Propiedad Intelectual en Panama

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Comercio Electrónico

Docente: Claribel Herrera

1. La Gente Hablará

Descubra la Sorprendente Ciencia de la Reputación

John Whitfield

1. Preparado por:

Yaniré Vásquez

Diciembre, 2016

Breve reseña del Libro

Este libro trata básicamente sobre los elementos que intervienen en nuestra decisión al momento de confiar o no en otra persona; y también sobre lo que somos capaces de hacer para persuadir a las personas de que confíe en nosotros. En el libro se define claramente qué es la reputación, de dónde proviene y cómo nos podemos hacer de una reputación. La reputación es resultado del chisme y depende de lo que la gente diga de nosotros a nuestras espaldas. Tiene poco que ver con nuestro comportamiento y mucho con nuestras conexiones sociales y con el interés personal de los otros. La reputación nos motiva a realizar buenas obras, pero también previene malas obras, ya que permite controlar nuestro comportamiento porque nos sentimos vigilados. La reputación es incómoda porque se les entrega a otros, poder sobre nosotros.

Los seres humanos somos propensos a “copiar” o “imitar” a otros que consideramos dignos de nuestra admiración. Al honrar estos modelos nos estamos ayudando. Le brindaos toda la atención del mundo a quien deseamos copiar y esto colabora con nuestro aprendizaje social y a su vez genera prestigio a quien imitamos. Pero la reputación va mucho más allá del mero copiar lo que otro hace y rendirle honores a quienes imitamos. Construir una reputación implica esfuerzos costosos que buscan cosechar beneficios a largo plazo. El recurso de COPIAR AL LÍDER, nos suministra dos pilares de nuestra reputación: a) Aprendizaje Social, porque nos da razones para interesarnos por lo que hacen los que nos rodean. b) Economía de Prestigio, que nos da razones para preocuparnos por lo que los demás piensan de nosotros.

Es difícil poder formarnos una reputación para esto debemos evitar presumir de nuestras virtudes y actuar de manera que el otro interprete lo que deseamos forme parte de nuestra reputación. La forma de lograr esto es haciendo que la señal sea costosa de enviar lo que se traduce en un signo más confiable de calidad. A esta inversión de recursos para comunicarnos se le llama señalización costosa. Pero quienes invierten en señalización costosa no solo tienen que demostrar que son buenos en lo que hace; también deben probar que son mejores que otros posibles actores que también están disponibles generando un problema de acción colectiva. En este entorno se da el fenómeno del Altruismo competitivo, en la cual las personas hacemos buenas acciones y colaboramos como una forma de hacer alarde de nuestros rasgos y así ganar buena reputación.

Nuestra reputación no depende directamente de nosotros mismos si no de lo que los otros piensen y digan de nosotros. La opinión que se forme nuestra red de relaciones sociales sobre nosotros está directamente relacionada con nuestras acciones, pero aquellas que sean creíbles, cooperación, colaboración, altruismo que se vea y se sienta sincero. Es importante señalar estas reflexiones sobre la Reputación:

• Hay reputación si estamos bien conectados y si las conexiones están interconectadas.
• El problema no es que la reputación no refleje nuestro comportamiento, sino que no tengamos ninguna reputación
• El problema no es si la reputación se basa o no en información precisa, el problema es que no podemos controlar la manera como la gente interpreta esa información.

Una de las mejores acciones que podemos hacer para cultivar nuestra reputación, es presentar a nuestros amigos entre si y hacer lo posible porque se lleven bien.

También por razones de supervivencia podemos elegir acciones que proyecten una reputación de temor a respeto, para evitar ser atacados por otros, dependiendo del entorno en el que nos desenvolvamos.

Las cosas que digan los demás sobre nosotros pueden ser de ayuda para nuestra reputación o puede perjudicarla. Lo que tenga que decir otras personas sobre nosotros pueden ser cierto o no. Pero si es importante que puedas generar comentarios, sean buenos o no tan buenos. Que las personas no tengan nada que opinar sobre nosotros no es buena señal para nuestra reputación.

Estamos constantemente siendo observados por nuestro entorno social, y es de esta forma como hemos ido aprendiendo a actuar de la forma correcta, ya que estamos en constante escrutinio- Los que son religiosos verán sus acciones juzgadas por el Dios en el que creen; los que no son religiosos de igual manera actúan en consecuencia con la imagen que desean proyectar en el entorno en el que se desenvuelven.

Las plataformas electrónicas representadas por las redes sociales en las que nos hemos ido incluyendo, representan un entorno sesgado que va intentando modelar nuestra reputación, sin embargo, no para todos resulta ser una fuente fidedigna de información puesto que las personas tendemos a mostrar lo bueno y ocultar lo malo y los observadores también lo saben. Pero de alguna manera siempre generará una especie de comentario que podría favorecer o no a nuestra reputación.

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