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Reflexiones


Enviado por   •  24 de Abril de 2013  •  3.654 Palabras (15 Páginas)  •  251 Visitas

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• Las tres rejas

El joven discípulo de un sabio filósofo llega a casa de éste y le dice:

-Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...

-¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

-¿Las tres rejas?

-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

-No. Lo oí comentar a unos vecinos.

-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

-No, en realidad no. Al contrario...

-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

-A decir verdad, no.

-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, enterrémoslo en el olvido.

• Un profesor comenzó su conferencia sosteniendo en su mano un billete de $20.En el aula habían 200 estudiantes a quienes preguntó: "¿A quién le gustaría tener este billete de $20?" Inmediatamente se levantaron muchas manos. El profesor entonces dijo: "Le voy a dar estos $20 a quien...pero primero déjenme hacer esto”. Procedió a estrujar el billete. Luego preguntó: "¿Alguien lo quiere todavía?". Las manos se levantaron nuevamente y en mayor número que antes. "Bien," replicó, "qué pasa si yo hago esto?" Lo tiró al suelo y comenzó a pisarlo con su zapato. Lo levantó del piso, ahora completamente aplastado y sucio. "Ahora, ¿quién de ustedes todavía lo quiere? Otra vez las manos de casi todos los estudiantes se levantaron rápidamente. "Mis amigos, esta mañana ustedes han aprendido una valiosa lección.

No importa lo que le hice al billete, ustedes todavía lo deseaban, porque no había perdido su valor. Todavía valía $20”.

"Muchas veces en nuestras vidas, somos pisoteados, estrujados, y enlodados por decisiones que hicimos y por las circunstancias que se cruzaron por nuestro camino. Nos sentimos como si fuéramos inservibles. Pero no importa lo que haya ocurrido o lo que ocurrirá, ustedes nunca perderán su valor ante los ojos de Dios." "Pisoteados, arrugados, o impecablemente planchados, ustedes son apreciables para Él."

• “El valor de cada uno”

Un niño entró en una tienda de animales y preguntó el precio de unos cachorros que estaban en venta.

-Entre 30 y 50 euros, respondió el dueño.

El niño sacó unas monedas de su bolsillo y dijo:

-Sólo tengo 2 euros... ¿Podría ver los perritos?

El dueño de la tienda sonrió y llamó a Fifí, la madre de los cachorritos, que vino corriendo, seguida de cinco bolitas de pelo. Uno de los cachorritos venía de último y caminaba con dificultad.

El niño, señalando a aquel cachorrito, preguntó:

-¿Qué le ha pasado?

El dueño de la tienda le dijo que el veterinario le había examinado y descubrió que tenía un problema en el hueso de la cadera, de manera que siempre caminaría con dificultad.

El niño se animó y dijo con los ojos llenos de alegría:

¡Ése es el perrito que quiero comprar!

El dueño de la tienda respondió:

-No, a este no lo puedes comprar. Si de veras lo quieres, te lo regalo.

El niño guardó silencio y con los ojos llenos de lágrimas, miró fijamente al dueño de la tienda y le dijo:

-Yo no quiero que usted me lo regale. Este perrito vale igual que cualquiera de los otros y yo voy a pagarlo todo. Le doy ahora 2 euros, y le iré pagando cinco euros cada mes, hasta pagar todo.

Sorprendido, el dueño de la tienda le contestó:

-¿Cómo vas a comprar este perrito? Nunca podrá correr, saltar o jugar contigo y con los otros perritos.

El niño, muy serio, se agachó y se descubrió lentamente la pierna izquierda, dejando ver la prótesis que usaba para andar... Y, mirando al dueño de la tienda le respondió:

-Mire...a mí me falta una pierna...Yo no corro muy bien y el perrito va a necesitar de alguien que lo entienda.

A veces despreciamos a las personas con quienes convivimos todos los días a causa de sus defectos, cuando en realidad todos somos iguales o peor que ellas. No nos damos cuenta de que esas mismas personas necesitan de alguien que las comprenda y las ame, no por lo que ellas pudieran hacer, sino por lo que realmente son. Amar a todos es difícil, pero no imposible.

• Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección, desde Picasso hasta Rafael. Muy a menudo, padre e hijo se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte. Cuando el conflicto de Vietnam surgió, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y murió en batalla mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes más tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos le dijo al padre: "Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. El salvó muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente. El hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte." El muchacho extendió el paquete: "Yo sé que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto." El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo pintado por el joven soldado. El contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios se inundaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro. " Oh no señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es un regalo." El padre

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