Rehabilitación social en la cárcel
sarmiento23Tutorial7 de Octubre de 2013
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INTRODUCCION
Este trabajo tiene como finalidad el dar una visión amplia respecto al tema de readaptación social en la prisión como finalidad primordial en nuestro país ya que hasta hace poco tiempo el marco jurídico al igual que autoridades gubernamentales se han interesado en este tema que ha tenido distintos cambios hasta nuestros días.
A la vez se pretende colaborar a fortalecer este tema que se discute para contribuir si es que verdaderamente se brinda una adecuada readaptación social dentro de las instituciones penitenciarias dentro de nuestro país, específicamente en el estado de Puebla, o es que en realidad son verdaderas escuelas del delito en donde en vez de readaptarse se contamina la persona del interno condenado a pena privativa de la libertad.
Durante la realización del presente trabajo, analizare la pena privativa de la libertad, la de prisión, al igual que las ciencias penitenciarias que se encargan de ello, su ejecución y su individualización, al igual que diversos sistemas penitenciarios basándome en su marco jurídico y normatividad, con el fin de realizar un estudio comparativo entre algunas entidades en el ámbito de la readaptación social, para encontrar semejanzas y diferencias con el objeto de encontrar un mejor funcionamiento en el área especifica de la readaptación social en el sistema penitenciario de nuestro país, también haré mención de las medidas de seguridad y penas alternativas a la pena de prisión como el uso de brazaletes electrónicos, que algunas entidades de nuestro país ya llevan a cabo, así como mencionar a los delincuentes que podrían entrar en este proyecto que se encuentra a la vanguardia en otros países.
Trataré de conceptuar algunos de los conceptos sobre readaptación y tratamiento; para poder así realizar un estudio sobre qué personas serían las idóneas para iniciar con un nuevo proyecto de readaptación social sin estar dentro de una penitenciaria.
Por otro me adentraré de manera general en la historia de nuestro país respecto a las prisiones, donde recordaremos las primeras que fueron utilizadas durante la época precolonial, y las que trajeron consigo los españoles a su llegada a la Nueva España, cómo eran tratados los internos dentro de ellas y cómo era utilizada la pena de muerte sin miramiento alguno de readaptación social y explotación de los trabajos de los mismos internos en los trabajos forzados.
A la vez se analizará la visión que se tenía sobre la readaptación social y el humanismo para con el interno debido a las reformas penitenciarias que se dieron, tanto legales como arquitectónicas en los años sesentas y setentas; con el fin de conocer más a fondo sobre la evolución que hemos tenido en nuestro País respecto del sistema penitenciario y la readaptación social, para ver sus cambios, defectos, mejoras que se hayan presentado durante esa época y el por qué de el sistema que manejamos en estos momentos.
Al concluir con la investigación de los conceptos, la historia de las prisiones y la readaptación social, me evocaré a estudiar lo establecido en el marco jurídico legal en nuestro país, en donde desde la Carta Magna que nos rige señala los elementos para la readaptación social, como lo son el régimen penitenciario, el personal, el consejo técnico interdisciplinario y los beneficios a los que se pueden hacer acreedores para obtener libertades anticipadas, la facultad del ejecutivo de administrar las prisiones, al igual que los reglamentos y estatutos que rigen a la Secretaría de Seguridad Pública como órgano administrativo titular de esta actividad; para poder saber de esta manera las obligaciones que le corresponden a las autoridades y al estado sobre las penitenciarías; De esta manera realizar un estudio para comprobar si en verdad cumplen y llevan a cabo estas mismas.
Por otra parte se hablara sobre el conocimiento del delincuente por medio de estudios psicológicos, económicos, familia y entorno, con un análisis de la individualización de la sanción considerándola como una arma útil para acotar, centrar nuestra atención a delincuente por delincuente, no tomándolos masificadamente como una plaga de la sociedad, sí no como a un ser humano con una problemática sui géneris, particular y digna de ser reconocida y atendida como tal. Asimismo se prevé como necesaria y perfectamente viable, la utilización de las “otras” penas diferentes a la prisión, las penas alternativas ya descritas por la ley (más no obligatorias, pareciera).
