ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Razones Financieras

johanaglz14 de Octubre de 2014

4.006 Palabras (17 Páginas)206 Visitas

Página 1 de 17

RAZÓN CORRIENTE

Este indicador mide las disponibilidades actuales de la em­pre­sa para atender las obligaciones existentes en la fecha de emisión de los estados financieros que se están anali­zando. Por sí sólo no refleja, pues, la capacidad que se tiene para atender obligaciones futuras, ya que ello depende también de la calidad y naturaleza de los activos y pasivos corrientes, así como de su tasa de rotación.

Activo Corriente / Pasivo Corriente

HISTÓRICO

AJUSTADO

2.0X1

2.0X2

2.0X1

2.0X2

1.058.535

667.445

1.639.870

1.586.299

1.058.703

667.445

1.639.969

1.586.298

1.59

1.03

1.59

1.03

En este caso, la actualización de los inventarios (importante componente de los activos corrientes) a precios actuales no está influyendo notable­men­te en el comportamiento del indicador, hecho que puede señalar una buena rotación de inventarios. Si los inventarios fuesen muy antiguos, enton­ces el indicador tendería a ser mayor después de aplicar el sistema integral de ajustes por inflación, aunque no nece­sariamente esto indique una mejor posibilidad para atender las obligaciones a corto plazo, pues pueden existir inven­tarios obsoletos cuya realización en el mercado no sea fácil de llevar a cabo.

La interpretación de esta razón financiera debe realizarse conjunta­mente con otros resultados de compor­tamiento, tales como los índices de rotación y prueba ácida, aunque todo parece indicar que las razones estimadas sobre valores históricos, pueden señalar más eficientemente la situación de las empresas, en el corto plazo, frente a sus obligaciones.

El indicador de razón corriente presenta alguna clase de limitaciones en la interpretación de sus resultados, siendo la principal de ellas el hecho de que ésta razón se mide de manera estática, en un momento dado de tiempo y, en consecuencia, no se puede asegurar que hacia el futuro los recursos que se encontraban disponibles con­tinúen estándolo. Además, al descomponer los diversos fac­tores de la razón corriente se encuentran serios argumentos sobre la razonabilidad de su función. Por ejemplo, los saldos de efectivo o los valores depositados en inversiones tem­pora­les representan sólo un margen de seguridad ante eventuales situaciones atípicas de negocios y, por ningún motivo, reservas para el pago de operaciones corrientes de la empresa; pues suponer lo contrario sería como descartar el principio de continuidad y pensar que la compañía va a ser liquidada en un futuro cercano.

De la misma manera, las cuentas por cobrar y el inventario son cuentas de movimiento permanente y en razón a ello, no es nada seguro suponer que un saldo alto deba permanecer así, especialmente en el momento en que se requiera para atender las obligaciones corrientes. Las dos variables están estrechamente interrelacionadas con conceptos tales como nivel de ventas o margen de utilidades siendo, en realidad, éstos conceptos los verda­deros parámetros en la determinación de las entradas fu­turas de efectivo.

Lo anterior se puede resumir afirmando que la liqui­dez de una empresa depende más de los flujos futuros es­pe­ra­dos de efectivo que de los saldos, de la misma natura­leza, registrados en la contabilidad en el momento del análisis. Además, la eficiencia en la rotación de las cuentas por cobrar e inventarios, pretende alcanzar la máxima ren­ta­bilidad en el uso de los activos y no necesariamente ob­tener mayor liquidez.

Otra limitación de la razón corriente es que su resul­tado puede ser mani­pulado fácilmente con el fin de ob­tener cifras que se requieren para algún propósito especial. Por ejemplo, el último día del año podría cancelarse un pasivo importante y volverse a tomar el primer día del ejercicio siguiente, con lo cuál la razón mejora al disminuir simultánea­mente, tanto el activo (de cuyos fondos se to­man los recursos) como el pasivo corriente. También se pueden dejar de contabilizar, en forma premeditada, parti­das significativas que tengan que ver con inventarios en tránsito; al no registrar ni el activo ni el pasivo, la razón corriente mejora. Así mismo, se podría aplazar la decisión de efectuar nuevas compras, dada la proximidad del cierre contable, logrando reducir tanto el activo como el pasivo corriente, pero incrementando el indicador.

