Principio De Reversabilidad

El principio de reversibilidad se podría resumir, coloquialmente hablando, como “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”. Este principio o criterio de reversibilidad va acompañado de otro principio: el de universalidad, que se podría resumir como que las actividades que hace una empresa no se pueden sólo aprobar en ella sino en también en las demás e inclusive en la sociedad. Kant argumenta que “en la medida en que una persona realiza una acción sólo porque encuentra placer en ella, no tiene valor moral”1. Es decir, sólo tendría valor moral la acción cuando esté originada por el hecho de que se suponga sea la manera correcta de comportarse de todas las personas, y para la situación que acontece, para las empresas. Derivado de esto se da el imperativo categórico de Kant. Así mismo, para saber si una acción es un imperativo categórico, tienen que observarse dos hechos: si las razones para realizar la acción, aprobándolo en una persona, se aprobaría en alguien más, y si lo la acción que se hace en uno mismo, se aprobaría en todo el mundo, aunque sea uno el afectado. Como ejemplo en el ámbito empresarial, se puede observar el caso de Hyundai en el 2009: la empresa coreana Hyundai Motor mejoraba su posición en relación con los fabricantes automovilísticos estadounidenses. Hyundai buscaba sobrevivir con estrategias para mejorar la calidad. La empresa se desmarcaba a principios de ese año anunciando su programa Hyundai Assurance, que permitía devolver el coche si perdían su puesto de trabajo. La competencia, así como otras clases de negocios, copió la idea y ofrecieron programas similares. Lo interesante es que, a pesar de las pérdidas y altos costos de la empresa durante varios años, Hyundai apostó en la inversión de nuevos modelos y programas de calidad, -contra lo que un Financiero sin experiencia ni conocimiento de la ética en los negocios- y gracias a ello la empresa obtuvo beneficios en medio del caos global del sector automovilístico. El ejemplo de Hyundai, beneficio a la competencia, lo cual le convenía a la misma Hyundai. En 2008, un año terrible para el sector automovilístico, donde las ventas de la mayoría del top ten de las empresas automovilísticas cayeron en porcentajes muy altos (arriba de 20%), las ventas globales de Hyundai Motor aumentaron un 4.4% 2.

Hyundai se dio a conocer a finales de los años 80 con sus exportaciones a Estados Unidos con un modelo de bajo costo llamado Excel. Al principio el coche fue muy popular, pero enseguida se ganó mala reputación por oxidarse, además de otros problemas de calidad. “Las ventas cayeron y en la mente de los consumidores permaneció su mala reputación”, dice John Paul MacDuffie, especialista en el sector automovilístico y codirector del International Motor Vehicle Program. En los años 90, Hyundai intentó introducir una serie de vehículos de alto precio en el mercado estadounidense, pero MacDuffie dijo: “La

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