RESUMEN DE LA OBRA “CONTRATO SOCIAL”
d1360092Ensayo21 de Octubre de 2015
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RESUMEN DE LA OBRA “CONTRATO SOCIAL”
El hombre ha nacido libre y sin embargo vive en todas partes entre cadenas. El mismo que se considere amo, no deja por eso de ser menos esclavo que los demás.
La cuestión de esta obra escrita por Juan Jacobo Rousseau es encontrar la forma que pueda imprimirle ese sello de legitimidad, donde el individuo pueda recobrar la libertad, que le es inherente y le fue arrebatada, con acciones fundadas en convenciones.
Nos menciona como es que llegaron a existir y como fueron las primeras sociedades, que no son, sino la misma familia, representadas por un padre de familia, que tiene bajo su mando a los hijos, como pasa en el sistema político actual, siendo el Padre la figura del jefe y los hijos la del pueblo, pero que esas primeras pequeñas sociedades políticas, no son eternas, sino que duran hasta el tiempo en que los hijos llegan a una edad en donde puedan razonar por sí mismo, para convertirse en dueños de sí.
Nos hace ver que hasta el más fuerte no lo será para siempre, sino que tiene que transformar su fuerza y la obediencia en un deber, transformarlo en derecho, porque ceder a la fuerza es un acto de necesidad no de voluntad. Por tanto la fuerza no hace el derecho y los hombre no tienen que obedecer algo ilegitimo.
Los hombres enajenan su libertad, la ceden a un rey, un rey que a cambio les brindara protección y seguridad, pero entonces al hombre que se da, a otro, que le queda por conservar si es un esclavo.
El someter a una multitud de esa manera, no es otra cosa que un jefe y esclavos, jamás llegara a representar una sociedad por faltar un interés público el cuan es esencial para lograr los fines de una sociedad.
Para poder subsistir, los hombres llegaron al punto de realizar un pacto, un pacto que les permitiera superar todos esos obstáculos que le impidieran su desarrollo y dejar de estar en ese estado primitivo en el que se encontraban, para alcanzar el fin de la subsistencia fue que unieron fuerzas, un concurso de muchos, para un solo fin, la libertad de cada uno de los hombre formadores del pacto. Del contrato social.
Es ahí donde nace el soberano que es el constituido por todos los contratantes del pacto, en un compromiso recíproco del público con los particulares, en donde cada individuo se encuentra obligado a una doble relación, como miembro del soberano para con los particulares y como miembro del Estado para con el soberano.
El soberano no se impondrá leyes que vayan en contra del mismo, ya que sería ir en contra de la naturaleza del mismo, no puede ni debe tener interés contrario al de ellos.
Por esa razón el hombre cede esa libertad natural la cual tiene por el simple hecho de ser persona, para sujetarse a una libertad civil en donde exista el respeto, basado en acciones más inclinadas a la moralidad desarrollando un estado de justicia, es ahí donde el hombre pierde su libertad natural y a cambio gana una libertad civil obteniendo el respeto de cuanto posea.
Pero el individuo sólo debe poseer aquello que le sea necesario para subsistir, bajo la condición que trabajo la tierra para el cultivo, si no fuera de esa forma, excluyera de ese derecho a los demás, además de que rompería con el pacto social, poniendo por encima del derecho público al derecho privado, y en el contrato social, el derecho que tienen cada particular sobre sus bienes, queda siempre subordinado al derecho de la comunidad sobre todos.
Cuando un grupo de individuos se reúnen y juntan sus fuerzas para alcanzar un solo fin es cuando nace el soberano, como ya lo había mencionado párrafos atrás. Lo que hay en común son esos intereses, es lo que constituye el vínculo social. Este carácter de soberano no se puede ceder a otra persona ya que radica una parte de él, en cada individuo que la constituye, para poder emitir esa voluntad general. Desde el instante en que tiene dueño, desaparece el soberano y se destruye el cuerpo político, porque el soberano no busca intereses particulares, sino un interés común. Los individuos podrán cumplir las órdenes de un jefe, pero en tanto no sean contrarias a la voluntad general.
La soberanía también es indivisible por la misma razón de que es inalienable, pero nuestros políticos no pudiendo dividirla en principio, hacen una división en cuanto a sus fines y voluntad: en fuerza y voluntad, creando así, el poder legislativo y ejecutivo, por un lado uno se encarga de la creación de las leyes producto de la voluntad general y el otro se encarga de que esas leyes que los mismos integrantes del pacto social se dieron se ejecuten.
Pero a veces la voluntad general del pueblo puede errar, esto quiero decir que no todas las decisiones del pueblo sean rectas, pueden equivocarse, un pueblo no se corrompe, a un pueblo se le engaña, se le miente y es entonces cuando el pueblo parece querer el mal.
