Reforma Laboral

REFORMA LABORAL

Según la iniciativa privada, lejos de la ineficiencia gubernamental para frenar la ola de violencia y garantizar la seguridad de sus habitantes y empresarios, o la nula inversión en el desarrollo tecnológico o científico, la falta de innovación o la calidad de la educación, el problema del País para generar empleos es la falta de flexibilidad laboral.

¿Flexibilidad? Sí Agustín Cartens, nos explica: se necesita la flexibilización de contratación. Pero también la flexibilización para despedir trabajadores, sin que sea tan costoso para las empresas.

La reforma laboral presentada por Felipe Calderón al congreso el pasado 1 de septiembre y que habrá de tener una resolución oficial antes del 27, no es cosa nueva. Desde hace 25 años el sector empresarial ha buscado reformar la Ley Federal del Trabajo, ajustarla a las demandas de la modernidad, aumentar la calidad y productividad y reducir el poder de los sindicatos.

En general, la propuesta modifica la relación obrero patronal y busca facilitar la contratación con: contratos a prueba por 30 días, contratos de capacitación por 3 meses, contratos por tiempo indeterminado, jornada semanal flexible, días de descanso flexible y eliminación del escalafón ciego. Facilita la contratación si, pero también abarata el despido, recorta los derechos sindicales, permite la subcontratación y castiga a los trabajadores que decidan demandar a sus patrones en caso de despido injustificado, la reforma autoriza que los empleadores solo cubran el costo de un año de sueldos caídos en juicios que lleguen a durar hasta 5 o 6 años.

La reforma es compleja, sin duda, y también buscara acotar el poder de los sindicatos con modificaciones al derecho de huelga, prohibición al recorte automático y transparencia en el manejo de los recursos financieros de las organizaciones obreras. Según sus defensores esta diseñada para modificar un código legal que inhibe la productividad y es permisiva con los sindicatos. Pero al recortar derechos sindicales y conquistas laborales encontrara una férrea oposición en las calles, donde las principales organizaciones obreras ya planean movilizaciones en su contra.

Lo que de veras México necesita hoy, es garantizar trabajo decente, concepto que engloba el respeto a todos los derechos de un modo integral, y es lo que le daría consistencia a la capacidad competitiva de nuestro país. Como dice Joseph Stiglitz, Premio Nobel, no es disminuyendo prestaciones, ni derechos sociales ni laborales, como se apuntala una economía moderna.

¿Qué hacer para que México sea competitivo; para que atraiga inversiones; para que crezca? Insisto: algunos creen que el único mundo posible es disminuir costos laborales con mano de obra barata, con bajos salarios; con la subcontratación y el pago por horas. ¿Y dónde está la calidad en todo eso ?.

La intención de la Reforma Laboral es evitar conflictos entre sindicatos y patrones, y que los trabajadores no se vean perjudicados por negociaciones entre los representantes de los trabajadores y los empleadores. Desafortunadamente los Sindicatos han dejado de velar por los intereses de los trabajadores y solo han visto la manera de escalar peldaños legislativos, andan de Diputados, Senadores o de Lideres de Partidos Políticos vendiendo la voluntad de la clase trabajadora, lucrando por sus mezquinos intereses a consta de la seguridad laboral de millones de mexicanos.

La Reforma Laboral fue un compromiso de campaña, las deudas electorales se cobran tarde o muy temprano como en ésta ocasión, los empresarios que invirtieron en sus candidatos, ya sea ganadores o perdedores, cobran facturas por el apoyo dado en campaña, a ellos nos les importa si ganaron sus gallos o perdieron, a ellos les interesa cobrar sus favores. Por otro lado, igual de lamentable, es la inmunidad que gozan los servidores públicos, deberían de ser contratados

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