irrigar los dos ojos con grandes cantidades de agua, templada a ser posible. Mantener los ojos abiertos, de tal modo que el agua penetre debajo de los párpados. Continuar con la irrigación por lo menos durante 15 minutos. A continuación lavar los ojos con disolución de ácido bórico al 1 % con ayuda de la bañera ocular, renovando la disolución dos o tres veces, dejando por último en contacto durante 5 minutos.

4.- Ingestión de productos químicos.

Antes de cualquier actuación concreta: REQUERIMIENTO URGENTE DE ATENCIÓN MÉDICA. Retirar el agente nocivo del contacto con el paciente. No darle a ingerir nada por la boca ni inducirlo al vómito.

- Ácidos corrosivos. No provocar jamás el vómito. Administrar lechada de magnesia en grandes cantidades. Administrar grandes cantidades de leche.

- Álcalis corrosivos. No provocar jamás el vómito. Administrar abundantes tragos de disolución de ácido acético al 1 %. Administrar grandes cantidades de leche.

- Arsénico y sus compuestos. Provocar el vómito introduciendo los dedos en la boca del paciente hasta tocarle la campanilla. A cada vómito darle abundantes tragos de agua salada templada. Administrar 1 vaso de agua templada con dos cucharadas soperas (no más de 30 g ) de MgSO4•7 H2O ó 2 cucharadas soperas de lechada de magnesia (óxido de magnesio en agua).

- Mercurio y sus compuestos. Administrar de 2 a 4 vasos de agua inmediatamente.

Provocar el vómito introduciendo los dedos en la boca del paciente hasta tocarle la campanilla. A cada vómito darle abundantes tragos de agua salada templada.Administrar 15 g de ANTÍDOTO UNIVERSAL en medio vaso de agua templada.

(ANTÍDOTO UNIVERSAL: carbón activo dos partes, óxido de magnesio 1 parte, ácido tánico 1 parte.).

Administrar 1/4 de litro de leche.

- Plomo y sus compuestos. Administrar 1 vaso de agua templada con dos cucharadas soperas (no más de 30 g ) de MgSO4• 7 H2O ó 2 cucharadas soperas de lechada de magnesia (óxido de magnesio en agua). Administrar de 2 a 4 vasos de agua inmediatamente. Provocar el vómito introduciendo los dedos en la boca del paciente hasta tocarle la campanilla. Administrar 15 g de ANTÍDOTO UNIVERSAL en medio vaso de agua templada.

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