Aun así, la vida del cuerpo soberano consiste en la unión de sus miembros para sus cuidados y para la misma conservación, esta podrá mover y disponer de cada poder, bienes y hasta de la libertad de cada individuo para lograrlo, tan pronto como el cuerpo lo exija, el ciudadano como integrante del pacto social, está en el deber de prestar sus servicios, no en la obligación, porque cuando alguien decide ligarse con un cuerpo social, nunca estará obligado a realizar esos compromisos, sino solo tiene el deber de cumplirlos, ya que debe partir de todos, para que sean aplicados a todos, nadie decide algo injusto para sí mismo.
El pacto social establece como límite una igualdad entre los ciudadanos, de tal manera que todos se obligan bajo las mismas condiciones y todos gozan de idénticos derechos.
Así como los hombres no tienen el derecho de disponer de su vida, sino que sea arriesgándola para conservarla, posee el mismo derecho el soberano ya que puede disponer de la vida de uno de sus contratantes para la conservación de todos los demás contratante, por otra parte, cuando una persona va en contra de los intereses de la colectividad y a violado las leyes impuestas por una voluntad general, va en contra de la conservación del pacto y es preciso que uno de los dos perezca, tomando al incompatible como un enemigo del pacto y aplicándole la pena de muerte para garantizar la conservación del pacto social.
Es así como un grupo de personas forman convenciones las cuales unen y relacionan los deberes de cada una de ellas y las encaminan a la justicia como su único fin, es un estado en donde todos los derechos están determinados por la ley. Un pueblo que crea sus leyes nunca estará sujeto a ellas puesto que esas leyes son el registro de su voluntad, es así que las leyes no son sino las condiciones de la asociación civil, el pueblo sumiso a ellas debe ser su autor.
A pesar de que el pueblo es que se da a él sus propias ley muchas de la veces por su no tan vasta capacidad no tienen idea de que es lo que desean o no saben cómo conseguirlo, es ahí en donde se necesita la existencia de un legislador capaz de penetrar todas las pasiones humanas si experimentar ninguna y que conozca a fondo la naturaleza del ciudadano para que pueda crear las leyes que ellos necesitan, se necesita la existencia de un hombre extraordinario en el Estado, de un Legislador.
En esta parte de la creación de leyes Juan Jacobo Rousseau hace una comparación y menciona que, “así como, antes de levantar un edificio, el arquitecto observa y sondea el suelo para ver si puede sostener el peso, así el sabio institutor no principia por redactar leyes buenas en sí mismas, sin antes examinar si el pueblo al cual las destina está en condiciones de soportarlas”.
Dado que ningún pueblo es idéntico a otro, cada uno merece sus propias leyes que se adecuen a las creencias de cada uno de ellos.
Pero aunque todo pueblo tenga su particularidad, la cual los haga diferentes unos de otros, esencialmente en todos los sistemas de legislación debe perseguir el mismo fin para su pueblo, que es la libertad y la igualdad. Para que ningún ciudadano sea suficientemente opulento para poder comprar a otro, ni ninguno bastante pobre para ser obligado a venderse.
De ahí nace la necesidad de hacer una división de leyes, una división de leyes políticas que regulen la relación de todos los integrantes del cuerpo soberano para con el cuerpo entero, otra división de leyes civiles que observe a cada uno de los integrantes para con el cuerpo entero y una tercera división que son las leyes penales para aquellos que en contra de la voluntad general. Siendo los usos y costumbres las que dan nacimiento a estas tres divisiones de leyes.
Pero una vez ya instituidas esas leyes por el pueblo en su carácter de legislador, hace falta quien las ejecute, ya que el mismo pueblo no puede llevar acabo esa labor, porque iría en contra de su naturaleza, por tratarse de actos que serían ejecutados por el cuerpo entero hacia sujetos determinados, de ahí la justificación de la existencia de un agente propio que actué de acuerdo con la dirección de la voluntad general, llamado poder ejecutivo.
Encargado de la ejecución de las leyes y del mandamiento de la libertad civil como política.
Pero que el pueblo elige a esos magistrados, llamados así en lo individual y príncipes en referencia al cuerpo entero, donde el pueblo tiene todo el derecho y poder de limitar, modificar y resumir cuando le plazca, ya que es voluntad de él, la existencia de ese poder, el cual se lo ha delegado a un cierto grupo de individuos integrantes del cuerpo soberano.
Cuyo principio de constitución de un gobierno debería ser velar por el interés común, para el cual se elige un grupo de magistrados que gobiernen, en los cuales existen tres tipos de voluntades, la voluntad particular que debería ser nula para que pueda existir un buen gobierno, la voluntad del cuerpo de magistrados que tendría que ser una voluntad subordinada a la voluntad general o voluntad soberana que tendría que ser la dominante, sin embargo es la voluntad general la que resulta ser la más débil, siendo la voluntad particular del magistrado la más fuerte, creando como tal, un mal gobierno.
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