Existen unos estándares sobre este indicador que, algunas veces, se toman automáticamente como pará­metros de medición, cuando en reali­dad cada caso parti­cular debe ser evaluado en sus propias dimen­siones. Es así como se afirma que una relación 2:1, es decir poseer activos corrientes que dupliquen las obligaciones de corto plazo, es ideal; sin embargo, pueden existir situaciones en las cuales hayan niveles mínimos de inventarios y óptima rotación de cuentas por cobrar, con lo cuál habrá liquidez suficiente para atender los pasivos corrientes, aunque el indicador no parezca ser el mejor.

De otra parte, podría pensarse que entre más alta sea la razón corrien­te, será mejor la gestión financiera de recursos. Pero, si se mira objetiva­mente este caso, un indi­cador muy alto aunque sea estimulante para provee­dores y entidades financieras, porque prácticamente asegura el retorno de las acreencias, es también señal de una mala administración del efectivo y de un exceso en la inversión propia, proveniente de socios y accionistas, quienes verán afectada la tasa de rendimiento asociada a dicha inversión.

PRUEBA ÁCIDA

Al no incluir el valor de los inventarios poseídos por la empre­sa, este indicador señala con mayor precisión las disponibi­lidades inmediatas para el pago de deudas a corto plazo. El numerador, en consecuencia, estará compuesto por efec­tivo (caja y bancos) más inversiones temporales (Cdt's y otros valores de realización inmediata), denominadas hoy día "equiva­len­tes de efectivo", y más “cuentas por cobrar”.

(Activo Corriente - Inventarios) / Pasivo Corriente

HISTÓRICO

AJUSTADO

2.0X1

2.0X2

2.0X1

2.0X2

800.974

667.445

1.121.825

1586.299

801.142

667445

1.121.924

1586.299

1.20

0.71

1.20

0.71

Como en el caso de la razón corriente, el indicador de prue­ba ácida no se ve afectado por la inflación en razón a que sus componentes son partidas monetarias, expresadas en valores nominales de origen, es decir, que no cambian por efecto de las variaciones en el nivel general de precios, aunque sí se ven fuertemente afectados en términos de poder adquisitivo.

En el ejemplo, para el año de 20X2 se presentó un notorio deterioro en el índice, debido posiblemente a la adquisición de nuevos pasivos (véase balance general com­pa­rativo y análisis de tendencias) cuyo destino no fue capital de trabajo sino inversión en activos fijos. Cabe aquí preguntarse si la expansión de la estructura física mediante préstamos a corto plazo permitirá un incremento en las ventas, capaz de generar los recursos sufi­cientes para aten­der dichas obligaciones. Muy posiblemente esta empre­sa tendrá que reestructurar sus pasivos o vender parte de los activos fijos, so pena de verse abocada a problemas de índole financiera.

A ésta razón le aplican las mismas limitaciones ex­puestas cuando se estudió la razón corriente, pues es tam­bién una prueba estática que no toma en cuenta el principio de continuidad y parte del supuesto de que la empresa entrará en proceso de liquidación y, en conse­cuencia, no generará ninguna clase de operaciones que generen flujos de efectivo, tales como nuevas ventas de productos o servicios propios de su actividad.

Así mismo, eliminar la cuenta de inventarios del nu­me­rador no garantiza una mejor liquidez pues se debe to­mar en cuenta la calidad de las cuentas por cobrar, concepto que se estudiará más adelante, y la facilidad de realización del inventario, pues a veces es más fácil vender el stock de mercancías o productos que recuperar la cartera. Si las cuentas por cobrar tienen una rotación lenta, se recomienda eliminar ésta partida para el cálculo de la prueba ácida, incluyendo en el numerador, por lo tanto, sólo el efectivo y las inversiones temporales o equivalentes de efectivo. Cuando se realiza ésta depuración, el indi­cador así calculado se denomina "razón de liquidez extrema".

CAPITAL DE TRABAJO

Aunque este resultado no es propiamente un indicador, pues no se expresa como una razón, complementa la interpretación de la "razón corriente" al expresar en pesos lo que este representa como una relación.

Activo Corriente – Pasivo Corriente

HISTÓRICO

AJUSTADO

2.0X1

2.0X2

2.0X1

2.0X2

391.090

53.571

391.258

53.571

Nuevamente aquí puede observarse que las ligeras varia­ciones que se presentan entre los resultados, antes y des­pués de ajustes por inflación, no son relevantes, lo que señala —como ya se indicó— una óptima rotación de inventarios.

Este resultado señala el exceso o déficit de la em­presa, representado en activos corrientes, que se presen­taría después de cancelarse todos los pasivos corrientes. Como puede observarse el capital de trabajo presenta las

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (27 Kb)
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com