Reflexion

En la historia de la humanidad, la familia ha sido el agente de socialización más importante en la vida del individuo; es el agente de primario que durante mucho tiempo tiene prácticamente el monopolio de la socialización y es un nexo muy importante entre el individuo y la sociedad. Es precisamente en el seno familiar donde el niño aprende las formas de vida social mediante la imitación y la observación, pero sobre todo a través de una acción deliberada, primero por parte de los padres y luego por aquellos a quienes se confíe su enseñanza.

Una de etapas críticas de la familia es la llegada de los hijos a la adolescencia. Muchas familias que hasta entonces habían tenido una buena comunicación que les permitía un equilibrio en su entorno, en este momento lo pierden y no es fácil recuperarlo, por lo que es importante entender que una parte sustancial del tiempo durante el cual el adolescente pasa con su familia estará marcado por sentimientos de frustración, indignación, resentimiento, etc.

Como ya hemos mencionado, la adolescencia es una etapa crítica de la vida caracterizada por profundas transiciones en la conducta de las personas. Esta etapa es a menudo incomprendida, en ocasiones ignorada y, por lo general, es la edad en que la persona comienza a consumir alcohol y tabaco. El aumento del uso de drogas legales e ilegales está generando una epidemia muy difícil de resolver ya que cada vez más una nueva sociedad de jóvenes consumen sustancias prohibidas que han denominado de fin de semana y de diseño, por ejemplo: marihuana, cocaína, crack, etcétera.

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