Abriendo a su vez la puerta para la creación inclusive de nuevas formas de sanción al delincuente necesarias también para drenar las cárceles, como trabajo a la sociedad sin estar dentro de una Penitenciaria, de esta forma disminuir la entrada de delincuentes poco peligrosos para la sociedad y así mismo contribuyan con la misma pagando su sentencias con horas de trabajo, el uso de tecnología como podrían ser brazaletes de control donde el delincuente cumpla su sentencia en su casa, trabajo, y asistiendo a distintas conferencias para mantener informado a las autoridades su proceso de rehabilitación.
CAPÍTULO I.
ANTECEDENTES DE LA PRISIÓN EN MÉXICO.
1.1 HISTORIA DE LA PRISION EN MEXICO
En los últimos años la situación en las prisiones de la ciudad de México y en el País ha sido cuestionada infinidad de ocasiones. Se habla de corrupción, malos tratos hacia los internos, sobrepoblación y difíciles condiciones de vida para los internos, por hablar solo de los problemas más representativos del sistema penitenciario en la capital y en el país en general. Es por ello que consideramos de suma importancia estudiar y analizar los antecedentes del sistema penitenciario en México, para entender los problemas esenciales del mismo, y que impiden la readaptación social del delincuente.
En general, encontramos que la historia de las prisiones en la ciudad de México se ha caracterizado por estar relacionado con un discurso oficial destinado a presentar una dinámica carcelaria que se desenvuelve conforme sus propios reglamentos y pretende establecer objetivos precisos. Con ello, la ciencia penal ha creado un discurso que justifica la existencia de las instituciones penitenciarias; sin embargo, el desarrollo de las prisiones en muchas ocasiones no presenta los resultados que el discurso de las autoridades penitenciarias y especialistas encargados de los asuntos carcelarios pretenden, lo que obliga a estas últimas a realizar ajustes de los objetivos planteados en el discurso frente a la realidad penitenciaria.
El siguiente trabajo tiene como objetivo establecer los principales aspectos relevantes de la dinámica carcelaria y cómo esta, en repetidas ocasiones, se separa de los lineamientos que las autoridades pretenden, no como resultado del establecimiento de prácticas mal dirigidas o erróneas al interior de los reclusorios, sino como consecuencia de las necesidades que la misma institución penal exige ante situaciones contrastantes como la sobrepoblación (principalmente en reclusorios preventivos varoniles), la necesidad de ofrecer actividades diversas a la población recluida y la contradictoria obligación técnico-jurídica de aplicar una pena a través de un tratamiento de “readaptación social”.
La prisión en la primera etapa del México independiente ha tenido un desenvolvimiento y un aspecto ambivalente: por un lado, fue benévola, en tanto sustituyó a la pena de muerte; pero por otro fue malévola, en cuanto sirvió para recluir y olvidar a los adversarios de un régimen o de un señor, o simplemente para aliviar una molestia o corresponder a un capricho. De ahí que la multitud en armas desemboque en las prisiones y excarcele a los reclusos. Lo hizo la Revolución francesa en un acto emblemático, inaugural: cuando se arremetió contra la Bastilla, prisión de Estado, en la que sólo se hallaban unos cuantos reclusos. Los insurgentes americanos con Hidalgo a la cabeza también liberaron a los presos.
Cuando se inició la independencia en Nueva España, los insurgentes tenían ante sí y sobre sí una sociedad estricta que administraba privilegios y castigos. Los novohispanos conocían de sobra los autos de fe; había diversidad de tribunales y proliferación de cárceles. México mismo, el corazón de la Nueva España, que fue calificada como "ciudad de los palacios", también pudo serlo como ciudad de las prisiones. Tenía la suya el tribunal del Santo Oficio con la composición descrita por un verso conocido: "Un Santo Cristo/dos candelabros y/tres majaderos"-; sus cárceles secretas eran espanto de inconformes, blasfemos, herejes, liberales y demás enemigos. Existía la cárcel de La Acordada, que en nada envidiaba a las enormes prisiones peninsulares, o a sus equivalentes inglesas, que suscitaron la obra benéfica de John Howard. En los edificios palaciegos, sede de los poderes temporales, había también reclusorios. Hallaron asiento en el palacio virreinal de México y en las casas consistoriales.
Los habitantes del Virreinato estaban familiarizados con el espectáculo de las penas. Rivera Cambas refiere que las ejecuciones de justicia se hacían con un aparato imponente... á las once del día (los criminales) eran sacados de la cárcel con los cómplices sentenciados á presenciar la ejecución; los criminales iban montados sobre asnos y revestidos con trajes de lana blanca, llevaban en la cabeza bonetes de la misma tela, todo cubierto con cruces rojas;
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